Dios Padre

 

DEBÉIS APRENDER A DAR ALEGRÍA A TRAVÉS DEL SUFRIMIENTO

 

  

 

 

 

Ayudad a los débiles que estén a vuestro alrededor, a que también ellos luchen contra las fuerzas de Satanás.

 

 

 


Temas:

Uníos a Mí a través de vuestras cruces de cada día, vuestras pequeñeces se van a hacer grandes cuando os unáis a Mí, vuestro Salvador, no desperdiciéis vuestros momentos, ofrecedme todo.
El Amor vencerá, queráis o no, Mi Vida se deberá dar sobre la Tierra, Satanás será encadenado y viviréis lo que Yo os he dado desde un Principio, pero quedó trunco por el Pecado de vuestros Primeros Padres.
No os imagináis, Mis pequeños, cuánto dolor Nos causa en los Cielos, ver las almas que se están perdiendo, aún a pesar de todos los esfuerzos que hace el Cielo para que vosotros enmendéis vuestro camino.
Vosotros estáis llamados a ser hijos de Dios, todos, todos lo que estáis sobre la Tierra tenéis ésa responsabilidad, de ser llamados hijos de Dios.
Vosotros estáis llamados a la Vida, entonces, buscad que la Vida, Mi Vida permanezca en vosotros y no os soltéis de Mí, Mis pequeños y ayudad a los débiles que estén a vuestro alrededor.


Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

 

 



Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.


Sobre: Uníos a Mí a través de vuestras cruces de cada día, vuestras pequeñeces se van a hacer grandes cuando os unáis a Mí, vuestro Salvador, no desperdiciéis vuestros momentos, ofrecedme todo.

 


Hijitos Míos, Mi Cruz sigue siendo escándalo para unos y amor para otros. Sí, Mis pequeños, todavía muchos de vuestros hermanos se escandalizan al ver la Cruz, quieren ver triunfo, quieren ver Gloria, quieren ver Paz, quieren ver alegría y no se dan cuenta que la Cruz os da todo eso y más, pero no sabéis apreciar la Cruz, que es el sufrimiento que todos vosotros debéis pasar, como Yo tuve que pasarla por vuestra salvación.



La Cruz os da alegría, a tal grado, de que Yo Me abracé a ella, por la alegría de saber que al ofrecerme por vosotros os iba a abrir las Puertas del Paraíso.



Mis pequeños,
debéis aprender también vosotros a dar alegría a través del sufrimiento, dar alegría a través del servicio a vuestros hermanos, aún a pesar de que vosotros estéis cansados y sufráis, o no estéis tan preparados como creéis que debéis estar.



Mis pequeños, todo se vive en el amor, cuando vosotros
aprendéis a vivir en el amor, es más fácil vivir los sufrimientos, las penurias, vuestras penas de todo tipo, porque vosotros estaréis uniéndoos a Mí, vuestro Dios y Salvador.

 



Os he dicho que os amarais los unos a los otros y la Cruz es eso, Mis pequeños,
es amor de unos para otros, la Cruz no debe ser escándalo, la Cruz debéis verla como Salvación, como Glorificación, como Vida para todos vosotros.



Uníos a Mí a través de vuestras cruces de cada día, vuestras pequeñeces se van a hacer grandes cuando os unáis a Mí, vuestro Salvador, no desperdiciéis vuestros momentos,
ofrecedme todo, Mis pequeños.



Vosotros tenéis una cruz de cada día, que no os podéis apartar de ella ni la podéis negar,
porque la cruz viene por el Pecado que se cometió por vuestros Primeros Padres. Vosotros debéis padecer vuestra cruz y qué mejor cuando os unís a Mí, vuestro Dios. Ahora, os causa penurias, tenéis dolores, tenéis sufrimientos, pero vendrá el tiempo en que os daréis cuenta de lo que vosotros hicisteis al haber ofrecido vuestra vida junto con la Mía en la Tierra. Cuando lleguéis al Reino de los Cielos gozaréis inmensamente el haberos ofrecido a Mí y haber unido toda vuestra vida, toda vuestra cruz a la Mía.



Gozad pues, desde ahora, Mis pequeños, esos grandes momentos que tendréis Conmigo cuando lleguéis al Reino de los Cielos y gozad Mi Cruz y agradeced la vuestra, porque muchas almas,
muchas almas se van a poder salvar a través de vuestros ofrecimientos y de vuestro amor.
Gracias, Mis pequeños.

 



Segundo Misterio, Habla Dios Padre


Sobre: El Amor vencerá, queráis o no, Mi Vida se deberá dar sobre la Tierra, satanás será encadenado y viviréis lo que Yo os he dado desde un Principio, pero quedó trunco por el Pecado de vuestros Primeros Padres.

