Dios Padre
Os pido viváis en Gracia todo el tiempo por venir
Temas:
No trabajáis realmente para lo que vale y cuando regreséis a Mí, os repito,
lloraréis de pena y vergüenza, porque no hicisteis prácticamente nada de lo que
debisteis haber hecho.
Os pido viváis en estado de Gracia en todo el tiempo por venir, para que os
prevengáis, en parte, de esta Gracia que le voy a dar a la humanidad, el conocer
su interior ante Mis Ojos.
Aceptáis tan fácilmente Estas nuevas filosofías o formas de pensar y, a veces
hasta más difíciles de llevar, que lo que Yo os he dado, que es el vivir en el
Amor.
Tenéis que ser valientes, tenéis que sacar, como os dije, de tajo, todo aquello
que os está separando de Mí y que no os deja crecer fuertemente en lo
espiritual.
Vosotros también tenéis mucho que cortar de lo que lleváis en vuestro corazón,
empezando con los pecados graves que os afean tanto ante Mi Presencia.
Primer Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: No trabajáis realmente para lo que vale y cuando regreséis a Mí, os
repito, lloraréis de pena y vergüenza, porque no hicisteis prácticamente nada de
lo que debisteis haber hecho.
Hijitos Míos, las
necesidades espirituales de la humanidad son muchas, pero no os queréis dar
cuenta de ello. Como vivís solamente para vosotros y vivís para las cosas
materiales, lo espiritual
está hecho a un lado de vuestra vida.
Si realmente os dierais cuenta de lo que falta en vosotros de vida
espiritual, si se os hiciera en estos momentos un Juicio particular en vivo a
cada uno de vosotros,
lloraríais de pena y de
vergüenza cuando vierais
el estado de vuestra alma porque, prácticamente, no tenéis en vuestro interior,
algo que valga y que Me podáis dar como pago al tiempo que Yo os permití vivir
en la Tierra para servirme.
Vagáis por el mundo y, digo así, “vagáis”, como los vagabundos que veis en
las calles, creéis trabajar porque estáis haciendo lo vuestro para llenar
vuestros bolsillos del dinero del mundo, pero así como veis a los vagos en el
mundo terreno,
vosotros estáis vagando en
el mundo espiritual.
Es triste que os diga esto, Mis pequeños, porque Yo os di el don de la
vida
para que trabajarais para
Mi Reino y, ciertamente,
vosotros estáis incluidos dentro de esa vida del Reino, pero no queréis trabajar
para vuestros hermanos y tampoco para vosotros mismos y así, todos los dones y
capacidades con que Yo os doté para que pudierais trabajar para Mi Reino,
los desperdiciáis.
No trabajáis realmente para lo que vale y cuando regreséis a Mí, os repito,
lloraréis de pena y vergüenza,
porque no hicisteis
prácticamente nada de lo
que debisteis haber hecho para vuestra salvación y la de los vuestros.
Siento dolor en Mi Corazón, sobre todo por estos tiempos que estáis
viviendo y que os están preparando para el gran cambio. Tampoco queréis creer en
esto, Mis pequeños, ciertamente habréis escuchado por aquí y por allá del cambio
que se tiene que dar para toda la humanidad, el tiempo se vendrá sobre vosotros
y os desesperaréis cuando entréis a la realidad que Yo permitiré, os cubra. Si
hubierais estado preparados, recibiríais todo este cambio, que se os aproxima,
de una buena forma
porque, al estar preparados, vosotros no sufrís, porque estáis preparados a
resolver la problemática que se os presente, pero aquí, la problemática que se
os presentará, es precisamente en el campo que vosotros no habéis cultivado, que
no habéis hecho crecer y es en el campo de vuestra alma.
No está fuerte vuestra
alma contra los ataques de Satanás,
no está fuerte vuestra alma contra toda la maldad que se ha desatado y a la que,
muchos de vuestros hermanos, están incluidos.
