Dios Padre
SOIS EL SODOMA Y GOMORRA DE ESTE TIEMPO
Rosario vespertino
Temas:
No confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis Conmigo
eternamente.
¿Por qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os cuidaría como
a un niño pequeño.
Con vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr muchísimo
para el bien de vuestros hermanos.
Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo y, como os dije, tuve que destruir a
ésos dos pueblos para que su pecado no afectara a otros pueblos, o sea, a otras
almas buenas.
Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros que os
cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que Me
agradeceréis.
Mensaje de Dios Padre a J. V. (22 de Marzo de 2012)
Primer Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: No confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis
Conmigo eternamente.
Hijitos Míos, la felicidad la obtenéis cada uno de vosotros
cuando Me dejáis a Mí habitar plenamente en vuestro ser. Podréis decir que
estáis felices por alguna situación buena, bella que hayáis tenido, pero es
humana y es momentánea.
La
felicidad que Yo os doy, Mis pequeños, la empezáis a gozar desde la Tierra y se
va incrementando hasta alcanzar su plenitud en el Reino de los Cielos,
y eternamente, pero debéis luchar por obtener esa felicidad que cada uno de
vosotros debéis tener y no equivocar la felicidad mundana con la felicidad
Celestial.
Ciertamente, vivís en el mundo y tendréis momentos de
felicidad, como os dije, pero ¿realmente esa felicidad os está llevando a la
pureza y a la santidad? Porque hay felicidad que no os lleva a la santidad y que
os va a hundir más. Esto os lo digo, Mis pequeños, porque ahora el mundo vive en
una gran confusión, vive
para los placeres, vive para la carne, vive para lo que es del mundo solamente,
a donde Satanás os lleva para que vosotros equivoquéis el camino.
Ciertamente, estas situaciones empiezan con una felicidad, pero
falsa y, después, vuestro corazón se llenará de amargura, porque sabréis en
vuestro interior,
que lo
que vosotros gozasteis, no venía de Mí
y no era para que vosotros crecierais espiritualmente.
Cuando vosotros estáis Conmigo, lo primero que se manifiesta, en
vuestro interior, es una paz, que solamente se puede obtener de parte Mía. Esa
paz os lleva a la felicidad, la felicidad os lleva a que vosotros transmitáis a
vuestros hermanos lo que tenéis en vuestro corazón y de esta forma se va
transformando la Tierra entera, porque Yo vivo en plenitud en vosotros,
Me habéis dado el primer lugar en
vuestra vida, Me habéis puesto en Mi Corazón todas vuestras metas y deseos.
Cuando vosotros estáis Conmigo, Mis pequeños, Me buscáis y estáis
buscando la perfección de vuestra vida,
Yo os voy a dar de lo que
necesitáis y, además, os voy a cuidar para que no caigáis en las tretas de
Satanás; él es muy astuto y no quiere que vosotros gocéis la verdadera
felicidad, que viene de Mí.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, de que no caigáis en los errores
a donde os lleva Satanás,
no confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis Conmigo
eternamente.
Gracias, mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: ¿Por qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os
cuidaría como a un niño pequeño.
Hijitos Míos, vosotros criticáis mucho, vosotros juzgáis a
vuestros hermanos, ¿os sentís que tenéis derecho a lanzar la primera piedra
contra vuestros hermanos?, ¿sentís que tenéis derecho a criticar, a juzgar,
porque tenéis un corazón limpio, puro, santo?
No, Mis pequeños, estos son
momentos de introspección espiritual, son momentos en que cada uno de vosotros,
alrededor de la Tierra, tendréis que entrar en vuestro corazón y mostrarme
vuestro ser, todo lo que habéis hecho, todo lo que habéis dejado de hacer.
Sí, Mis pequeños, son momentos de la Verdad espiritual ante
Mí, vuestro Dios, pero todo esto será para bien de toda la humanidad, porque
vuestra soberbia ha crecido demasiado. La soberbia ha ido destruyendo lo que Yo
he querido daros desde el Principio.
La
soberbia separa todo lo que es unión.
Satanás fue el primero en caer en soberbia y sabéis lo que esto provocó, luego
él hace caer en soberbia a vuestros Primeros Padres y viene una separación entre
el hombre con su Dios. Y así se va dando la soberbia entre los hombres y se
sigue separando el hombre de Mí, vuestro Dios.
Tenéis la Torre de Babel, un grado de soberbia muy grande y,
entonces, tengo que separar al hombre del hombre y ésta se da por medio del
Espíritu, en donde cada uno de los que estaban ahí empieza a hablar diferentes
lenguas. Viene una separación,
porque el hombre se pone en
contra Mía, vuestro Dios; en una forma muy fuerte y directa, Me retan.
