Dios Padre
EL ALMA SOBERBIA NO CONFÍA EN NADIE Y MENOS EN MÍ, VUESTRO DIOS
Título original: Lo prometido ya está a vuestro alrededor, lo profetizado ya está sobre vosotros.
Rosario vespertino
Temas:
No temáis el venir hacia Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre
estaré con vosotros, pero dejadme, dejadme actuar, haced la prueba Mis pequeños,
dejadme actuar en vuestra vida.
Yo quiero que vosotros tengáis ésa seguridad de que os podáis abandonar
plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para vosotros, porque
siempre se va a desarrollar en el Amor.
Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que
haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible.
No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidme que entendáis
estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis ésa grandiosidad, porque
Yo habitaré en vosotros.
Mensaje de Dios Padre a J. V. (19 de Agosto de 2012)
Primer Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: No temáis el venir hacia Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor,
siempre estaré con vosotros, pero dejadme, dejadme actuar, haced la prueba Mis
pequeños, dejadme actuar en vuestra vida.
Hijitos Míos, Yo Soy todo Amor, os prometí enviar a Mi Hijo para reparar el
daño que habían causado vuestros Primeros Padres, y Lo tuvisteis entre vosotros.
Ciertamente, el pueblo judío, duro de cerviz, se oponía continuamente a Mis
Ordenes. Yo tenía que ser duro también para que éste pueblo entendiera y se Me
conoció en el Antiguo Testamento como el Dios Guerrero, el Dios de temor, el
Dios al que no se le podía ver Cara a cara, porque inmediatamente morirían.
Se Me tenía más temor que amor y
Yo no Soy así, Mis pequeños y por eso os envié a Mi Hijo Jesucristo, para que Lo
tuvierais entre vosotros, para que pudierais gozar Mi Presencia entre vosotros y
Me conocierais como realmente Soy, como un Dios de Amor y así el hombre pudo ver
a su Dios de frente, a los Ojos, gozar con Su Presencia amorosa, gozar de Sus
Milagros, gozar a Mi Hijo y con Él, a Mí Mismo, porque Yo también se lo dije a
los apóstoles, aquél que ve a Mi Hijo, Me ve a Mí.
Mis pequeños, Yo Soy todo Amor y Yo quiero que vosotros entréis a Mi Corazón a
través de Mi Hijo Jesucristo. Él ha dado un Ejemplo Santo y Vivo, sobre todo,
porque convivió entre vosotros, convivió con el género humano y sigue
conviviendo cuando vosotros Lo dejáis vivir enteramente en vosotros.
Yo estoy en medio de vosotros, pero vosotros tenéis la última palabra,
tenéis la libertad
de dejarme entrar en vuestro ser o dejarme fuera. Vosotros gozaréis realmente
cuando Me tengáis en vuestro interior. Yo no limito a las almas en su actuar,
vosotros, al dejarme entrar en vuestro corazón, en vuestro ser, vengo a actuar
en vuestra vida plenamente y entonces veis cómo todo os sale mejor, porque
Yo estoy obrando por vosotros,
os estoy aconsejando, os estoy llevando a que vuestros actos, pequeñitos, se
vuelvan actos Divinos, porque estáis compartiendo vuestra vida y vuestro
quehacer Conmigo, vuestro Dios.
Cuando vosotros Me sacáis de vuestra vida,
erráis, caéis, os llenáis de
problemas, porque todo lo
queréis hacer por vuestras propias capacidades, y debéis estar seguros que
vuestras capacidades son muy pequeñas, no tenéis las capacidades Divinas que
tengo Yo ni la Sabiduría Divina que os va a llevar por caminos de perfección.
Os digo esto, Mis pequeños, para que Me dejéis vivir en vuestra vida, que Yo
pueda hacer vuestras obras, que Yo os pueda aconsejar en todo momento, para que
vuestra vida sobre la Tierra se desarrolle lo más perfectamente posible y deis
mucho fruto, como el fruto que dio Mi Hijo y de ahí crecieron muchas otras más
almas, al tomar Su ejemplo y Su vivir.
Sed sabios, Mis pequeños,
tenéis al Maestro entre vosotros, seguidlo y así aseguraréis que vuestra vida se
perfeccione y fácilmente podréis tener vuestro premio final y eterno.
