DIOS PADRE

 

IV.

 NO OS CONFÍES EN VUESTRA HUMANIDAD

Y MUCHO MENOS OS APOYÉIS EN LOS TRUCOS DEL MALIGNO

   
   

 

 

      
 

(HABLA DIOS PADRE EN UNIÓN CON LA CORTE CELESTIAL)


 


Mis niños, Mis Pequeños;

    Lleváis ya mucho tiempo jugando con  lo que llamáis “El Poder de la mente” que no es otra cosa que la vana ilusión de quitar, o pretender hacerlo, el Poder del Espíritu, que es el único que tiene el hombre, al pedirlo al Santísimo Espíritu, y creéis que por vuestra propia inteligencia lograreis los Milagros que solicitáis.
La mente, Mis Niños, no tiene ningún poder, sino el espíritu de Dios en vosotros.



   Dejad ya vuestros juegos vanos y tontos. ¿Quién de vosotros se puede curar de una grave enfermedad por creer que puede…? Ninguno,
pero si Me lo solicitáis con humildad Yo puedo curaros de cualquier mal, como un Soplo Divino.



   Así que dejad de ser megalómanos y de creer que sois vosotros mismos con vuestro poder quienes podréis aliviaros o cambiar vuestra situación, que no lo podréis y ya no tenéis tiempo que desperdiciar en estas bagatelas tontas.
Si tenéis un problema, con humildad acudid a Mí. (Salmo 51 *) y pedid Mi Ayuda. ¿Lo comprendéis?



   Vuestra medicina os puede ayudar,
pero tiene sus limites marcados por Mi Santa Voluntad, así que si queréis lo infinito, pedidme que Yo os sane, y dejad ya la tontería que Me ofendéis con vuestros trucos y al ir a magos, curanderos y hechiceros para con ello intentar doblar o cambiar Mis Santos Designios. No hagáis peor vuestra situación consultando a los del Maligno, que este no confiar en vuestro Padre eterno y acudir a los del Maligno es gran ofensa. ¿Lo comprendéis? ¡Dejad eso ya!



Todo lo que no es
de Mi Santa Iglesia es contra Mí, ¿lo comprendéis? Y, os lo He Dicho, decidid y ser fieles a ello y no busquéis que El Maligno satisfaga vuestros caprichos cuando vuestro Padre no os otorga lo solicitado es porque no es Mi Voluntad que así sea, y tened muy por seguro que ésta siempre va a la salvación de Mis pequeños y siempre tiende a lograr un mayor bien para vosotros. Confiad y esperad confiados, pero no Me afrentéis, Mis Pequeños.



Hay quienes saliendo de las Iglesias y Casas de Mi Hijo acuden a los hechiceros
a buscar doblar la voluntad del Cielo y sólo hacéis vuestra situación mucho peor. Si pedís al Maligno os cobrará y no tiene otro interés en mente que vuestra alma. Así que si os otorga un favor, tenedlo por seguro que el cobro llegará y será con vuestra propia salvación.



Recordad que Vuestro Padre Celestial
es Dios Celoso de la fidelidad de sus hijos y no lo afrontéis.



Dejad a un lado todo lo que no viene de Dios, deshaceos de todo ello: ídolos, sortilegios, juegos de naipes para hechicería, pócimas, amuletos y toda cosa “non sancta”,
que con vuestros Sacramentales Benditos y con las protecciones que os hemos otorgado tenéis lo que necesitáis, ¿Acaso creéis que el Maligno lo que os da es para protegeros o para acabar con vosotros?



Una bendición vale contra mil amuletos de la suerte.



No busquéis en horóscopos cuál es vuestro destino, porque lo vuestro es la Santa Voluntad de Dios Padre para cada uno y no está en los astros ni en toda invención del Maligno para que quitéis vuestra fe y Fidelidad de la Casa del Padre.



¿Comprendéis lo que habréis de hacer?
Limpiad vuestras vidas, vuestras casas y hogares de todo amuleto, ídolo, pócima, hechicería, libros malos; todo eso debe salir de vuestras personas, hogares y vidas para que pongáis vuestra confianza en Dios. ¿Lo comprendéis? Sino ¿cómo seréis Bendecidos si vosotros mismos estáis impidiendo que las Bendiciones lleguen a vosotros? Todo lo que es truco del Maligno habrá de salir de vuestras casas y vidas, todo.