Mis pequeños, os sentís autosuficientes, os sentís que podéis
retarme a Mí, vuestro Dios. No, Mis pequeños, no os habéis dado cuenta todavía
de vuestra pequeñez y estos son tiempos en que veréis realmente vuestra
pequeñez, veréis que no podéis retar a vuestro Dios Todopoderoso, al Creador del
Universo entero, ¿qué sois
vosotros ante Mí, Mis pequeños?, sois polvo, sois nada y aún así os amo, porque
os he creado a cada uno de vosotros, Yo os doy la oportunidad de que vosotros os
estrechéis a Mi Corazón, os estrechéis a Mí, vuestro Dios a través del amor.
¿Por
qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os cuidaría como a un
niño pequeño. Los niños pequeños no se tienen que preocupar de nada ¿No
quisierais ser nuevamente niños pequeños, que fuerais consentidos todo el
tiempo, que no os tuvierais que preocupar de nada, mas que amar a vuestros
padres y jugar con vuestros hermanitos?
Conozco
la respuesta en vuestro corazón, estáis llenos de preocupaciones y problemas y
quisierais ya salir de ellos. Yo os puedo dar todo esto, puedo terminar con
vuestros problemas, preocupaciones, dolores, si solamente os acercarais a Mí y
Me tuvierais esa confianza de Padre.
Lo podríais logar, Mis pequeños, pero os falta tanta Fe
y estáis llenos, además,
de tanta soberbia, que por
eso no os acercáis a Mí y por eso estáis como estáis personalmente y en el mundo
entero.
Vosotros podéis hacer grandes cosas si os unierais y
vinierais a Mí, empezaríais a unir lo que vosotros mismos habéis desunido por
vuestra soberbia.
Meditad todo esto, Mis pequeños y primeramente hacedlo con
humildad, para que os apartéis de vuestra soberbia y dejéis entrar la humildad a
vuestro corazón, humildad que os empezará a unir a Mí, vuestro Dios, a Mi
Corazón, a Mis Deseos, a Mi Voluntad y de esta forma empezaréis ya a lograr el
Reino sobre la Tierra, Mi Reino de Amor en vuestro corazón, primeramente.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Con vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr
muchísimo para el bien de vuestros hermanos.
Hijitos Míos, en general, la humanidad vive con muchos
temores, eso no es vida, Mis pequeños,
fuisteis creados para venir a la
Tierra a servirme y traer una espiritualidad muy alta, muy grande, para destruir
la maldad de la Tierra.
Os he mandado a Mi Hijo para que vosotros crecierais en esa
espiritualidad y fuerais cambiando todo el error en el que se vive en la
humanidad. Vosotros conocéis los errores, porque habéis crecido, habéis vivido
entre todos estos errores que Satanás ha diseminado y debéis poner un alto a
todos ellos.
Mi Hijo os trajo toda una Evangelización de Amor, Satanás ha
difundido el temor entre los hombres y vosotros os habéis llenado de él.
Sois Mis hijos y habéis sido
creados para una misión muy grande, que es la de la transformación Universal,
sí, Mis pequeños, y la lograréis con vuestra oración, con vuestra presencia ante
los hombres, que debe ser Mi Presencia en vosotros.
Se dará esta transformación porque os debéis haber llenado ya
del Conocimiento del Cielo que os dio Mi Hijo, os debéis de haber llenado de
Virtudes y de Amor que también, Mi Hijo os dio y que Mi Santo Espíritu, que
habita en vuestro interior, os está transmitiendo continuamente.
Vosotros debéis ser Luz ante los
hombres, vosotros debéis ayudar a todo aquel que necesita encontrar Mi Luz, que
es la Verdad, que es la alegría, que es el don Divino pero, desgraciadamente, os
embebéis en tantas cosas del mundo que olvidáis vuestra verdadera misión.
Os he repetido todo esto tantas veces, Mis pequeños, pero os
seguís distrayendo con las cosas del mundo.
Vuestra única misión aquí en la
Tierra es la de sembrar Mi Amor y las Enseñanzas que os dejó Mi Hijo y todo esto
se os hace difícil.
Cuando regreséis a Mí, Mis pequeños, os daréis cuenta de
vuestros errores. Os daréis cuenta de que tuvisteis la oportunidad de la
salvación de las almas a través de vuestro ejemplo, de la oración, de la
intercesión y seguisteis perdiendo el tiempo, nada más para cubrir todas
vuestras alegrías personales, mundanas, carnales.