Sí, porque, ciertamente, muchos de vuestros hermanos, al haberse hecho
instrumentos de Satanás,
no sabréis cómo os
atacarán. Ciertamente,
estos hermanos vuestros y el mismo Satanás,
ya han preparados sus
planes para el ataque.
Deberéis poner el
remedio ya, Mis pequeños,
si queréis contraatacar a todo lo que se vendrá. Deberéis buscar
en Mí,
vuestro Dios, el remedio a la problemática que se vendrá sobre toda la humanidad
y esta será, tanto en lo material como en lo espiritual.
Ciertamente os he dicho que os acerquéis a Mí, para que toméis de Mí lo
necesario para llevar a cabo vuestra misión pero, muchos de vosotros, no tenéis
esa confianza, puesto que no Me conocéis porque no Me habéis tratado, no habéis
puesto algo de vosotros para que, al acudir continuamente a Mí, Me toméis como
parte de vuestra familia y, por lo tanto,
os sentís intrusos en la
Familia, a la cual
vosotros pertenecéis. Habéis vivido más para el mundo y, por eso,
os sentís como que no encajáis en la Familia de la cual salisteis para bajar a
la Tierra a trabajar para Mí, vuestro Dios.
¡Cuánto dolor!, os vuelvo a repetir, ¡cuánto dolor!, el ver cómo la
humanidad se ha volcado hacia el mal. ¡Os di tanto!, y cuando se os quite todo,
es cuando añoraréis lo que tuvisteis y no lo aprovechasteis.
De cualquier manera, Mis
pequeños, pase lo que pase, Yo siempre estaré con vosotros.
Os Bendigo, Mis pequeños y
no dejéis la oración por
ninguna causa, porque ella
es por la cual vosotros os acercáis a Mí.
Bendigo vuestras familias, bendigo a todos aquellos que dejan entrar Mi Vida de
Amor en su hogar y en sus corazones. Recibid Mi Corazón y cuidadlo por favor,
Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Os pido viváis en estado de Gracia en todo el tiempo por venir, para
que os prevengáis, en parte, de esta Gracia que le voy a dar a la humanidad,
el conocer su interior
ante Mis Ojos.
Hijitos Míos, he volcado
Mi Corazón sobre vosotros, sobre toda la humanidad. A lo largo del tiempo os he
venido cuidando, porque sois Mi Creación.
En el Antiguo Testamento,
Me tenían como a un Dios
duro, tenebroso, un guerrero, al cual se le debía temer.
No había una relación bonita y armoniosa Conmigo, con vuestro Padre Dios, era
una relación de temor pero, por Mi Ternura, al ver al hombre de corazón duro y
que Yo no quería que se Me siguiera viendo así,
mandé a Mi Hijo
Jesucristo, para que os mostrara lo que es realmente el Amor Divino.
He ido educando a la humanidad en el Amor. Pasó esa etapa en la que se Me
veía a Mí con dureza y quizá hasta con cierta maldad,
porque era un pueblo
testarudo y malo y así Me querían ver, malo, hasta que os mandé a Mi Hijo, para
que conviviera entre los hombres.
Ya no era el Dios lejano, al que se le podía inventar su forma de Ser, fue el
Dios entre los hombres, para que Lo vieran, Lo tocaran, Lo oyeran y, de esta
forma, no inventaran otras historietas, en la que se Me pusiera a Mí, vuestro
Dios, en la forma en la que no lo Soy.
Y así pudieron verme en Mi
Hijo, con ese Amor de
donación, con ese Amor de Caridad hacia vosotros, cuidando vuestro cuerpo y
vuestra alma, sanando cuerpos y almas, según llegaran a Mí.
Pudieron verme en Mi Hijo,
pero muy pocos comprendieron lo que Mi Hijo les enseñaba.
Yo os estaba dando el Amor Divino que no quisieron recibir en el Antiguo
Testamento, ahora, en el Nuevo Testamento, se estaba plasmando, ante vosotros,
el Amor de todo un Dios en la Figura de Mi Hijo Jesucristo y ni así lo quisieron
ver ni aceptar.