Hacedlo ya, escudriñad en vuestros hogares y sacar todo lo malo que se esconde hasta en los rincones.



Después Bendecid vuestras casas, hogares, sitios de trabajo, medios de transporte e instrumentos de trabajo para que lo que os circunda y rodea quede limpio y no os contaminéis en vuestro propio hogar y lugar de labores.



¿Lo comprendéis?, ¿lo haréis como os solicito, Mis Pequeños?



Recordad : Uno no puede servir a dos amos, ¿en quién depositaréis vuestra confianza y el destino final de vuestra alma, en quién? Decidid, haced como se os dice y sed fieles a ello.



Dejad de leer horóscopos y consultar toda hechicería, aunque se disfrace de moda, descartadla toda.
Si no viene de vuestra Santa Iglesia dejadlo fuera, que el Maligno tiene muchos disfraces. No os atreváis a invocar a nada que no sea a vuestros Ángeles conocidos y nombrados por la Santa Iglesia, a los Santos reconocidos por ella, a la intercesión de las Santas Almas del Purgatorio, a San José y a María Santísima.



Si vuestra fe no os alcanza ni para manteneros dentro de los limites infinitos de lo que la Iglesia os da como Santo, estaréis pisando los terrenos del Maligno en uno de sus múltiples disfraces, ¿Lo comprendéis?



Escudriñad en vuestras vidas y veréis toda la contaminación que os rodea y circunda. Romped todo lazo con ello, confesarlo a vuestros santos sacerdotes y no volváis a pecar con la deslealtad y la infidelidad que ya lo podéis leer en vuestras Biblias que es pecado que ha acarreados terribles consecuencias a los pueblos.



No seáis idolatras ni afrontéis al Santo Padre con ello. Más bien orad con sencillez de vuestro corazón y con intención recta y santa que vuestro Padre que está en los Cielos os escuchará, tenedlo por seguro, y os responderá con lo que más os convenga para vuestra Salvación y Santificación.
 


¿Lo tenéis claro, Mis Hijitos?



Vosotros mismos detenéis e impedís las bendiciones del cielo con vuestra duda (como cuando Moisés golpeó dos veces la piedra*)
así que ya lo sabéis, no Me afrontéis para que os vaya bien en todos vuestros asuntos.



Ya no sois parvulillos. Los que seguís esta guía ya estáis grandecitos. No os debéis fijar si el consejo os viene de vuestra Madre, de vuestro Padre, de vuestro Rey y Señor: Os viene de Mi Sacratísima Voluntad. Así, Mis Niños, que confiad que ya tenéis la madurez para hacerlo
y no olvidéis que sólo si algo de lo que se os dice por estas que llaman “Revelaciones Privadas” va en contra, se opone, se contrapone o contradice la Santa Palabra de Mi Amadísimo Hijo es de lo que dudaréis, si no es así; confiad y seguid que estáis en Tiempos Finales y es necesaria vuestra lealtad, vuestra confianza y que vuestra esperanza santa sea depositada únicamente en Mí, vuestro Padre Dios.



¿Haréis como os lo ordeno?, ¿o andaréis buscando en las arcas del Maligno con sortilegios y maldad para cumplir vuestros deseos, aun oponiéndose al Mío, Santo y Perfecto?



Reflexionad en esto, en cada cosa, actitud, actividad, libro y artículo del Maligno y partid de ello como del Mal mismo.



Sois Mi Santo Resto Fiel
y os debéis comportar a la altura de los tiempos y ser ejemplo a vuestros hermanos, sino ¿cómo os creerán si ven que vosotros mismos sois infieles? Atraedlos a Mi Casa con vuestra fidelidad y lealtad, dadles la seguridad que necesitan Mis Ovejas para encontrar El Camino, porque si vosotros mismos no lo tenéis claro ¿cómo lo señalareis a vuestros hermanos? No pongáis vuestra confianza más que en Vuestro Dios y Yo sabré guiaros y recompensaros por ello.



¿Lo haréis como os lo solicito, Mis Ovejitas?

Vuestro Padre Dios en unión con la corte celestial quien os Habla, os advierte, os guía y os amonesta por Amor.

 

 



(*) Salmo 51

“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.

Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu Santo Espíritu.

Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.

Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.

Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia.

Señor, abre mis labios, Y publicará mi boca tu alabanza.

Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Haz bien con tu benevolencia a Sion; Edifica los muros de Jerusalén.

Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, El holocausto u ofrenda del todo quemada; Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Amén.”