Vuestra misión, Mis pequeños, es
mucho más alta, es mucho más grande, es espiritual, lo humano, lo carnal, se va
a quedar aquí en la Tierra. Os he dicho que la Tierra es un granito de arena en
el Universo, vosotros, con vuestra misión espiritual, vais a pasar al Reino de
los Cielos que es inmenso, es inconmensurable, no podéis comparar vuestra vida
terrena, que es de un momento, con vuestra vida futura, si os la ganáis, en el
Reino de los Cielos. Pero
vuestra misión la habéis echado a perder, porque no habéis tenido la visión
grande, inmensa, de lo que debe ser vuestra alma sobre la Tierra. Es tan grande,
Mis pequeños, que el hombre se da cuenta demasiado tarde de esta misión que Yo
os confié y os dais cuenta cuando regresáis a Mí y tenéis vuestro Juicio
Particular. Desperdiciáis
mucho, ciertamente os amo, pero todos aquellos dones y capacidades que Yo os di
para que hicierais mucho por Mí y por vuestros hermanos, los desperdiciáis.
Todavía tenéis tiempo
a través de vuestra
oración y ejemplo, con
vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr muchísimo para
el bien de vuestros hermanos y no solamente a nivel mundial, sino Universal.
Ayudadme, Mis pequeños, a destruir el mal en el Universo entero. Ciertamente, el
Pecado Original afectó al Universo entero y debéis reparar todo ese mal con
vuestra donación. Aunque sois pequeñitos, vuestra oración, unida a la de Mi Hijo
Jesucristo, se vuelve inmensa, y por eso debéis dejar que Mi Hijo viva
plenamente en vosotros y, así, el mundo se llenará nuevamente de Mi Hijo,
actuando a través de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo y, como os dije, tuve que
destruir a esos dos pueblos para que su pecado no afectara a otros pueblos, o
sea, a otras almas buenas.
Hijitos Míos, las Sagradas Escrituras están llenas de ejemplo
para vuestro comportamiento espiritual. La humanidad ha decaído, ya no hay la
suficiente espiritualidad como para que vosotros crecierais y pudierais vivir
Conmigo si en este momento os mandara llamar.
Vosotros mismos tenéis la sabiduría para reconocer cómo está el mundo entero.
En las Escrituras se os narra sobre dos pueblos, Sodoma y Gomorra, la maldad que
imperaba ahí. Conocéis bien cómo se vivía en estos dos pueblos, el pecado se
había difundido en tal forma, que iba creciendo más y más y afectaba a todos los
que estaban en estos pueblos, a tal grado,
que tuve que destruirlos, sobre
todo para que esta maldad no saliera a destruir a otros pueblos.
Tuvieron la oportunidad del cambio, pero no la quisieron tomar. Yo siempre
doy la oportunidad
a los hombres de escoger de entre el Bien y el mal, pero ellos quisieron seguir
en el mal.
Ahora, tenéis también el ejemplo de Nínive. Se les anunció
que si se mantenían en su error, iba a ser destruida toda la ciudad, entendieron
el llamado, aceptaron el llamado del profeta y cambiaron. Aceptaron sus errores,
sus pecados, aceptaron que Me habían dado la espalda con sus pecados, con la
maldad que realmente estaban viviendo,
pero tuvieron humildad, se
arrepintieron, hicieron penitencia y alcanzaron el perdón de sus pecados y, así,
el pueblo se mantuvo vivo.
Ahora a vosotros, os pregunto, conocéis el estado de vuestro
mundo, ¿a cuál de estos dos pueblos se parece ahora el mundo entero? Creo que
conocéis la respuesta y, eso Me entristece, porque el pecado ha crecido a
niveles altísimos. Se os ha dado la oportunidad del arrepentimiento y no habéis
querido tomarlo. Muy pocos
son los que han aceptado el llamado y son los que han estado deteniendo que el
castigo ya hubiera caído desde hace tiempo sobre la humanidad entera.
Pero no se ven cambios benéficos en la generalidad de las almas y el pecado
sigue aumentando a tal
grado que puede llegar a afectar a las almas buenas.
Sois el Sodoma y Gomorra de este
tiempo y, como os dije, tuve que destruir a esos dos pueblos para que su pecado
no afectara a otros pueblos, o sea, a otras almas buenas.
Este es el tiempo de purificación también para la Tierra,
para el Sodoma y Gomorra que estáis viviendo y tengo que proteger a las almas
buenas que Me han escogido, que quieren estar Conmigo, pero que la maldad puede
llegar a envolverlos y a destruirlos.
Por estas almas buenas tiene que
venir ya la purificación.