Se les hacía, a los
hombres de ese tiempo, inverosímil tal situación,
Me querían seguir viendo de otra forma y así ha sido en gran parte de la
historia de la humanidad. El hombre quiere hacer a su propio dios, quiere
imaginarse a su propio dios,
no quieren aceptarme
como Me mostré en la figura de Mi Hijo Jesucristo. ¿Qué más podía Yo hacer por
vosotros?
A través de los profetas, en el Antiguo Testamento, os di bellezas que
quedaron plasmadas en las Sagradas Escrituras, Palabras bellísimas, en las
cuales se mostraba Mi Ser, pero no quisisteis tomarlas. Llega Mi Hijo a la
Tierra, os muestra Su Persona Divina y Le inventan cantidad de historias. Lo
hacen a un lado, no creen en su Divinidad
y Lo eliminan de la Tierra.
¿Qué queréis pues, Mis pequeños? ¿Qué queréis pues?
Tenéis todo lo necesario para ganaros una vida eterna
en un lugar de deleite
infinito,
que es el Reino de los
Cielos y, aun ahora, hay infinidad de hermanos vuestros que no creen que esto
pueda suceder y siguen inventando cosas sobre Mí, vuestro Dios, sobre vuestro
futuro, sobre el futuro del mundo.
Seguís elucubrando con vuestra escasa inteligencia humana y seguís
inventando situaciones
en las cuales Me ponéis a
Mí como Autor, siendo una
mentira grave y no queréis aceptar la realidad ya dada en el pasado. ¿Qué
queréis pues, Mis pequeños?
Ciertamente Yo Me mostraré ante los hombres para quitaros ese velo que no
permite que veáis la realidad de Mi Vida, de Mi Ser, de Mi Divinidad hacia
vosotros,
ahora sí Me veréis tal
cual Soy, pero esto os costará mucho,
Mis pequeños y os costará en vuestra propia persona, porque os haré ver no
solamente Mi Presencia Divina,
sino también el estado de
vuestra alma. Lloraréis
por todo lo que desperdiciasteis de tiempo y, sobre todo, de la calidad de
vida que llevasteis, que era para servirme a Mí, vuestro Dios y que
desperdiciasteis en vuestras tonterías humanas.
Ese momento está muy
cercano, Mis pequeños
y más os vale recibirlo en
estado de Gracia porque,
si no, vuestro dolor será todavía mayor. Tendréis ese
paliativo
a vuestro favor, el estar en estado de Gracia, porque ya habréis eliminado, de
vuestra vida espiritual, las faltas que os pudieran juzgar mayormente ante Mí,
vuestro Dios.
Os pido viváis en estado de Gracia en todo el tiempo por venir,
para que os prevengáis, en
parte, de esta Gracia que le voy a dar a la humanidad, el conocer su interior
ante Mis Ojos y os
juzgaréis a vosotros mismos con Mi Juicio Divino. Vosotros mismos seréis
vuestros jueces, porque os daré, en ese momento,
la Sabiduría,
para que entendáis el
desperdicio de vuestra vida,
el ataque que Me hicisteis a Mí, vuestro Dios, también, a lo largo de vuestra
vida, las traiciones que
Me hicisteis,
en los cuales no Me
disteis a Mí, el lugar que Me merezco como vuestro Dios. Todos los olvidos, la
forma en que Me tratasteis, todo eso lo conoceréis, Mis pequeños y,
dadme las gracias desde
ahora, porque vuestro llanto lo tomaré como arrepentimiento y eso aminorará la
purificación mundial.
Pero ¡Ay!, de
aquellos que no lloren su pasado, que no lloren con un verdadero dolor de
corazón sus pecados, porque estos hermanos vuestros, de corazón duro, muchos de
ellos, casi estarán ya a las Puertas del Infierno.
Orad por ellos,
para que rescatéis a la mayor cantidad posible de estos hermanos vuestros,
tercos, a venir a la Gracia, a venir hacia el Amor que Yo os puedo dar. Que los
que estéis Conmigo,
estéis dispuestos a lo que
os pidió Mi Hijo antes de regresar al Reino de los Cielos, a amarse los unos a
los otros, esto es lo que os asegurará el paso prácticamente libre y seguro a
vuestra salvación y, sobre todo, a sufrir menos la purificación de vuestra alma
en la Tierra.