HDDH

(Septiembre 02)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní

 

 

 

 

Comentario nuestro, de este Portal Católico

 

Dos reflexiones sobre este Hermoso Diálogo. Por iniciativa de uno de ustedes debíamos escribir sobre el tema de todos estos símbolos y figuras que muchas veces los vemos a diarios y no sabemos que corresponden a símbolos satánicos. Se escribió el texto pero Satanás lo borró, se volvió a escribir y nuevamente lo borró. La tercera vez no nos satisfizo  y quedó a la espera de una corrección, cosa que por problemas de tiempo aún no se ha hecho pero nos comprometemos aquí a realizar a la brevedad. En él, nosotros aconsejamos, ratificado por Dios Padre en este Diálogo, que boten a la basura toda figura, símbolo o elemento satánico, por muy inocente que parezca. Que nada contamine los hogares, porque todos esos elemento son verdaderos portales por donde puede entrar el mal a nuestras casas.

 

 

La segunda reflexión recordando a Santa Teresa de Jesús: "Sólo Dios basta". Por ningún motivo soliciten favores a persona alguna o entidad que no sea de la Iglesia Católica, tampoco a ángeles con nombres desconocidos para nosotros. Este Portal llega a todo el mundo y las costumbres son diferentes en cada país, hacemos en este oportunidad hincapié en una costumbre del Cono Sur de América, los llamados Monjes de Brasil, que visitan a los enfermos y en algunas oportunidades sanan a los enfermos. Estas identidades son desconocidas y no se saben de donde provienen, como dice Nuestro Padre, si Satanás les hace un favor, se los va a cobrar, con lo que a él le interesa, vuestra propia alma.

 

¿Necesitan sanar u otra cosa? Es a Dios a quien deben solicitarlo, a nadie más.

 

Cuéntenle como hijos que son sus problemas, lo que sea y Él como Padre amoroso verá.

 

No recordamos si alguna vez se los mencionamos, pero este Portal Católico nació, por allá por el 2002, en agradecimiento por un gran favor del Cielo, por medio de Jesús como El Buen Pastor. Había que sanar a un enfermo en forma urgente, pues por su enfermedad, sus órganos se estaban destruyendo por su propio organismo. La respuesta del Cielo fue inmediata, en menos de 48 horas se mandó un emisario celestial, visitó al enfermo, conversó con él en el Hospital por casi una hora y lo sanó.

 

¡Así es Dios!

 

Terminando, acentuar la necesidad de contarle todos nuestros problemas, por muy complicados que sean, como hijos que somos y ustedes verán como vuestra petición no quedará sin respuesta. No está demás decir que ustedes den también el primer paso, consiéntalo, estando en  Gracia de Dios, confesados contritos y cumpliendo sus Mandamientos.

 

Ustedes no se imaginan al grado que se puede llegar, hay cosas que no podemos contarlas, pues quedan en la absoluta privacidad de la relación Padre e hijo (hombre), pero ustedes no se imaginan siquiera a la intimidad que se puede llegar con Dios y como Él responde amorosamente a sus hijos.

 

Y aquí en este Hermoso Diálogo lo ofrece, es a Mí a quien deben pedir. A nadie más.

 

 

 


 

 


  Ten piedad de mí

 

Soledad Guerrero y Miguel Zabaleta
  

 

 

ANEXO


 


Nota nuestra: El Peligro del Reiki

 

 

Como lo dice nuestro amado Padre, fuera con todas estas cosas. Les aconsejamos que lean los dos casos que presentamos aquí.

 

 

 

1.- Un caso escalofriante

 

 El sacerdote barcelonés Enrique Cases, químico y doctor en Teología canónica, ha publicado en la lista de distribución de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (www.fiamc.org) el testimonio de una mujer atrapada en el reiki hasta un nivel en que dependía -incluso sexualmente- de su "maestro", gastaba grandes cantidades de dinero y era maltratada psicológicamente.

"Él mismo me dejó caer que yo tenía un ente dentro y recuerdo cómo le suplicaba yo a Dios, entre lágrimas, que me ayudara, sintiéndome totalmente desvalida y lejos de mi familia", afirma la mujer en su testimonio. El padre Cases nos ha hecho llegar a ReL una versión más completa del testimonio espiritual de esta mujer, una española identificada sólo como N.N. Esta es su historia.

