EL CIELO ENTERO SE MUEVE PARA REGRESAR A UNA SOLA OVEJITA
          

  
(HABLA NUESTRA SANTÍSIMA MADRE)

Pequeñita de Mi Inmaculado Corazón:

(Nuestra Madre está tristísima, acongojada a más no poder)

Mira, el trabajo de traer a cada uno de ustedes que ha desviado el camino es ¡tan grande! Pero el Cielo Entero se mueve para regresar a una sola ovejita de Mi Amadísimo Hijo (Nuestra Madre Se Hinca) Jesucristo y es porque es tal Su Santa Alegría al verla regresar a sus Brazos que no hay esfuerzo que no se haga en ello, nos deshacemos -como dicen vosotros- de amor por vosotros pero ¡nada podemos contra su terquedad y libre voluntad puesta voluntariamente al servicio del pecado y del Maligno!

Mis Hijitos -los ya Consagrados a Nuestros Sacratísimos Corazones- nunca menosprecian un alma porque entienden que Soy Yo, su Santísima Madre, quien os ordeno ir en pos de ella y no descansar hasta verla segura en Mis Amantes Brazos; pero ellas una vez que el peligro que las hizo correr a Buscarme, una vez que el peligro pasó, olvidan por qué huyeron del Maligno y ¡regresan a él! y entonces las apresa con más fuerza ¡Y MUCHAS VECES YA NO ES POSIBLE VOLVERLAS A LIBERAR!

Mis Pequeños, vosotros que no escatimáis esfuerzo humano en hacer lo que os pido y aún así la oveja perdida se regresa al bosque; no sois de culpar por ello. Que por vosotros no quede, que si os comando que me traigáis a alguna, no juzguéis si es imposible o no; sólo haced lo que os pido, que sólo Yo sé por qué os lo comando y si la oveja no regresa no os sintáis mal de que así sea. El Cielo así trabaja, de la misma manera que vosotros.

Id por ella y no esperéis a ver el resultado, conformaros humildemente con hacer la parte que os corresponde y si vais por 100 y no creéis que ni una se queda, iréis por 100 más mientras tengáis vida.

Pequeños, no dejéis de hacer lo que os comando. Que de 300, si una regresa, habréis dado un goce sin par al cielo y no contéis las que se os vuelven a perder; más bien alegraos por esa una que regresó.

No contéis las pérdidas, sino las ganancias que vosotros no podéis comenzar a comprender lo que es una sola oveja que regresa al Cielo. ¿Lo podéis comprender? ¿Haréis como os solicito? ¿Tengo vuestro Fiat?

(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)

Vosotros creéis, Mis Pequeños, que El Cielo os alarma por nada. El Cielo no os habla sin razón. Los Nuestros que desvelan, sirven, oran e intentan con la mayor celo posible seguir Mis Huellas son aislados y los dejan solos. Son como el desierto, pero dan flor y dan fruto a quien es sediento y a quien está hambriento, pero son criaturas de abandono y soledad. Tratad, Pequeños, de ayudar a los Míos cuyos cargos son grandes y fardo pesados. Ellos no os pedirán ayuda, pero debéis ofrecérosla. No temáis los que sois de Mi Grey, pero estos mensajes nocturnos, desesperados, son para las ovejas que andan a la vera del Camino, sin decidirse a regresar. A ellas os llamamos ¡REGRESAD YA! ¡NO ESPERÉIS MÁS! Que el tiempo ya no es tiempo.

(HABLA DIOS PADRE)

Es, Pequeños, el desenlace de la Historia lo que se avecina, lo que se aproxima a vosotros.

REGRESAD REGRESAD REGRESAD que el barco Zarpa ya y no debéis quedaros fuera. Regresad ya, que el tiempo apremia y los acontecimientos os tomarán por sorpresa. ¿Qué no veis como los países están armados y esperando una provocación que llegará y se desatará el pandemonio (*) sobre la tierra? ¡Regresad antes que sea demasiado tarde para vosotros!

Los Nuestros desvelan, acogiendo los llamados angustiosos del Cielo para llamaros. Regresad que el tiempo ya no lo es.

Volved a la Casa del Padre que no tenéis más tiempo. Os fuimos anunciando durante estas últimas décadas…Poco a poco fuisteis acudiendo, pero ahora que el barco zarpa no hay más tiempo que perder. No os quedéis desprotegidos en el mundo que este no os ofrecerá más que mayor oscuridad ¿Lo podéis comprender?

(*) pandemonio.1. m. Lugar en que hay mucho ruido y confusión. 2.m. Capital imaginaria del reino infernal. 3. aquelarre reunión de demonios.

HDDH

(Del 13 al 14 de Abril)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

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