El Amor todo lo puede, el Amor destruye la maldad, el Amor destruye Mi
Ira. El amor, vuestro amor, vuestro amor pequeñito, al unirse a la inmensidad de
Mi Amor os da una nueva vida, la vida que Yo quiero Me vayáis ya pidiendo,
para que el paso sea
fácil, para que la purificación no sea tan penosa, para que haya la menor
cantidad posible de hermanos vuestros que se condenen por toda la eternidad.
Amaos los unos a los otros, ahora os digo Yo, como os dijo Mi Hijo,
estáis a un paso
de la purificación
mundial, a los momentos
más fuertes y decisivos de la lucha, de las fuerzas satánicas contra las Fuerzas
Divinas, en las cuales vosotros entráis, los que estáis Conmigo, los que sí
apreciáis el Amor Verdadero de vuestro Dios.
Estáis a unos momentos
en que se vendrá un gran
sufrimiento, pero no lo
toméis así, Mis pequeños. Recordad que todo regalo inmenso que vosotros buscáis
y que lucháis por obtener,
siempre exige dolor,
a veces lágrimas, a veces, hasta la muerte, pero ahora estáis buscando el más
grande Tesoro, o el más grande regalo que pudisteis haber pensado en obtener, y
ahora lo podréis obtener, no solamente para vosotros, sino para vuestros
hermanos a vuestro alrededor.
Si entendéis lo que os he dicho, os podréis dar por este tesoro tan valioso, que
es Mi Amor para vosotros y para la humanidad entera.
Luchad, pues, fuertemente contra todo aquello que ataque Mi Amor sobre la
Tierra,
que nadie os quite de
vuestro corazón Mi Amor y
pedidme la Gracia de que podáis dar todo el necesario amor para que vuestros
hermanos lo tomen y se implante también en sus corazones y así es como salvaréis
a vuestros hermanos,
porque un alma llena de Mi
Amor, difícilmente la toca Satanás.
Llenaos pues de Mi
Amor, a tal grado que rebose y os rebase y salga de vosotros hacia vuestros
hermanos, que se os conozca nuevamente por ser hijos de Dios sobre la Tierra,
que seáis vosotros los iniciadores del Nuevo Reino, al haber permitido que Mi
Amor se implante en vuestros corazones.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Aceptáis tan fácilmente éstas nuevas filosofías o formas de pensar y,
a veces hasta más difíciles de llevar, que lo que Yo os he dado, que es el vivir
en el Amor.
Hijitos Míos, desde mucho tiempo atrás se os previno para que no
cayerais y aceptarais en vuestra vida la gran confusión,
la gran confusión
espiritual.
Desgraciadamente, muchos habéis caído en ese problema tan grave para
vuestra alma, tan grave para vuestra salvación.
Las mentiras de Satanás
son tan bien fabricadas, que muchos caéis en sus redes, en sus promesas.
Os prometen tantas filosofías extrañas, crueles, destructivas, que os darán
nueva vida, que os darán grandes cosas, cuando es todo lo contrario, os llevan a
vivir en el mundo y para el mundo.
A través de esas
mentiras, de esas filosofías, en las cuales, Satanás os maneja fácilmente,
vosotros os las creéis a pié juntillas y luego lucháis contra aquellos que
realmente tienen la Verdad y se siguen manteniendo Conmigo.
Vosotros habéis tomado unas nuevas ideas que se acomodan a vuestra forma de
vida, una vida muy fácil, trabajada por el hombre, para que podáis hacer lo que
queráis y que no os sintáis mal con lo que estáis haciendo.
Satanás os manipula
en la mentira a tal grado, de que viviendo en el mal, vosotros sintáis que lo
que estáis haciendo es el bien.