Sin apenas formación cristiana
»Siempre fui una chica inquieta, en busca de un sentido trascendente a mi vida. Mis padres me bautizaron a los siete días de nacer, pero nunca más pisé una Iglesia hasta mi Primera Comunión, a excepción de algunos bautizos y comuniones. Una vez hecha la Primera Comunión, aunque yo era una niña muy sensible, buena y obediente, no volví a la Iglesia, no porque me opusiera, sino porque no fui educada cristianamente y eso que mis padres eran personas muy buenas y tenían su fe…Y sólo acudía, de nuevo, cuando era invitada a alguna boda o bautizo.

Preguntas trascendentes, y vacío
»Siendo ya una adolescente, no paraba de formularme preguntas trascendentales…y recuerdo quedarme a menudo ensimismada mirando al cielo admirando su grandeza y buscando una respuesta del ser que me creó. Los años pasaban y aunque viví algunos momentos bonitos, la verdad es que prácticamente todo el tiempo vivía en un gran sufrimiento…Todo a mi alrededor parecía ir mal: mi familia, mi relación con el novio de entonces, mi trabajo. Me sentía muy sola y no sabía cómo escapar de todo eso…Bueno, sí, se me pasó muchas veces por la cabeza quitarme la vida porque me encontraba en un callejón sin salida; o al menos eso es lo que yo sentía entonces. Vivía sin Dios, me encontraba totalmente perdida y con conductas agresivas por doquier.

Buscando en el tarot y el ocultismo
»Como mi vida era tan vacía y penosa, empecé a coquetear con el Tarot porque pensaba que no era malo e incluso, ilusa de mí, pensaba que quien podía interpretarlo era porque tenía un don de Dios. Y me gustaba consultarlo porque esperaba obtener una respuesta positiva a mi desgraciada vida, esperaba que me anunciara un cambio en mi vida para mejor. Tenía una baraja propia, a veces consultaba a alguna tarotista…Me empezaron a gustar diversas prácticas de ocultismo: numerología, quiromancia, libros de brujitas (la llamada magia blanca, que de blanca no tiene nada) y cosas por el estilo, aunque gracias a Dios nunca profundicé, fue algo meramente superficial.

"El secreto", entrada a la Nueva Era
»Y esto, junto con otras válvulas de escape que fui encontrando, hicieron que cada vez me perdiera más…Y un buen día, un amigo que tengo en Suecia, me hizo llegar por correo un DVD y me dijo que era una sorpresa. Se titulaba “The Secret” (El Secreto). Corría el año 2007 por entonces y este documental, del que se hizo la versión literaria, todavía no se había publicado en España, pero desde el primer momento que lo vi algo hizo “click” en mi interior y comencé a buscar y buscar más videos o libros relacionados con el tema. Para los que no lo conozcan, “El Secreto” trata de los deseos que tenemos, las peticiones para nuestra vida. Podemos pedirlas al Universo y éste, en el momento oportuno, nos las concede. Este es un libro muy conocido en Nueva Era. En fin, fui adentrándome más y más en estos temas y cuando tenía un momento libre lo dedicaba a ver videos o a leer algún libro relacionado con el tema.

»Fui conociendo el budismo, el hinduismo, empecé a creer en la reencarnación, leía libros en los que se narraba cómo la gente estaba acompañada por sus guías espirituales y las experiencias que tenían… Me empezó a interesar la meditación, algo leí sobre yoga, me apunté a un curso de quiromasaje, empecé a interesarme también por las Flores de Bach, las piedras…etc. Mi inquietud espiritual era cada vez mayor. Había encontrado, por fin, algo que me conectara con ese ser superior y poder salir de este mundo tan material, lleno de dolor y amargura y tan falto de esperanza.

Un curso de Reiki
»Un buen día decidí apuntarme a un curso de Reiki que ofrecían en la escuela en la que estudié quiromasaje. Se dividía en varios niveles, cuatro para ser exactos (3 niveles y Maestría). Para los que no conozcan el Reiki, lo venden como una energía llamada universal, una energía de amor que se canaliza a través de la persona iniciada y que le da un poder para sanar a los demás.

"Muy bonito", "buen rollo"
»Hice el primer nivel y, la verdad, fue muy bonito. Me sentía tan relajada y tan bien, y además había tan "buen rollo" entre los compañeros de ese curso de fin de semana. Eso sí, mi dinerito me costó. No lo recuerdo muy bien ahora, pero creo que estaba alrededor de los 100 euros. No me pasó nada en especial después, pero sí recuerdo haber tenido algún sueño bastante raro que me dio hasta miedo.