No temáis el venir hacia
Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre estaré con vosotros, pero
dejadme, dejadme actuar, haced la prueba Mis pequeños, dejadme actuar en vuestra
vida y veréis una gran diferencia de cómo erais antes a lo que se os vendrá
después, cuando Yo os ayude en todo lo que vosotros hagáis, penséis, obréis,
habléis. Os amo, Mis pequeños, os quiero Conmigo y quiero que dejéis mucho
ejemplo y muchas obras sobre la Tierra, como Mi Hijo las dejó.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Yo quiero que vosotros tengáis esa seguridad de que os podáis
abandonar plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para
vosotros, porque siempre se va a desarrollar en el Amor.
Hijitos Míos, cuando Yo os hablo, cuando Yo os guío, cuando Yo os llevo en lo
profundo de Mi Corazón, para que vosotros trabajéis por Mí, no debe haber duda
en vuestro corazón, no debe haber duda en que es Mi Presencia, en que es Mi Vida
en vosotros.
Primeramente, para que vosotros estéis seguros de lo que vosotros estáis
recibiendo de Mí, vuestro Dios,
es la paz que habrá en vuestro
corazón y esa paz os asegurará que Yo estoy Presente.
Mis pequeños, Conmigo, con vuestro Dios, no debe haber ningún tipo de duda,
porque Yo Vivo en la Verdad. Vosotros dudáis, porque estáis rodeados de mentira,
no entendéis todavía lo que es Mi Presencia en la vida del hombre. ¿Por qué
dudáis?, porque a lo largo de vuestra existencia,
Satanás os ha atacado tanto, que
sufrís con las mentiras, con la maldad con la que os ataca Satanás a través de
hermanos vuestros.
Cuando Yo estoy con
vosotros, vosotros debéis estar alegres, y es porque esa alegría se desarrollará
por la paz que, primeramente, tendréis en vuestro corazón.
Agradeceréis grandemente el ser escogidos como hijos Míos pero, también, sabréis
que tenéis un compromiso porque, al ser escogidos, deberéis mantener esa paz y
esa alegría con vosotros y eso Yo se lo pedí, primeramente, a través de Mi Hijo,
a los apóstoles y a todos aquellos primeros cristianos que recibieron el Mensaje
de Mi Hijo y lo llevaron a cabo en su vida. Se les reconocía a esos primeros
cristianos por la alegría
que irradiaban, pero es
una alegría Divina, Mis pequeños, es una alegría que los envuelve, que la gozan
y transmiten. Cuando hay verdad en vuestra vida, en vuestras palabras, en
vuestros hechos, es cuando vosotros debéis voltear hacia Mí, primeramente
reconocer que vuestra vida se está llevando a cabo en esa forma porque Me
dejasteis entrar a vuestro corazón.
No os imagináis, Mis pequeños, el
gozo que Me dais, vosotros, pequeñitas criaturas, cuando Me hacéis feliz a Mí,
vuestro Dios Omnipotente, Inmenso, con vuestros pequeños actos, pero sobre todo,
con vuestra confianza plena en Mí.
Cuando vivís en la Verdad, cuando vivís en la alegría, Me dais un gran gusto,
como el gusto que le dan los pequeños hijos a sus padres, porque ellos saben que
el hijo está confiando plenamente en ellos y además, que le aman inmensamente.
El padre goza con el abrazo del hijo, pequeñito, que ya reconoce de sus padres,
esa protección inmensa que viene de ellos.
Mis pequeños, Yo quiero que vosotros tengáis esa seguridad de que os podáis
abandonar plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para
vosotros, porque siempre se va a desarrollar en el Amor. Yo no creo a un alma ni
le doy vida a una persona para que viva sobre la Tierra, para llevarla hacia el
mal. Ciertamente, el mal os rodea y estáis en la Tierra para producir amor,
ciertamente sufriréis, porque hasta Mi Hijo sufrió por llevaros Mi Amor,
pero siempre, al estar Conmigo,
aun a pesar de que sufrís, gozáis, porque estáis haciendo Mi Voluntad.