Aceptáis tan fácilmente estas nuevas filosofías o formas de pensar y, a
veces hasta más difíciles de llevar, que lo que Yo os he dado, que es el vivir
en el Amor. Las otras filosofías os piden a veces cosas exageradas y las hacéis,
porque es algo novedoso, porque vosotros estaréis en una posición diferente a
vuestros hermanos y al vanagloriaros, os sentiréis superiores a ellos y entráis
en soberbia,
una soberbia tonta,
que os está separando de
Mí y de lo que Yo os he dado.
Buscáis cosas nuevas y difíciles, como os dije, cuando lo Mío es sencillo
y que es vivir en el Amor.
Todo se reduce a eso, Mis
pequeños, vivir en el Amor.
La creación entera, visible e invisible, trata de vivir en el Amor,
porque eso es lo que
perdió la Creación con el Pecado Original.
Fuisteis
separados
de Mi Amor con engaños de Satanás y por eso la Venida de Mi Hijo a la Tierra,
fue una predicación de Amor, para que todo volviera a ser como fue en un
Principio, pero lo volvéis difícil, Satanás se introduce en la mente y en el
corazón del hombre y no le permite razonar correctamente, pero sí le aceptáis a
él, como os dije, infinidad de cosas muy diferentes a lo que Mi Hijo os enseñó,
que era la predicación de
un Dios, que os iba a llevar a la perfección, viviendo en el Amor.
Pero no, queréis hacer vuestras propias cosas, creéis que lo vuestro es
más importante e interesante que lo que os pide un Dios y un Dios Verdadero, no
un dios ficticio, como los que vosotros construís.
Si verdaderamente os amarais los unos a los otros, comprenderíais mejor
estas Palabras que os he dicho, porque entonces normaríais vuestra vida en base
al Amor y todos viviendo así, en puro Amor, que es a donde quiero dirigir a la
humanidad,
esto sería ya el Paraíso
entre vosotros aquí en la Tierra.
Pero creéis que se necesitan cosas más difíciles e importantes, a vuestra
manera de pensar, para que todo se arregle en la humanidad y empezáis a inventar
cosas difíciles para vuestros hermanos, que se os hacen
tediosas y al final
terminan con ellas y solamente perdéis el tiempo, cuando pudisteis haberlo
ganado desde antes,
viviendo en el Amor y para
el Amor.
El Amor es la donación total de vuestro ser para el bienestar de vuestros
hermanos y aún el
verdadero amor, que debierais vosotros dejar crecer en vuestro interior, aún a
él, lo manipuláis, le llamáis “amor”, pero Yo le diría “egoísmo”.
Como os dije, el verdadero amor es la donación total para el bienestar de
vuestros hermanos y no está dentro de vuestros ideales llevarlo así. Sois
convenencieros y no os dais verdaderamente por todos vuestros hermanos. Si
actuáis como quiero que actuéis, solamente lo hacéis con aquellos que en un
momento dado podrán regresaros el bien que vosotros invertisteis en ellos y,
subrayo invertisteis, porque ni siquiera regalasteis ese amor que debisteis
haber donado de vuestro corazón.
Invertís vuestro actuar
para luego sacar un bien de vuestro hermano,
de esta forma, negociáis con lo que llamáis amor.
¡Cuánto tenéis
todavía que aprender, Mis pequeños sobre el verdadero amor!
No han bastado dos mil años de la predicación de Mi Hijo para que madurarais un
poco y apreciarais Su trabajo espiritual que os legó, para que vosotros
crecierais. Seguís haciendo vuestra voluntad y no Mi Voluntad Divina.
Tenéis que ya poner
un alto a vuestra vida de error, de pecado, de mentira, para que Me dejéis a Mí,
vuestro Dios, actuar en vosotros y para
vosotros.
Dejadme, Mis pequeños, que Yo mueva vuestras vidas, Yo Soy vuestro Dios,
Soy Infinitamente Sabio, vosotros trabajáis con una inteligencia humana muy
limitada,
Yo os puedo guiar hacia la
perfección, pero necesito vuestra humildad y vuestros deseos de mejora,
Yo no os voy a presionar, voy a permitir que vuestro libre albedrío escoja lo
que creáis que es lo más favorable para que vosotros crezcáis en Mi Verdadero
Amor.