»Al cabo de un mes hice el 2º nivel. Y en este no noté nada especial. Eso sí, otros 150 euros, por lo menos. Pero como parecía todo tan bonito…

»Sin embargo, fueron transcurriendo los meses y yo me sentía cada vez más triste y no sabía por qué. Lo achaqué a que podía estar pasando otro período de depresión, porque ya había tenido otros en mi vida, pero en ese momento la verdad es que las cosas me iban bien. Yo estaba cada vez más triste y ya no me llenaba nada. Tenía ilusiones, pero las veía inalcanzables.

»Y pasaron un par de años en los que seguí leyendo libros y no había tocado el Reiki casi para nada. Hasta que me llegó un email de la escuela donde hice los cursos, anunciando que hacían el tercer nivel. Lo dudé y lo pensé bastante pero al final me decidí a hacerlo. Esta vez el curso costaba unos 200 euros, pero me daba igual, porque yo quería seguir adelante con ello.

Tercer nivel de Reiki: empieza el infierno
»El día antes de mi iniciación empecé a sentir mucha ansiedad y estuve a punto de no ir, pero me pudieron más las ganas de hacerlo y al final me presenté en la escuela. El curso acabó muy bien, me sentí relajada y contenta. Pero lo que no sabía era la pesadilla que iba a vivir al cabo de 2 días. Ahí empezó a abrirse la puerta del Infierno para mí.

»Empecé a sentir de repente un miedo horroroso porque sentía que había hecho algo que no tocaba y que ya no tenía vuelta atrás y el miedo empezó a apoderarse cada vez más de mí. Desesperada intentaba localizar a la maestra, pero no lo conseguía y una vez que di con ella lo único que me dijo fue: “Tómate el rescate de las Flores de Bach cada hora y deja el miedo”. Y ya está. Yo cada vez me sentía peor, y pasada una semana, llena de angustia y terror, notaba una presión dentro de mi cabeza que me hacía pensar que podría darme una embolia o algo así.

»Empecé a preguntar a mis amigos si conocían a algún maestro de Reiki porque yo pensaba que me habían hecho mal la iniciación o algo así. Finalmente di con una persona a través de un conocido, que era maestro de Reiki y como estaba desesperada me agarré a un clavo ardiendo y fui a su consulta.

"Mi cuerpo empezó a convulsionar"
»Desde el primer momento en que esta persona me puso la mano encima mi cuerpo empezó a convulsionar, cosa que no me había sucedido jamás, y así estuve en su consulta por lo menos un par de horas. Al final, pareció que todo se calmó y me fui para casa.

»Tenía convulsiones bastante fuertes durante todo el día, mi cuerpo parecía un molinillo y sentía dentro como si tuviera millones de hormigas y algo que me quemaba… Llamaba desesperada y finalmente en otra visita a su consulta todo se calmó bastante y me quedé mejor.



»Los meses transcurrían y yo me seguía notando rara pero aproveché para hacer con este hombre "crecimiento personal", ya que quería poder sanar y superar muchas cosas de mi vida. Y me hacía tests de kinesiología (son como unos test musculares que te dan respuestas sobre lo que está queriendo o pidiendo tu ser interior), me daba flores de Bach y otras esencias, me hacía alguna sesión de quiropráctica y, por supuesto, Reiki, para revivir mis heridas y poder sanarlas.

"Cada sesión era una tortura"
»Se producían como unos “desbloqueos” y era tremebundo lo que yo podía llegar a sufrir porque convulsionaba, gritaba con una fuerza descomunal que no podía parar y que sentía más fuerte que yo misma… y cada sesión se convertía en una auténtica sesión de tortura: literalmente. No daré los detalles de todas las sensaciones que llegué a sentir, pero eran cosas que ahora me doy cuenta que eran“magia”.

»Me decía que eran desbloqueos emocionales, pero lo que yo no sabía entonces era que estaba viviendo una posesión diabólica. Más de una vez sentí como si dentro de mi ser hubiera alguien más, como si me desdoblara, como si fuéramos dos…

»A veces notaba como si una mano me estuviese estrujando el corazón en su puño y notaba también como si me retorcieran los huesos como un alambre. Y todos estos padecimientos no los sufría sólo en las sesiones, sino que eran continuos durante todo el día. Cada vez estaba más demacrada y mi familia y mi entorno empezaron a preocuparse mucho porque, aunque yo no contaba nada, sabían que algo malo me estaba pasando.