 


Hijitos Míos, vosotros estáis acostumbrados a ver lo de la Tierra, conocéis prácticamente todo aunque, de repente, se invente algo diferente a lo que conocéis y os admiráis por ello.



Mis pequeños, Yo os voy a dar un Mundo diferente, os extasiaréis al ver lo que veréis y todo eso será
premio para aquellas almas que Me escogieron a Mí, vuestro Dios para ser parte con ellos a lo largo de su vida.



Ciertamente vosotros os distraéis, pero tan pronto Me recordáis, Me incluís nuevamente en vuestra vida y,
eso es lo que quiero que hagáis, Mis pequeños, más seguido porque estaremos unidos eternamente y quiero que ya vayáis tomando parte Conmigo de estos Nuevos Cielos y Nuevas Tierras que os daré, porque será una nueva vida para todos vosotros, los que escogidos serán.



¡Cuánto Amor derramo sobre vosotros, Mis pequeños!, ¡cuánta Vida quiero dejar en vuestros corazones!, pero una gran cantidad de hermanos vuestros no quieren ya estar Conmigo,
Me rechazan, no quieren una vida íntima con su Dios y, en cambio, le han abierto las puertas de su corazón al enemigo y por eso estáis viendo todos los desastres humanos y espirituales a vuestro alrededor, de muchos hermanos vuestros que han caído en la maldad por no tener ese soporte espiritual.



El Amor vencerá, queráis o no, Mi Vida se deberá dar sobre la Tierra, Satanás será encadenado y viviréis lo que Yo os he dado desde un Principio, pero quedó trunco por el Pecado de vuestros Primeros Padres. Volveréis a ver lo que se os dio en un Principio con vuestros Primeros Padres y veréis Mi Amor, Mi Amor en pleno, el Amor de todo un Dios, como lo vieron vuestros Primeros Padres antes de cometer ese Pecado tan grave.



Cuánto Amor gozaréis, Mis pequeños y os alegraréis a tal grado, que lloraréis el haberme ofendido tanto, cuando Me debisteis haber dado todo lo mejor de vuestra vida y que no debisteis haberos apartado de Mí. Yo, tomaré vuestras lágrimas y os perdonaré vuestras faltas, os daré Mi Vida, para que gocéis todas Mis Bendiciones y todas las maravillas que tengo guardadas para todos vosotros, los que estáis Conmigo,
los que no habéis traicionado Mi Santo Nombre ni las Leyes y Decretos que Yo os dejé.



¡Cuánto os amo, Mis pequeños, que os perdono todos los pecados, aún por más graves que sean!, sólo acercándoos a Mí y llegando arrepentidos, Yo os puedo dar Nueva Vida, pero debéis estar ante Mí, arrepentidos, arrodillados, adoloridos de vuestro mal proceder y veréis Mi Misericordia sobre vosotros.



Preparaos, Mis pequeños, ya os he dicho que el tiempo terminó, estáis a segundos de los grandes acontecimientos y todavía podéis hacer mucho para vosotros mismos y para vuestros hermanos por su salvación eterna y por una vida de santidad. Confiad en Mí, Mis pequeños, acercaros a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, que Yo tengo mucho todavía por daros a cada uno de vosotros.


Gracias, Mis pequeños.

 



Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.


Sobre: No os imagináis, Mis pequeños, cuánto dolor Nos causa en los Cielos, ver las almas que se están perdiendo, aún a pesar de todos los esfuerzos que hace el Cielo para que vosotros enmendéis vuestro camino.

 


Hijitos Míos, se os ha venido preparando, desde hace tiempo, con Mis Apariciones alrededor del Mundo. Nuestro Padre, Nuestro Dios, Mi Padre y Señor, Me ha permitido que en este tiempo Yo os visite en la Tierra, Soy vuestra Madre y llevo la Palabra de Mi Hijo, la Palabra de Nuestro Dios, a todos los países y regiones de la Tierra para un cambio de corazón.



Ciertamente, algunos de vosotros habéis cambiado, habéis retomado nuevamente el camino correcto, el camino del Bien, pero cuántos todavía viven en el camino equivocado,
van caminando hacia su propia destrucción y, muchas veces, llevando también de la mano a muchos otros a su destrucción eterna.



No os imagináis, Mis pequeños, cuánto dolor Nos causa en los Cielos, ver las almas que se están perdiendo, aun a pesar de todos los esfuerzos que hace el Cielo para que vosotros enmendéis vuestro camino, es un dolor inmenso, Mis pequeños, que
vosotros no podéis entender, el dolor de todo un Dios de ver a la criatura, que Él ha pensado de siempre, y esta criatura no Lo quiera, esta alma Lo rechace y prefiera estar eternamente fuera de Su Gracia y de Su Amor.