Espero que todos vosotros entendáis esta lección y este pedimento que os hago,
porque os amo y quiero lo mejor para todos vosotros.
Meditad esto que os pido y dejadme vivir pues, Mi Vida en vuestra vida, vosotros
saldréis ganando.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto
Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Tenéis que ser valientes, tenéis que sacar, como os dije, de
tajo, todo aquello que os está separando de Mí y que no os deja crecer
fuertemente en lo espiritual.
Bien sabéis, Mis pequeños, las faltas que tenéis cada uno de vosotros.
Queréis acallar vuestra
conciencia para que no os sintáis tan mal de todos los pecados que tenéis y de
los que no queréis, ni siquiera, acordaros ni confesar.
Ciertamente que tenéis los Sacramentos a vuestro alcance para que os
pongáis en bien ante Mí, vuestro Dios, pero no queréis tomar esta Gracia tan
grande que os hago para que volváis a ser hijos Míos. No lucháis por buscar los
bienes verdaderos y os dejáis vencer por lo que ya el pecado hizo en vosotros,
os ha quitado ese afán de
lucha por lo perfecto.
Vuestros hermanos
contaminados están con el mundo y vosotros, en lugar de luchar contra esa
contaminación espiritual, os dejáis vencer por ella.
No queréis buscar los bienes Celestiales y tomáis los Terrenos como
vuestro premio, que mucho dejan que desear.
Vosotros mismos no os
amáis a vosotros mismos ni os queréis regalar con los bienes que Yo os quiero
dar a cada uno de vosotros.
No queréis compartir, de lo que tenéis, a vuestros hermanos. Os confundís
con todo lo que habéis absorbido del mundo y, en lugar de empezar a sacar todo
aquello que está causando esa confusión, le seguís dando vueltas en vuestra
mente y en vuestro corazón.
Mis pequeños, debéis ser radicales cuando queréis el cambio, ved en san
Pablo, fui radical con él, tenía madera para ser un buen hombre, pero necesitaba
un cambio fuerte, porque vosotros os consentís demasiado, queréis cambios muy
suaves y delicados, porque no queréis sufrir, pero hay vicios fuertes y entre
ellos está el pecado, que si no lo erradicáis de tajo, os puede seguir engañando
y llevándoos hacia la maldad sin que os deis cuenta.
Tenéis el deseo del
cambio, pero Satanás os sigue acomodando, de una manera agradable, la forma mala
en la que vivís y seguís aceptando su maldad, porque no queréis pedir Mi
Sabiduría Santa y podáis ver la realidad que os rodea y la realidad a la que os
ha llevado Satanás para engañaros.
Tenéis que ser valientes,
tenéis que sacar, como os
dije, de tajo, todo
aquello que os está separando de Mí y que no os deja crecer fuertemente en lo
espiritual.
Hay tanto, tanto que os
quiero dar y que tengo aquí, en el Reino de los Cielos para repartir a manos
llenas, pero no veo disposición de parte vuestra para que podáis cuidar y
apreciar los bienes tan grandes que Yo os puedo dar.
Ya os he dicho que a un niño pequeño no le encomendáis tesoros grandes, porque
ni sabe qué son, no los va a apreciar, los va a descuidar y el ladrón vendrá y
se los quitará. Así estáis vosotros en lo espiritual.
Quisiera daros tanto, pero no apreciáis todo lo grande que he puesto en
vosotros, pero que vosotros aún no estáis capacitados para entender. Lo que Yo
quiero que Me pidáis para que apreciéis mejor todos los regalos que os doy,
es la Sabiduría Santa,
Mis pequeños. Pedídmela en todo momento, porque hay tantos regalos, os repito,
inmensos, infinitos que os quiero dar, pero vosotros no queréis aceptarlos,
porque estáis distraídos en el mundo y no estáis Conmigo.