Mis pequeños, Yo quiero que os envolváis en Mi Amor y cuando lo hagáis,
reconoceréis Mis Potencias, Mi Amor Infinito sobre vosotros, Mis Cuidados
Celestiales para con vosotros, los vuestros y todos aquellos por los cuales
oráis. Cuando un alma está
plenamente Conmigo, esa alma puede hacer grandes milagros, que son Mis Milagros,
pero que vosotros, en confianza, Me pedís y Yo los realizo, porque os amo,
porque vosotros amáis a aquellos por quienes vosotros pedís.
¿Os dais cuenta, Mis pequeños, el poder que tenéis sobre Mí, cuando vivís en el
Amor, cuando Me pedís con confianza?
Yo no puedo negar nada a un alma
cuando se acerca a Mí y en confianza Me pide por los demás, no pide por sí
misma, simplemente se abandona a Mis Brazos, se abandona hacia Mi Amor y pide
por sus hermanos, porque reconoce que ellos necesitan de Mi Vida.
Dadles Vida a vuestros hermanos, ayudadles en lo que podáis
y tomad de Mí todo
lo que necesitéis
para darles a vuestros hermanos Mi Vida y con ello alegraréis
Mi Vida, Mis pequeños. Yo os Bendigo y quiero estar siempre con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro
Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible.
Hijitos Míos, contrariamente a lo que muchos creen de Mí, siempre están brotando
Bendiciones para todos vosotros, Soy una Fuente Inagotable de Bendiciones, de
vida espiritual, de Amor.
Ved a un foco y ved la luz que irradia. Mi Luz va por todos lados, todo lo que
está alrededor recibe Mi Luz y todo cambia, las tinieblas se van y todo queda
claro alrededor de donde brota Mi Luz.
Así Soy Yo, Mis pequeños, de Mi irradia una Luz tremenda, bella, saludable,
santa y todo lo que va tocando lo va transformando.
Mis pequeños, todo debió haber quedado ya purificado desde hace mucho
tiempo si el hombre no se hubiera apartado de Mí. Cuando vosotros no estáis
Conmigo, porque no hay oración ni amor en vuestro corazón, Mi Luz,
transformadora, purificadora, santificadora, no puede llegar a donde debiera
llegar, porque vuestra negación impide que alcance a todo aquello y a todos
aquellos que debiera transformar.
Vosotros mismos detenéis Mi Obra purificadora
y santificadora, porque Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís
a Mí, vuestro Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e
invisible, estáis distraídos con vuestras propias cosas, con vuestro mundo, con
vuestros intereses, que no necesariamente son Mis intereses y, muchas veces, por
ser instrumentos del mal, atacáis hasta Mi Obra en el corazón de vuestros
hermanos. Vosotros mismos os volvéis traidores, destructores de Mi Obra de Amor
transformadora sobre vosotros y sobre el Universo entero.
Aunque Soy vuestro Dios, respeto vuestro libre albedrío y Yo no os presiono ni
os obligo, porque deseo que entendáis, hasta en lo más profundo de vuestro ser,
lo que es la realidad Divina en vuestra vida.
Yo Soy vuestro Dios y Creador y necesito de vuestra libertad para que apoyéis
todo lo bueno que he creado, pero que tiene que ser purificado, porque Satanás
lo afectó con su mal.
Mis pequeños, si no os
acercáis a Mí, si no Me pedís a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, que transforme
y purifique todo aquello que ha sido afectado por el mal, Mi gozo sobre la
Tierra, sobre vuestra vida, tardará en llegar.
Entended, Mis pequeños, que el poder de lograr todo esto, éste cambio que tanto
necesitáis, solamente os lo puedo dar Yo, pero si no Me dais el permiso para
hacerlo, Yo no os voy a obligar, porque os respeto, y daos cuenta, Mis pequeños
que vosotros mismos estáis alargando vuestra agonía,
porque no Me estáis dejando
purificar todo lo que os rodea y que ya debierais estar gozando, porque va a ser
para vosotros, el Cielo sobre la Tierra.
Pedidme Mis Bendiciones,
pedidme Sabiduría, pedidme Discernimiento para que
entendáis lo que debéis pedirme, para que entendáis que Me debéis dejar obrar en
vuestra vida, a vuestro alrededor, en el Universo entero, para que gocéis lo que
Yo tenía pensando para vosotros desde el Principio del Tiempo pero que quedó
trunco, quedó detenido y no se ha logrado llevar a cabo, en totalidad, por el
Pecado Original.