Cuántas Bendiciones desperdiciáis, cuántas oportunidades de vida eterna no queréis ni buscáis.



Mi Hijo os vino a dar Su Corazón, traía Su Corazón en Su Mano, Él se dio por Amor a todos vosotros, sufrió por todos vosotros, os amó hasta el final y os sigue amando
y vosotros no respondéis.



Tendréis todavía oportunidades,
muy pocas ya, Mis pequeños, de enmendar el camino. Orad unos por otros, sed verdaderos hermanos, unos para con los otros, intercediendo por aquellos que vosotros sabéis que están en caminos equivocados. Vuestra oración profunda, unida al Conocimiento que Nosotros tenemos de las almas, podrá lograr que algunas de ellas se puedan salvar. Desgraciadamente, sólo serán algunas de ellas, porque muchas están tan metidas en el mal, que no desean saber nada de lo que proviene de vuestro Dios.



Estas almas atacan al Amor, no quieren vivir en el Amor, buscan la maldad, se llenan de ella y destruyen los planes de Dios, aquí en la Tierra. ¡Cuánta maldad ha sembrado Satanás! Vosotros, los que estáis Conmigo, que estáis con vuestro Dios, que estáis para los planes del Cielo y de vuestra salvación,
podéis entender más o menos esto que os digo, porque vosotros ya tenéis el Amor de vuestro Dios en vuestro corazón y también sentís dolor por aquellos hermanos vuestros que están haciendo el mal entre vosotros.



Ciertamente, no comprendéis cómo es que un alma se pueda llenar de tanta maldad, cuando Mi Hijo se ha dado por vosotros. No os imagináis cómo es que un alma escoja el mal cuando, viviendo en el mal, no estáis a gusto, os sentís perseguidos y atacados.
Es una incongruencia, Mis pequeños, buscáis el Bien y hacéis el mal.



No hay más Amor que el de vuestro Dios y Mi Hijo, que es Dios, os lo vino a dar Personalmente a todos vosotros, aquí en la Tierra, y aún a pesar de que lo visteis, lo vivisteis, lo tenéis escrito,
no basáis vuestra vida en esas Enseñanzas, que os están asegurando un futuro bello, un futuro promisorio, un futuro eterno, lleno del Amor de Nuestro Dios.



Seguiré insistiendo, Mis pequeños, en tratar de salvar a vuestros hermanos que van por caminos de mal, que se han descarriado, que se han llenado de maldad.



Yo Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y busco, busco a las almas descarriadas, como Mi Hijo buscó a aquellas almas enfermas, aquellas almas muertas en el pecado. Vosotros, los que tenéis Vida, Vida de Dios en vuestro corazón,
compartid Conmigo ésta tarea que tenemos para con Nuestro Dios, que es la de la salvación de todas las almas. Sois Mis hijos, Somos Familia, unámonos, Mis pequeños, para que la Familia crezca, para que se acerquen aquellas almas que están desviadas y están llenas de odios, de temores, de envidias, de maldad.



Soy vuestra Madre y os amo, Mis pequeños, dadme ese gusto, del que os unáis Conmigo y Le llevemos a Nuestro Padre Dios
almas salvadas, para darle alegría, para regresarle, aunque sea, algo de Su Amor.
Gracias, Mis pequeños.

 



Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.


Sobre: Vosotros estáis llamados a ser hijos de Dios, todos, todos lo que estáis sobre la Tierra tenéis ésa responsabilidad, de ser llamados hijos de Dios.

 


Hijitos Míos, fuisteis creados para vivir en el Amor, Yo os creé, Mis pequeños, para que vivierais como familia, para que vivierais bajo Mis Leyes, que son de Amor, para que cuando procrearais, transmitierais a vuestros hijos, lo que Yo os pedí que transmitierais, para que se fuera dando, en vuestra vida y en la de ellos, Mi Vida y así se prosiguiera de generación en generación.



Mi Vida es el Amor, Mi Vida son Mis Leyes y es la perfección que todo hijo Mío debe buscar, porque viviendo bajo Mis Leyes y bajo Mi Amor, se os puede llamar hijos de Dios.



Mis pequeños, vosotros estáis llamados a ser hijos de Dios, todos, todos lo que estáis sobre la Tierra tenéis esa responsabilidad, de ser llamados hijos de Dios y, además, al ser así, hijos de Dios, debéis dar mucho ejemplo a vuestros hermanos, ejemplo Divino, porque si sois hijos de Dios, Mi Divinidad habita en vosotros y
debéis dar ejemplo de esa Divinidad, en palabras, en obras, en pensamientos, en vida con vuestros hermanos, debéis ser familia con vuestra Familia Celestial.