Venid pues, Mis pequeños, a Mí, vuestro Dios, para que os prepare a
recibir la inmensidad de estos regalos, pero tenéis que pedírmelos de corazón,
si no, Yo os veré como a esos niños pequeños en los cuales Yo no puedo depositar
un tesoro de gran valor. Hasta que vea en vosotros esa madurez espiritual en la
que vosotros os comprometáis a cuidar lo que Yo os doy, es cuando Me derramaré
abundantemente sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Vosotros también tenéis mucho qué cortar de lo que lleváis en vuestro
corazón, empezando con los pecados graves que os afean tanto ante Mi Presencia.
Hijitos Míos, vosotros podáis a vuestras plantitas, les quitáis las ramas
secas, les quitáis los arbustos y la cizaña que crece a su alrededor y tratáis
de dejar vuestras flores que tanto amáis de una forma segura, para que esta
crezca sin problema. Le cortáis todo aquello que le está impidiendo que se
desarrolle bien.
Vosotros también
tenéis mucho que cortar de lo que lleváis en vuestro corazón, empezando con los
pecados graves que os afean tanto ante Mi Presencia.
Vosotros debéis ser jardineros de vuestra alma, esas ramas secas, puntiagudas,
que no sirven para nada, son los pecados graves, que si los dejáis, si no le
quitáis estas ramas a vuestra planta o a vuestra flor, solamente le están
quitando alimento, son cadáveres que os están quitando sabia y no os dejan
crecer espiritualmente.
Eso es el pecado mortal,
os quita vida, os quita el deseo de buscar vuestro perdón,
Satanás se las arregla
para haceros creer que estáis llenos de pecados graves, no perdonables, y
perdéis el tiempo meditando en esto, que él os ha metido en vuestra cabeza, pero
que no es verdad.
Debéis quitar la cizaña y todas esas plantitas que dañan vuestra
presencia, para que vosotros empecéis a presentar Mi Obra ante vuestros
hermanos.
Se os ha dicho, que debéis
ser otros Cristos sobre la Tierra y, precisamente, se os dará podando todo
aquello que pueda impedir que Mi Hijo se muestre a través de vosotros.
Si no ponéis de vuestra
parte, confundiréis más que si estuvierais ayudando, a vuestros hermanos. Os
decís ser de Dios, más estáis confundiendo y causando mal a vuestros hermanos.
Ayudaos entre
vosotros pero con una ayuda verdadera y de corazón, para que os perfeccionéis
los unos a los otros, así trabajaréis como verdaderos hermanos que sois, Yo Me
alegraré al veros y derramaré más Bendiciones sobre vosotros cuando vea que
realmente os estáis uniendo de corazón para servirme a Mí, vuestro Dios. Cuando
Yo vea, Mis pequeños, que vosotros estáis trabajando para Mi Reino, muchos
Bienes recibiréis de parte Mía.
Confiad en Mí, pedidme lo que necesitéis, cambiad para vuestro bien y,
cuando vea vuestro cambio,
entonces podré confiar
plenamente en vosotros y,
de esta forma,
os podré dar tareas más
grandes e importantes, regalos espirituales infinitamente mayores de lo que os
imagináis, porque ya para ése tiempo podréis apreciar y defender Mis regalos que
os doy, para vosotros y para que podáis servir a vuestros hermanos.
Creedme, Mis
pequeños, que el invertir en Mí vuestro tiempo, trabajo, transmisión de Mi Vida
a través de la Evangelización, ya sea, pequeña o grande, os traerán unos
beneficios infinitamente grandes, bellos, que no os imagináis siquiera que
podríais haber tenido desde mucho tiempo, pero que no habéis pedido con vuestro
cambio de vida.
Creedme, Mis
pequeños, en esto que os digo, para que podáis ya tener Mi Cielo con vosotros,
es Mi Promesa, es Mi Amor y os puedo dar tanto, pero dejadme que Yo pueda dejar
Mis Bienes Divinos en corazones que realmente valoren lo que recibiréis.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal (Índice del tema)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.