Deseo sexual contra su voluntad
»Para colmo, al mismo tiempo, empecé a sentir que en muchas ocasiones se me despertaba el deseo sexual y noté cómo se estaba produciendo un acercamiento de esta persona [el maestro de Reiki] hacia mí en este aspecto, aunque él esperaba a ver cómo reaccionaba yo. Era una persona bastante más mayor y a mí no me gustaba nada, pero no sabría explicar cómo ocurrieron las cosas y aunque intenté evitarlo por todos los medios, acabé teniendo relaciones sexuales con él.

A solas me preguntaba por qué estaba ocurriendo todo esto, porque yo no quería que sucediera, pero algo me impulsaba a hacerlo y no entendía nada. Es algo que no me había sucedido jamás, era superior a mis fuerzas. Y todo esto fue en aumento hasta que en unas pocas semanas yo ya no podía vivir sin él.

Dominada por el maestro Reiki
»Las cosas fueron cada vez peor y yo vivía en un sufrimiento atroz, tanto físico como mental y emocional. Él mantenía una posición de dominio y me maltrataba psicológicamente. Además, el dinero que me estaba gastando con este hombre estaba ascendiendo a miles de euros porque las sesiones eran maratonianas.

»Y llegó un momento en que el trato fue tan inhumano que siempre quedará grabada en mi memoria una escena en la que él mismo me dejó caer que yo tenía un ente dentro y recuerdo cómo le suplicaba yo a Dios, entre lágrimas, que me ayudara, sintiéndome totalmente desvalida y lejos de mi familia, mientras él, a mi lado, con una mirada llena de odio, no paraba de gritarme. ¿Por qué no abandoné todo este calvario? Porque yo ya no era capaz por mí misma, algo había más fuerte que yo…

Lo que yo no supe hasta que terminó todo esto es que había estado en manos de un brujo, de alguien satánico que utilizaba todo tipo de invocaciones, y a saber qué trabajos, para conseguir todo lo que quisiera de mí.

»Gracias a la contundencia que mostré un buen día, esta persecución cesó. A partir de aquí comenzó todo un periplo de ir conociendo a más gente que estaba metida en Nueva Era y que pensaba que podían ayudarme. Pensaba, entonces todavía, que había topado con un ser perverso pero no acababa de darme cuenta del mal que había en sí en todo este movimiento.



De brujo en brujo
»Así que todavía acudí a otras personas que hacían reiki, osteopatía, exorcismos con ayuda del reiki y y la angeología, y bla, bla, bla…Hasta un brujo, que no me presentaron como tal sino como “alguien que estaba muy en la luz”, me llegó a hacer un “trabajito” de liberación, y yo caí porque me lo vendieron como bueno, tan desesperada estaba yo, porque en todos esos meses mis síntomas siguieron siendo más horribles, si cabe.

Llegó a la Iglesia
»Y por fin quiso Dios que me diera cuenta de que acudiera a la Iglesia católica para ponerme en manos de un exorcista. Y aunque el principio fue un poco titubeante, poco a poco fui adentrándome en ella. Empecé a conocer gente que me ayudó mucho. Además del exorcista oficial de la diócesis, quien me hacía, y aún me hace, exorcismos regularmente, fui conociendo a varios sacerdotes que me ayudaron, y aún siguen haciéndolo, realizando oraciones de liberación, además de brindarme un soporte emocional importante para poder ir asimilando toda esta historia, y formación en la doctrina y en la Palabra de Dios, de las que era totalmente ignorante.

»Y también me ayudó mucho el soporte emocional que me dio una religiosa que conocí casi al principio. Sin ella todo habría sido mucho más duro.

»Al mismo tiempo, comencé una vida intensa de oración y sacramentos, de misa diaria y Adoración al Santísimo Sacramento, de peregrinaciones a santuarios marianos…Y la Virgen María y Jesús no me han dejado ni un instante y me han conducido y aún me conducen allá adonde pueda curarme. Desde entonces libro una batalla diaria contra el Maligno, pero también recibo muchas gracias y consuelos de Dios y las experiencias que he tenido con ellos y, sobre todo, con Jesús, han sido absolutamente maravillosas. Ahora sí siento que he encontrado el camino, ahora sé que he encontrado la verdad.