Si vosotros no entendéis esto, que debe haber un cambio total en vuestra vida a
favor Mío, que es el dejarme actuar en plena libertad, vosotros no gozaréis
pronto lo que debierais ya estar gozando. Vosotros mismos, al detener Mi Obra,
sufrís y vosotros Me culpáis a Mí, vuestro Dios de lo que sucede en vuestro
mundo y en vuestra propia vida y, esto quiero que lo entendáis perfectamente,
que no Soy Yo el que produce el
mal, sino vosotros no lo
estáis deteniendo porque no estáis viviendo en el Bien ni para el Bien.
El mal, lo tenéis en vuestro
corazón, en vuestros actos, en vuestros pensamientos y si no os volvéis hacia el
Bien, que Soy Yo, para que os purifique y os santifique, no podréis nunca actuar
ni discernir de acuerdo a Mis Planes Divinos.
Sois pequeños, no tenéis Sabiduría Divina, debéis entender esto perfectamente
bien, Mis pequeños. Aprended a ser humildes, para que Me dejéis actuar, en
vosotros, a Mí, vuestro Dios, que Soy Perfecto.
Haceos pequeñitos y sed obedientes a lo que Yo os pida, que siempre será para
vuestro bien. Yo Soy el Bien Supremo y Yo quiero el Bien para los Míos, para los
que viven para el Amor, para los que quieren ser transformados por Mí, vuestro
Dios. Yo quiero ya, Mis pequeños que el mal termine, porque os quiero ver gozar.
Olvidaos de vosotros mismos y
dejadme actuar a Mí, es para vuestro Bien,
entendedlo. Yo ya tengo todo, porque Soy el Bien Supremo, vosotros necesitáis de
Mi Bien, pero necesitáis entender que en vuestro libre albedrío,
Me debéis
llamar y humildemente dejarme actuar en lo que Yo quiera para vosotros. No
detengáis Mi Obra ya, Mis pequeños, quiero lo mejor para vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidme que
entendáis estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
Hijitos Míos, habláis mucho del cambio que se tiene que venir sobre la Tierra,
habláis de los signos visibles, del Apocalipsis prometido en las Escrituras,
estáis esperando que llegue, pero estáis ciegos, Mis pequeños. Lo prometido ya
está a vuestro alrededor, lo profetizado ya está sobre vosotros,
¿qué estáis
esperando para vuestro cambio?, ¿qué estáis esperando para vuestra conversión
total?
No queréis entender que el mal que os rodea ya también está dentro de vosotros.
Vosotros sois parte de ese mal, vosotros mismos estáis incrementando ése mal,
con el que Satanás os ha atacado,
pero que vosotros no habéis
detenido y hasta lo habéis prodigado.
¿No entendéis, Mis pequeños, que el ser parte de ese mal que os rodea, vosotros
alargáis el tiempo de Mi Triunfo sobre las fuerzas de Satanás? Ciertamente su
mal tendrá un final, como prometido y profetizado está. Ciertamente, Yo os estoy
protegiendo,
aún ha pesar del mal que vosotros anidáis en vuestro corazón, en vuestra mente,
en todo vuestro ser.
¿De qué ha servido la predicación de todo un Dios para vuestro cambio, para
vuestra salvación? Palabras Divinas, se las ha llevado el viento, porque
vosotros no las tomasteis ni las llevasteis a lo más profundo de vuestro ser,
para que ellas os transformaran y
vivierais ya de acuerdo a Mi
Voluntad y así estuvierais
ya gozando de Mis Bienes en la Tierra, los Bienes Divinos de las almas que
ganaron su lugar en el Reino de los Cielos, en el Paraíso, en el cual vivieron
por un tiempo vuestros Primeros Padres, en un Paraíso Terreno, pero que lo
gozaban como si fuera el Reino de los Cielos.
Y vosotros estáis llamados a eso,
Mis pequeños, también en la Tierra, a recibir los gozos del Cielo.
Pero en vez de ayudarme con vuestro cambio total, y que ya empezarais a gozar
con todo esto, ha sido todo lo contrario, habéis abierto vuestro corazón y
vuestra mente a Satanás y él es el que está dominando vuestra vida
y vosotros no lucháis por
erradicarlo de vuestro ser.