Mis pequeños, no os apartéis de las Enseñanzas que se os han dado. La paz, la prosperidad de este mundo depende de vosotros, que regreséis a lo que tuvisteis desde un Principio, que Yo os di y que fue creado para todos vosotros.



Ciertamente el Pecado Original echó a perder Mi Obra, pero
vosotros estáis llamados a recuperarla y, esto es, viviendo como verdaderos hijos Míos, llenándoos de Mi Divinidad. Cuando uno está lleno del Bien, su actuar va a ser siempre en el Bien, si vosotros no estáis actuando en el Bien, quiere decir que Yo no estoy habitando plenamente en vuestro corazón. Sabéis que las obras, las palabras que vosotros hacéis y decís, son el reflejo de lo que tenéis en vuestro interior.



Haced un
examen de conciencia, Mis pequeños, todas las noches de lo que hicisteis durante el día, ¿verdaderamente os comportasteis como hijos Míos?, ¿hicisteis lo que debisteis haber hecho para ser llamados hijos de Dios por vuestros hermanos con los que entrasteis en contacto en vuestro día?, si no lo hicisteis así, Mis pequeños, y disteis un mal ejemplo, pedidme perdón y buscad que el siguiente día, todo sea para mejor. Pedidle perdón a vuestros hermanos, si no lo podéis hacer personalmente, hacedlo de corazón y con los nuevos hermanos que veáis al siguiente día, tratadlos con amor y así empezaréis a enmendar los errores de vuestra vida y empezará vuestro perfeccionamiento espiritual, que es lo que Yo deseo de cada uno de vosotros, que Mi Divinidad Viva dentro de vosotros y la deis a vuestros hermanos. Sois familia y Yo quiero ser el Padre de todos vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
 


Quinto Misterio, Habla Dios Padre


Sobre: Vosotros estáis llamados a la Vida, entonces, buscad que la Vida, Mi Vida permanezca en vosotros y no os soltéis de Mí, Mis pequeños y ayudad a los débiles que estén a vuestro alrededor.

 


Hijitos Míos, la maldad crece, cuando vosotros la dejáis crecer.
Vosotros tenéis las armas, las capacidades de detener la maldad y aun destruirla, pero crece porque vosotros no estáis tomando lo debido para destruir el mal.



Vosotros mismos jugáis con la maldad, la permitís en vuestra vida y esto no debe ser así, Mis pequeños, si estáis Conmigo, si os llamáis hijos de Dios,
debéis rechazar todo aquello que sea maldad en vuestra vida, la maldad que llegue hacia vosotros, vosotros debéis detenerla con Mis Virtudes, con Mi Amor, con todas las defensas que Mi Hijo Jesucristo os dejó.



Si hay tanta maldad alrededor del mundo y ésta ha crecido, más bien se podría decir, liberado, es que vosotros mismos habéis roto esas cadenas, porque no estáis orando suficientemente, no estáis viviendo en el Amor, no estáis haciendo lo necesario para luchar contra las fuerzas de Satanás. Éste os ha venido atacando y vosotros os habéis dejado llevar por su mentira y no lo estáis deteniendo.



Ciertamente, vosotros os atemorizáis con la maldad que veis a vuestro alrededor, pero fácilmente podríais vencerla, cuando vosotros actuáis en el Amor, en la Verdad, en la Virtud.



No os dejéis pues llevar por todo aquello que Satanás siembra a vuestro alrededor y que vosotros mismos os atemorizáis con ello. Ciertamente, el mal os va a traer temores, os va a traer dudas, os esconderéis para que no os toque, pero vosotros debéis buscar el cómo vencer la maldad, y Mi Hijo os lo enseñó, Él fue atacado también por la maldad y la venció y venció también a la Muerte, que viene precisamente como resultado de la maldad, vosotros estáis llamados a la Vida, entonces,
buscad que la Vida, Mi Vida permanezca en vosotros y no os soltéis de Mí, Mis pequeños y ayudad a los débiles que estén a vuestro alrededor, a que también ellos luchen contra las fuerzas de Satanás. Vosotros podéis vencerlo, Nosotros Estamos con vosotros, os Estamos cuidando, Mi Gracia continuamente está llegando a la Tierra, os está bañando, os está protegiendo, pero vosotros no la aprovecháis, no dejáis que entre en lo más profundo de vuestro ser. Defendeos, Mis pequeños, con el Amor y con las Gracias que Yo os doy.
Gracias, Mis pequeños.
 

 

 


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