Creación no llores

 

 

 

  Creación, no llores, no estés de luto, ¡alégrate y llénate de gozo! ¡No eleves más cantos fúnebres cuando el Creador te está cantando! Por el contrario, abre tu corazón para que Mi Gloria y Mi Luz te adornen majestuosamente.

 

Tampoco cierres tus oídos a tu Rey que te trae esta riqueza del cielo.

 

 ¡Aquél que has catalogado como inaccesible e invisible o como esencia oculta, se dirige a ti ahora! ¡Alégrate en estos tiempos de Misericordia y llénate de gozo! ¡Oh Raza tan amada!

 

 ¿Por qué has permitido que la devastación y la ruina te engloben y te invadan hasta tal punto?

 

  Dime, ¿qué beneficio he recibido de tus manos? Cuando Mi pueblo gime y se lamenta bajo el peso de la opresión, o grita bajo la tiranía de sus enemigos, nadie piensa en preguntar: "¿Dónde está Dios que hace sonar alegres Odas (palabras)?" Nadie admite haberse ensuciado las manos con la impiedad. ¡Estás sentenciando tu propia vida, creación! Mi Oda, ahora, es para conducirte al arrepentimiento y a reconocerme. Aunque eres carne y hueso y sustancia terrenal, Yo te he dotado de Mi Espíritu y te he creado a Mi Imagen.

 

 Muchos de vosotros preguntáis hoy con incredulidad: "¿Cómo puede esta esencia oculta, por encima de toda esencia, absolutamente inconcebible, que es Dios, manifestarse de este modo tan místico en nuestros tiempos actuales (2003), y expresarse en términos tan directos, por medio de una de vosotros que también es polvo y cenizas?" Puesto que no podéis trascender hasta Mí, Yo, con Mi luz y Mi conocimiento transcendentes, he querido dirigir Mis Odas a esta generación que necesita desesperadamente el auxilio salvador, revelándome a vosotros de esta manera...

 

 Así pues, soy libre de cantaros y recordaros vuestros verdaderos fundamentos.

 

Os canto para daros vigor y confortaros,

para vendar los corazones rotos

 y obrar maravillas en vuestro corazón.

 

 Mi Oda será tan dulce como la miel en todas las bocas, y como la música en una fiesta de vendimia. Siendo el Creador de todo y la causa de todos los seres, estoy en todas partes y nadie puede decir de Mí: "Dios no se expresa de esta manera". ¿Cómo podéis decir estas palabras si estáis en la oscuridad? En lugar de eso, saltad ahora de alegría y discernid a través de vuestra oscuridad, pues

 

¿Quién es como Yo? Padre,

Yo Soy Himno Litúrgico de vuestra alma,

Yo Soy Luminosa Divinidad,

Yo Soy.

 

 Dicen las Escrituras: "Dichosos los puros de corazón, ellos verán a Dios". Hoy, cada uno ve hasta donde es capaz de ver, pero os digo a todos: también vosotros podríais contaros entre Mis santos que son dignos de verme, si permitís que Mi Espíritu Santo pase por vosotros para destruir todas vuestras impurezas. Y una vez que adquiráis la pureza, os será dada la visión de Mí Mismo.

 

 ¡Ah generación! Desde el principio mismo Nosotros te hemos creado a imagen de Nuestra Propia Naturaleza, diciendo: "Hagamos a la humanidad a Nuestra Propia Imagen, a semejanza Nuestra". Pero, como sabéis, el demonio, en su envidia y odio hacia Mí y hacia vosotros, os ha llevado a todos a la Muerte. Sin embargo, el Invierno ha pasado y la Primavera misma ha venido a la tierra y os ha redimido, revistiéndoos una vez más de Su Gloriosa y Divina Belleza.

¿Qué tenéis pues que temer?

 

  

Ah, bendito el que Me abrace, pues será como fuego e incienso en el incensario, como vasija de oro repujado, incrustado de toda clase de piedras preciosas, bajo el brillo de Mi Majestad. Este es el momento preciso que he preparado para todos vosotros desde el principio de vuestra creación:

 

La Cámara Nupcial donde Yo llevo a toda alma

para que tome parte

en Mi Matrimonio Místico...

 

  Hoy, Yo desciendo desde lo más alto del cielo para llamaros a que os hagáis uno Conmigo. Me doy a vosotros para que descubráis Mi Grandeza y Mi Divinidad. Es la unión mística entre el Creador y Su criatura. El Esposo, que es igualmente vuestro Rey, os invita a desposaros con Él. Como un esposo saliendo de su pabellón de oro, resplandeciente de gracia como un sol, reflejando su luz, así salgo Yo del cielo para invitaros a la Cámara de Oro de Mi Corazón, que es Mi Seno y Mi Amor.

 

Tú, que nunca has comprendido las profundidades de Mi Amor Divino, ni que Mi Corazón es tu lecho nupcial, ven y aprende mi lenguaje... Invito a tu delicada alma a gozar de Mi dulzura. Mi deseo y añadiría, Mi sed es salvarte y elevarte para que asciendas al cielo, al que perteneces.

 

Creación, Yo te he creado para llenar tu corazón de Mi dulzura y Mi Amor Divino. He ungido tu corazón exhalando Mi aliento sobre  ti, y lo hice de tal forma que fuera capaz de contener y mantener Mi Amor sublime y Mi propia Dulzura, pues Mi Amor es mejor que la vida misma. Yo no privo jamás a un corazón de esta alegría de Mí Mismo, pues al tenerme contenido en tu corazón, sin ninguna resistencia por tu parte, los consuelos espirituales quedan tan incrustados en ti que tu corazón se beneficia aún más de Mi dulzura, de Mi Amor y de Mi Deidad, conduciéndote así, con lazos de amor, por el sendero filial para regir Conmigo, tu Rey. Regir Conmigo te investirá de la belleza de Mi Gloria, mientras que los ángeles y toda la Corte celestial te envolverán en el manto de Mi Integridad, elevándote como un incensario lleno de incienso para perfumar la tierra.

 

Pero si encuentro un corazón tibio, fuese cual fuese el Amor y la dulzura que contenía al nacer, ese corazón nunca será capaz de aprovechar Mi Presencia. Será como una cisterna agrietada que pierde continuamente su contenido, sin retenerlo jamás; y por mucho que se la llene, siempre se secará y continuará vacía... Un corazón así se ve finalmente privado de esa alegría conocida por Mis santos. Por falta de fe, y por dar preferencia a caprichos terrenales y materias lujosas, distintas de Mi riqueza espiritual, esos corazones, después de haber sido llenados de Mi Presencia, Me pierden gradualmente como el líquido que se filtra por las fisuras de la cisterna. Y Satanás, al no ver resistencia, los envuelve entonces en su oscuridad.

 

Por lo tanto, tú que aún no has probado nunca Mi dulzura, sino que te has abastecido eternamente de amarga hiel, levántate ahora y avanza, pues hay una sola gloria, un solo deleite, un solo momento inefable de alegría que puede resultar eterno, un solo embelesamiento del alma, que es: verme y saborearme a Mí:

 tu Dios

 

 

Mensaje de Amor de Dios Padre (22 de marzo de 2010)

 

 

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