Tanto que podríais ya estar gozando, Mis pequeños y seguís en el fango. Vosotros
no debéis ser los puercos con que se ejemplifica a las almas malvadas en las
Sagradas Escrituras, vosotros, sois hijos del Rey y como hijos del Rey debéis de
buscar nuevamente vuestra dignidad, luchar por ella, porque todo lo bueno cuesta
y os tiene que costar el regresar a esa dignidad de hijos de todo un Rey, pero
muy superior a los reyes de la Tierra, que Soy Yo, vuestro Dios.
Al alcanzar esa
dignidad estaréis gozando de los bienes del Cielo y también de la Tierra, pero
ya no queréis luchar, ya os habéis acostumbrado a donde os ha llevado Satanás.
Como vivís con el mal que os rodea y lo aceptáis en vuestra vida,
no entendéis que hay una Vida muy
superior a lo que vosotros estáis viviendo y que no habéis buscado para vuestra
vida y para los vuestros.
Los padres buscan lo mejor para sus hijos, se sacrifican por ellos, dan su
tiempo, dan su cansancio, dan su vida con tal de que los hijos vivan mejor que
aún ellos mismos. Los padres sufren, los padres se dan por el bienestar de los
hijos. Yo Me di, como Padre que Soy en Mi Hijo Jesucristo, para que sufriera
hasta la muerte por el bien vosotros, para que os rescatara de las garras de
Satanás. Pero vosotros no habéis respondido como debisteis haber respondido a
ese Bien Divino que Yo os di a través de Mi Hijo, habéis desperdiciado los
bienes del Cielo que son vuestros también. Y seguís sufriendo y Me echáis a Mí
la culpa de vuestro sufrimiento, es injusto lo que hacéis Conmigo, Mis pequeños,
Yo que solamente os quiero dar Amor, os doy protección contra Satanás, os cuido,
a pesar de vuestro descuido hacia Mí, os amo a pesar del odio y la maldad con la
que Me pagáis todo Mi Bien y aún así os cuido y os amo, Mis pequeños.
Tiempo vendrá en que entenderéis todo esto y lloraréis vuestros errores, pero Me
lo agradeceréis, Mis pequeños, porque ahora vivís en las tinieblas, en las
tinieblas de vuestra vida y de vuestra mente, porque así os ha querido llevar
Satanás, para que no veáis la realidad que os rodea, que es Mi Verdad, pero que
vosotros no queréis tomar. No sólo el mal es el que os rodea, también
Mi Bien os
rodea y os protege de ese mal de Satanás, porque si Mi Bien no estuviera
deteniendo el mal de Satanás, no sobreviviríais, Mis pequeños, su poder es
inmenso sobre vosotros, pero Mi Bien es infinitamente superior, pero no lo
queréis tomar.
De vosotros depende vuestro cambio, de vosotros depende el que, al
pedirme con
humildad y que reconozcáis vuestro pecado, Yo Me pueda derramar sobre vosotros y
os consienta, como hijos Míos que sois.
No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidme que entendáis
estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regala en todo momento. Quiero
que estéis Conmigo plenamente, como plenamente Yo estoy con vosotros y con
vuestra vida. Mi Hijo os
dijo, amaos los unos a los otros, como Mi Padre os ama, pero no lo entendéis ni
queréis entenderlo. Vivís en el mal y en lugar de levantaros os quedáis en el
fango.
El hijo desobediente del rey lo entendió después de que sufrió y se levantó para
pedirle perdón a su padre el rey y él lo perdonó. Entended esta Parábola, Mis
pequeños, ponedla en vuestra vida, levantaos, no os quedéis en el fango, que es
el pecado con que os ha manchado inmensamente Satanás, levantaos, como hijos del
Rey que sois para que tenéis los derechos Divinos de poseer Mis Bienes, tomadlos
ya, Mis pequeños, y no sigáis desperdiciando ni rechazando el Bien que os
pertenece.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis ésa grandiosidad,
porque Yo habitaré en vosotros.
Hijitos Míos, hay una gran diferencia entre un alma humilde y un alma soberbia.
Cuando un alma reconoce sus pecados, reconoce sus errores, su pequeñez, su
maldad, la poca donación de su vida a lo que Yo os pido, la humildad lleva a ésa
alma a mirar el panorama alrededor de ella de una forma total.
