SERIE LAMENTI DIVINI
Parole di Gesú a suoi sacerdorti
Traducción: María Dolores Briceño
Prisionero... Solitario - El Crucifijo ¿devoción pasada?
Tercera Parte
LAMENTOS DIVINOS
IV
PRISIONERO... SOLITARIO
Multitudes de fieles en todo el mundo, oprimidos por el trabajo y
por las necesidades cotidianas, saben encontrar cada día un poco de tiempo para
venir delante de mi Tabernáculo. Aman estar conmigo, hablarme, confiarme sus
penas.
Pero ¿cuántos son los sacerdotes que después del tiempo de la
celebración, aman estar conmigo, presente en el Santísimo Sacramento? ¡Son
raros! Con este comportamiento,
¿piensan que me hacen un honor,
oh consagrados míos?
Vosotros no encontráis obstáculos cuando las personas tan queridas
por vosotros están enfermas. En este caso encontráis el tiempo, porque sentís el
deber y la alegría de ir a visitarlas. Dejáis todo y afrontáis también
sacrificios cuando un enfermo a quien vosotros lo amáis está en algún hospital
lejano.
¿Y vuestro Dios en el Tabernáculo no es un Enfermo de Amor, un
Mendigo Divino que pide y pide un poco de consuelo? ¿No es un Hombre-Dios que
sufre, que gime y va en busca de quien sabe compartir su Misterio de Amor?
Si todos los sacerdotes comprendieran este lenguaje, ¡cómo se
transformaría su vida!... Y si no lo comprendéis, ¿quién debería comprenderlo?
Hago una invitación a mis fieles sacerdotes.
Haced todo lo posible para
traerme almas
fervorosas, que cada
Jueves de la semana, a eso
de las veinte horas,
día memorial de la institución de la Eucaristía, tengan un pensamiento para Mí y
se detengan amorosamente, aun por pocos instantes, para agradecerme, para
reparar y para intercambiar mi Amor ardiente, que en aquella hora se ha querido
dar y esconder misteriosamente bajo las apariencias del Pan y del Vino para ser
vuestro alimento y apoyo.
Una invitación más.
Deseo las
"lámparas vivas" alrededor
de mi Tabernáculo, es decir corazones palpitantes de amor que,
turnándose,
hagan cada jueves una hora
de adoración, para reparar tantos ultrajes, sacrilegios y olvidos que
continuamente recibo de la mayor parte de las almas, especialmente de aquellas
consagradas. Quien ama encontrará el tiempo.
Mi mirada se posará benévolamente
sobre estas "lámparas vivas" y sobre aquellos sacerdotes que se harán promotores
de tanto bien.
V
EL CRUCIFIJO,¿DEVOCIÓN PASADA?
Una moderna y deplorable corriente de pensamiento que circula entre
algunos sacerdotes quiere renovar todo y sobre todo tiende a repetir. No ahorra
ni siquiera mi Crucifijo.
¿Las imágenes de Jesús Crucificado?
¡Cosas de otros tiempos!
- dicen algunos. Eran las mentes ingenuas del tiempo pasado que amaban
estos signos sensibles,
estas formas extrañas de devoción.
Pero en esta actual renovación de la Iglesia y de la sociedad las imágenes del
Crucifijo deben ser puestas a un lado".
¿Qué debería responder a estos sacerdotes... renovadores, enemigos
de mi Cruz?
¡Ante todo renovaos vosotros mismos en el espíritu! Y luego, ¿por
qué impedís que los fieles me contemplen Crucificado? ¿No existen aquí y allá en
el mundo varios monumentos que recuerdan a los grandes hombres de la historia?
¿Y no guardáis con cuidado las fotos que os recuerdan el rostro de personas que
fueron queridas por vosotros, vivas o difuntas?
¿Qué hombre es más grande y más digno que el Hombre-Dios?
¿Qué persona en el mundo puede ser más apreciada por vosotros que Yo, el Redentor?
La imagen de mi Crucifijo ha llevado a muchos
a la verdadera conversión
y ha formado a muchos Santos. ¡Cuántas veces he demostrado al mundo, con los
prodigios que he hecho a aquellos que acogieron mi imagen - cuando estuve
clavado en la Cruz - derramando Sangre viva por las heridas y a veces
desclavando mis manos para abrazar a los pecadores arrepentidos!
Y vosotros, discípulos y ministros míos, ¿consideráis como una devoción pasada
el culto a mi imagen de Crucificado? ¡Qué necedad! ¡Doblad las rodillas,
humillaos, besad mis llagas y meditad sobre las enseñanzas que os da un Dios
Crucificado, para salvaros!
Quien me contempla clavado en la Cruz y siente amor por Mí, difícilmente daña su
conducta y se deja oscurecer la mente para seguir el torbellino de este mundo.
Quien no ama al
Crucificado, no me conoce y al no conocerme no puede imitarme y al no imitarme
no obra nada concreto en su vida.
SERIE LAMENTI DIVINI
Primera Parte: Introducción - Escuchad
Segunda Parte: Abrid los ojos - Preaviso
Tercera Parte: Prisionero... Solitario - El Crucifijo ¿devoción pasada? (usted está aquí)
Cuarta Parte: La Virgen Madre - Habla San José - Reina de los Ángeles
Quinta Parte: Saber negarse a sí mismo - Dios es Justo
Sexta Parte: La mano a quien ha caído - La comodidad es superficial
Séptima Parte: Busco almas - Verdadera Vida
Octava Parte: Cristo Rey - Yo olvidaré - Por los sacerdotes difuntos
Página anterior y principal (Meditaciones)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Lo invitamos a visitar
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo nuevo ahí.