Aviso a incautos
»Doy inmensas gracias a Dios por mi fe y ahora quiero y debo advertir a todos de los peligros de todas estas técnicas que están incluidas en el movimiento Nueva Era, especialmente del reiki. En este mundo hay mucha gente con buena intención, los pobres incautos, como lo fui yo, pero también está lleno de brujos y personas que practican el satanismo, son discípulos del mal y que pueden hacer muchísimo daño y se corre un gran peligro.

»Por eso quiero poner en conocimiento de todos de qué manera uno acaba siendo atrapado por este espejismo, que no es otra cosa que una nueva máscara del mal, pudiendo acabar perdiendo su dinero, su salud, su fe e incluso, su vida, no sólo la terrena sino también la eterna.


 

 


   

2.- Del Reiki a la brujería y el intento de suicidio,

 cuando aceptó a Dios su vida se reorganizó.

 

 

 

   
Stefan Esztergályos era un joven que vivió los dos últimos años de tiranía comunista en Checoslovaquia en el servicio militar, muy a su disgusto, pero acercándose a Dios.

El 17 de noviembre de 1989 empezó la “Revolución de Terciopelo” en Checoslovaquia: cientos de miles de personas salieron a las calles y el gobierno comunista colapsó. El 29 de noviembre, el disidente cristiano Vaclav Havel era elegido presidente para conducir el país hacia las elecciones libres.

Así empezaba una nueva etapa en el país. Stefan se sentía atraído por la fe católica, en la que estaba bautizado pero poco formado. Conoció laicos franciscanos, recién legalizados en el país, como otras terceras órdenes para laicos, y con ellos empezó a orar, leer la Biblia y hablar de Dios. Le atraían por algo que no sabía nombrar, pero hoy sabe lo que era: una fe viva y amor sincero a Jesucristo.

El dinero que aleja de Dios
Pero muy pronto Stefan se asentó en la vida adulta como empresario de éxito. “Disfrutaba de mi trabajo, y ganaba dinero. Y con el tiempo, el poder del dinero y el deseo de riqueza y de reconocimiento empezaron a controlarme”, recuerda. Y empezó a distanciarse de Dios y de la vida de oración.

“Un día me di cuenta de que me sentaba en dos sillas, de que tenía dos amos que no se gustaban entre sí”. Sus amigos le señalaban que aún se las daba de cristiano, pero vivía alejado de la fe. Era hipócrita. Desde luego, con su ritmo hedonista, sabía que no le permitirían hacer los votos de laico franciscano en la comunidad.

Había que elegir… y eligió lo fácil: dejar de lado a Dios.

Mística oriental y meditación
Pero el puro materialismo no llenaba su espíritu, y al cabo de un tiempo buscó algo espiritual… ¡que no fuese Dios! Conoció a un hombre que se dedicaba a la mística de religiones orientales, la meditación, con muchas lecturas y practicante de artes marciales.

Stefan conocía poco de su propia fe, de la Biblia y la Iglesia, y el hombre le ofrecía “espiritualidad”, guía, acompañamiento. “Y así cambié al Maestro eterno por uno terrenal e imperfecto”, lamenta hoy.

Con él, profundizó no sólo en la meditación, el orientalismo y las artes marciales, sino en las prácticas de lo oculto, la astrología y el reiki, la supuesta sanación espiritual mediante el manejo de energías y la imposición de manos.

“En vez de rezar, ahora meditaba en soledad, lo que me alejaba de la realidad de la vida. Creé mi propia religión, a mi imagen y semejanza, con lo que me resultase conveniente”, asegura.

Además, ganaba más dinero que nunca, tenía muchos amigos influyentes y se casó –en la iglesia, aparentando ser un buen católico- con una mujer hermosa “a la que aún hoy amo”.

Reiki: una entrada al ocultismo
El reiki era la práctica que más le afectaba, y en la que había profundizado mucho. “Ya era capaz de sanar gente mediante esta práctica. Sentía la energía. Yo estaba convencido de que hacía algo correcto, de que ayudaba a la gente. Hoy sé que esto no es según la voluntad de Dios, y que la forma de obtener esa energía, iniciarse en estas enseñanzas, es ocultismo. Aleja a la gente de Dios y les hace meterse en cosas que no conocen”, advierte Stefan.

Se obsesionó completamente con su “hambre avariciosa de poder y conocimiento”. Gastó mucho dinero en libros de ocultismo y esoterismo.