Los que
estáis Conmigo, agradecédmelo, Mis pequeños, los que no habéis querido entender,
sufriréis vuestra necedad, vuestra soberbia, por vuestra maldad. Mucho, mucho se
hizo por vosotros, se os anunció a través de profetas y por mucho tiempo. Mi
Hija, la Siempre Virgen María, también os anunció y os advirtió por mucho
tiempo, los Méritos de Mi Hijo que se derramaron por toda la humanidad y por
todos los tiempos no fueron aceptados por una gran mayoría de vosotros. La
respuesta la conocéis en vuestro corazón, los que estáis Conmigo, preparaos para
el gran cambio, que será bueno para vosotros y lo gozaréis, como lo gozaron las
almas de Nínive, porque recibieron Mi Bendición al seguir viviendo y, sobre
todo, de saber que recibieron Mi Amor, Mi Perdón, Mi Benevolencia.
Manteneos Conmigo, Mis pequeños, los que Me amáis y pedid por vuestros hermanos
que tendrán que sufrir por su necedad.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla Dios Padre
Sobre: Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros
que os cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que
Me agradeceréis.
Hijitos
Míos, en estos momentos de vuestra historia, es cuando os daréis cuenta quiénes
son los que realmente están Conmigo, los que están en contra Mía y a los que ni
siquiera les interesa estar Conmigo.
Vosotros, los que estáis Conmigo, habéis buscado el vivir
bajo Mi Voluntad. Al vivir así, Mis pequeños, os he llenado de paz, paz que
debéis transmitir a vuestros hermanos y, especialmente, en la tribulación que
estáis viviendo y viviréis más acentuada en el tiempo por venir.
Los que
estáis Conmigo, Mis pequeños, estaréis aceptando lo que venga a vuestra vida,
porque sabréis que es Mi Voluntad la que os estará acompañando y que, si es Mi
Voluntad, sobre vosotros, lo que se dé, será lo mejor para vuestra vida.
En cambio, para aquellos que no están Conmigo, ni Me buscan y
que no están bajo Mi Voluntad, estos tiempos, para ellos, serán un sufrimiento
continuo. Lo que vosotros
veréis como un cambio benéfico, los que no están Conmigo, lo verán como
desastres, destrozos, muerte, todo oscuro, todo negro a sus ojos.
Vosotros, los que estáis Conmigo, que seréis Luz en las tinieblas, veréis Mi
Luz, aceptaréis Mi Voluntad en todo lo que esté a vuestro alrededor y esa paz
que tendréis, aún en los momentos difíciles, hará que vuestros hermanos vean la
diferencia entre el tenerme y el no tenerme, entre aceptar Mi Voluntad y
aferrarse a las cosas de la Tierra.
Vosotros, los que estáis Conmigo, sabéis que si os estoy quitando algo, después
os lo regresaré, aumentado, multiplicado, más bello y, sobre todo, inimaginable
a vuestras capacidades humanas, porque el cambio va a ser Divino y vosotros aún
no estáis preparados para lo Divino, pero este tiempo de tribulación espiritual
y tribulación humana y material, será para que os deis cuenta de lo que Yo
quiero para vosotros.
Para los que no están Conmigo,
se les hará demasiado difícil el
aceptar lo que verán y,
ciertamente, muchos de ellos se pondrán todavía más en contra Mía. Blasfemarán
Mi Santo Nombre, se querrán apartar todavía más de Mí, porque creerán que el
castigo es directamente en contra de ellos y que no se merecen ese castigo.
Nuevamente causado por la soberbia, la falta de humildad para reconocer vuestros
pecados y el abandono a Mis Leyes y a Mi Amor.
Mis
pequeños, gozad desde ahora el cambio y pedidme que se dé ya, para que empecéis
a gozar de lo que tengo preparado para las almas buenas, como vosotros, que,
aunque ciertamente caéis y que todavía hay pecado en vuestro corazón, sabéis
arrepentiros y regresar a Mí. Pero aquellos que no están Conmigo, caen en pecado
y se mantienen en él y no les interesa el arrepentimiento de corazón.
Grandes cosas bellas veréis, Mis pequeños, los que estáis
Conmigo, sabréis ver Mi Amor, Mi Compasión, Mi Misericordia en los momentos
difíciles dentro de esta tribulación, porque veréis a través de Mis Ojos,
viviréis con Mi Corazón en vuestro interior y de esta forma, podréis gozar y
estar en paz, porque estaréis Conmigo,
mientras que muchos de vuestros
hermanos llorarán, se desesperarán y hasta se quitarán la vida, porque no sabrán
cómo tomar toda esta purificación que se dará en toda la humanidad.
Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros que os
cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que Me
agradeceréis.
Gracias, Mis pequeños.
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