Con Sabiduría Santa puede darse
cuenta plenamente de sus errores, de la maldad que le rodea, y la bondad que
también está a las puertas de su vida, para que sea purificada y santificada.
La humildad os abre muchas puertas, Mis pequeños, hacia el Bien. El alma humilde
está muy cerca de Mi Corazón y con el alma humilde Yo puedo trabajar plenamente,
porque el alma humilde Me da Mi lugar como Dios, como Salvador, como Donador de
una vida profunda espiritual, una vida profunda y se podría decir, secreta,
entre el alma y su Dios.
El alma humilde tiene un acercamiento muy grande a Mi Corazón. El alma humilde
Me va conociendo mucho más que las otras almas soberbias y malas.
Y lo permito así, Mis pequeños, para que el alma humilde crezca y al crecer, dé
mucho fruto y al dar mucho fruto, recibirá de Mí grandes Bendiciones, porque
cuando vosotros dais mucho fruto, que es el hacer Mi Voluntad y sobre todo,
salvando almas y regresándomelas a Mí, Yo le agradezco con un derrame de
Bendiciones, para que no se salga de esa situación humilde en la que vive, que
le traerá muchas más Bendiciones.
En cambio el alma soberbia, se ciega, no sabe ver a su alrededor ni menos en su
interior. El alma soberbia, al cegarse en sí misma, no crece, y hasta disminuye,
se llena con más mal y acaba perdiéndose. El alma soberbia ni hace el bien para
sí misma ni ayuda a sus hermanos, es más, en su presunción, las ataca, se cree
mejor que los demás, presume y destruye, no soporta al alma humilde y no
entiende cómo esa alma humilde, a la que ve pequeña, insignificante y no la
respeta, puede ser superior a ella, porque se siente con más capacidades, se
siente ser mejor. El alma
soberbia ataca en todo momento, no ayuda a sus hermanos, ve solamente lo
material, lo humano, lo del mundo, lo que le rodea para su bienestar.
Al alma soberbia no le gusta el sufrimiento y trata de evitarlo a toda costa y,
a veces, sacrificando el bienestar de los que le rodean, sin sacrificar su
propio bienestar. El alma
soberbia no pide ayuda ni consejo, no confía en nadie, más que en ella misma y
menos en Mí, vuestro Dios.
El alma soberbia, no crece, al contrario, decrece, a tal grado, de que luego no
podrá hacer nada bueno, ni por ella misma ni por los demás. El alma soberbia no
mejora, porque Mi Sabiduría, Mis Bendiciones, no pueden anidar en ella. El alma
soberbia acaba perdiéndose, en la mayoría de los casos, porque no reconoce Mis
Verdades, no reconoce Mi Palabra, no pide Mi ayuda para reconocerse que vive en
el mal, que vive necesitada de Mi Consejo, de Mi ayuda, de un cambio radical
para su mejora.
El alma
soberbia no se doblega, siempre quiere mantenerse derecha, aparentando poseer el
bien, aparentando tener el conocimiento total.
Ya que Mi Sabiduría y Mis Bendiciones no están con las almas soberbias, estad
seguros, Mis pequeños, que es solamente apariencia lo que tienen estas almas,
porque la Verdad no anida en su corazón.
Por eso os pido, Mis pequeños, que la humildad habite siempre en vosotros, la
humildad os hace aceptar vuestra pequeñez y con eso, os da la Sabiduría
necesaria para que vosotros os acerquéis a Mí
y pidáis constantemente Mi ayuda.
La humildad os lleva a reconocer vuestra pequeñez y vuestra imperfección y os
hace reconocer también que Me necesitáis en todo momento de vuestra vida.
Sois pequeños, muy pequeños y
toda vuestra vida lo seréis, pero si no os acercáis a Mí, os perderéis y el alma
humilde acepta ésta Verdad y por eso el alma humilde es tan grande ante Mis
Ojos.
Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis esa grandiosidad, porque
Yo habitaré en vosotros y así se reconocen las almas en el Reino de los Cielos.
Llegan ahí, por su pequeñez, por su humildad y por su confianza en Mí, vuestro
Dios, sabiendo que sin Mí, no sois nada.
Gracias, Mis pequeños.
Página Principal
(Índice del tema)
Página Siguiente (Debéis aprender a dar alegría a través del sufrimiento)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Lo invitamos a visitar
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.