Aprendiz de brujo... literalmente
Un día, apareció un hombre misterioso en la tienda en la que trabajaba. Le preguntó sobre sus conocimientos y técnicas ocultas. Stefan las comentó. El hombre misterioso las desdeñó: para él, dijo, eran débiles tanteos. “Este hombre era un brujo, que buscaba un aprendiz. Para mí era una oportunidad única, pero titubeé algo. La magia no es un divertimento, es un asunto serio. Él me dio un tiempo para pensarlo”.

Y aprovechando una semana que su esposa estaba en el extranjero en un viaje de trabajo, Stefan acudió a ser iniciado en las enseñanzas del brujo. Y desde ahí, se hundió su vida.

“Esa semana tuve visiones de cosas trascendentes, de criaturas; en mi presencia pasaban efectos extraños: luces que se encendían solas, termómetros que ardían… Y poco después acabé en el pabellón psiquiátrico: las visiones sólo pararon después de tres meses de pabellón cerrado, incontables electroshocks y terapia con medicamentos”.

Dañado y hundido
Este tratamiento dejó a Stefan extremadamente débil y delgado, y con su personalidad dañada. “Era solo un cuerpo: dormía, comía, y fumaba sin parar”.

Después de la segunda hospitalización, su mujer presentó los papeles del divorcio. “En dos meses y 10 minutos de procedimientos perdí a la mujer que antes había querido acompañarme en lo bueno y en lo malo”.

Su trabajo ya no era interesante: nada lo era. Sus amigos le abandonaron. Perdió su dinero. Y aunque sus parientes le habían apoyado, en dos años murió su madre, con la que vivía, que era su sostén en esos años.

“Tenía sueños terribles, sentía que alguien reclamaba mi alma y pedía un precio por las cosas en las que me había metido. Me controlaba una gran incertidumbre y un miedo que no era terrenal”.

Dos veces intentó suicidarse: una con medicinas, otra intentó cortarse las venas. Pero ninguna vez lo consiguió.

Miró a su alrededor. Todos le rehuían. Sólo entre enfermos psiquiátricos encontraba aceptación: gente que estaba tan mal como él.

Y, en cierto momento, se dio cuenta. Necesitaba a Dios, al Creador.

"Y me abandoné en Dios"
“Sólo mi Creador podía ayudarme. Y empecé a confiar en Él. Fue Dios quien me hizo superar mi miedo, mi desconfianza, mi dureza… mediante Su Amor. Me abandoné en Él, y Él me mostró que estaba contento de mi retorno. Si no me hubiera salvado Él, hoy no estaría vivo”.

Recuerda cómo fue la primera vez que Él le "tocó". Stefan acudió a un grupo de oración, “y yo sólo lloraba, y lloraba, y lloraba. Nadie me había amado como Él me dejaba experimentar entonces, y aún hoy. Sólo Él puede amar tanto”.

Llegó una etapa dura pero liberadora: “tomar la decisión cada día, cada mañana, entre vivir con Dios o sin Él”.

Pero sabía que no había nadie más a quien acudir, y nadie mejor. Le entregó su vida “y fue la mejor decisión que tomé jamás”. Y después de tomar esa decisión, las cosas cambiaron.

Quemar miles de euros de ocultismo
Quemó toda la literatura ocultista que tenía, y que valía miles de euros. “No fue fácil, necesité todo un año”, advierte. Stefan quiere dejar claro que quemar el material esotérico era necesario.

“Las personas que se abren a estas enseñanzas y poderes no se dan cuenta de a quién están invitando en sus vidas así. Es un sirviente traicionero y un amo cruel. Al principio crees que tienes poder sobre algo, pero cuando te tiene en su mano y empieza a controlarte, no te libras de él con facilidad. La única solución es acudir al Único que tiene todo el poder en el Cielo, y en la tierra, a Dios”.



Sanación y vida nueva
Con el tiempo su vida se reorganizó. “Muchas cosas se recuperaron, corrigieron y sanaron. Pude perdonar a los que me habían dañado, porque también yo había experimentado el perdón. Volví a encontrar sentido a la vida, nuevos amigos y trabajo. Llevo a otros a que conozcan más a Dios. Pero lo que me hace más feliz es que Dios es mi Señor, realmente presente en mi vida. A quien viva con dudas o desesperación, le animo a que haga como yo: prueba y gusta a Dios, y verás qué bueno es".


 
Ambos casos, gentileza de Religión en Libertad.
 
  

 

 

 

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