EL PADRE CONTARDO (DE REGRESO A PEÑABLANCA)

SERIE TESTIMONIOS

Nº 1:

TESTIMONIOS DE MARAVILLAS

Creo en las apariciones de Peñablanca de la Santísima Virgen, porque Ella es Medianera de todas las gracias y quiere ayudar a todos sus hijos que están en graves peligros de condenación eterna, o sea del infierno eterno.

Son innumerables los lugares de aparición en todo el mundo.
Creo, porque asistí con grandes sacrificios y me di cuenta que un muchacho de sólo 17 años no tiene la capacidad para tratar temas religiosos, hasta llegar a decir que en la Iglesia existían “cloacas de impureza” y que está pasando “por una horrorosa crisis”, ni mucho menos para anunciar el terremoto que sacudiría al pueblo chileno en marzo de 1985.

He sido testigo de innumerables conversiones espirituales; escuché la voz de la Santísima Virgen que pedía no ofender más a Nuestro Señor, que vendrían modas indecentes que llevaran al infierno. El vidente se expresó en muchas ocasiones en términos bíblicos, como por ejemplo “que los hombres no se echen hombres a sus espaldas”, refiriéndose a los homosexuales.

Sentí el cántico de los ángeles, fue algo del cielo.
Vi al vidente “transformado en su rostro y voz, su cara y cabeza sangraban, se pidió un médico y el médico dijo: “Esto es algo sobrenatural, no tiene explicación humana” (Dr. Alan Rojas Canala).

Vi cómo una lluvia de luces nos inundaba y Ella, la Santísima Virgen, dijo: “Estas son bendiciones para todos los presentes”.
Vi junto a cientos de peregrinos bailar el sol y venirse sobre la tierra, y a miles de personas pedir la misericordia de Nuestro Señor, para luego llorar de la emoción que nos embargaba. Vi a Miguel Ángel con una vela encendida debajo del mentón por largos ratos, la llama no lo quemaba, ni siquiera le dejaba chamuscado o con algún rastro de herida.
Estuve presente cuando Miguel Ángel hablaba en un idioma extranjero, que luego se comprobó que era arameo, como así también en un perfecto francés.

De muchísimos de los hechos extraordinarios que sucedieron en Peñablanca fui testigo, de los que no tienen explicación natural, como el levantar a personas con más de 80 ó 90 kilos de peso, recibir decenas de Rosarios para que Nuestra Santísima Virgen los bendijera, para luego entregárselos correctamente a cada uno de sus dueños, y así muchas otras situaciones que no tienen explicación.

Vi, y aún existen fotografías verdaderamente extraordinarias, donde aparecen ángeles, arco iris, la Virgen en medio de rayos, una cruz luminosa, e incluso un dragón.
Y por último, porque no es posible alargarme más, diré que yo sé que la Santísima Virgen es poderosa y que nos ama hasta lo increíble y desea que recemos el Rosario, hagamos penitencia y sacrificio, para luego llevarnos al cielo junto a Jesús y San José, para alabar a la Santísima Trinidad por toda la eternidad.

Lila Binimelis