DIOS PADRE
MI JUSTICIA, MI SANTA JUSTICIA ES LA
QUE HACE TEMBLAR A LOS QUE NO HAN ACTUADO EN EL BIEN
Rosario
vespertino.
Temas:
Ahora es tiempo de que entréis en la fase de la Purificación donde se mostrará
también Mi Santa Justicia, a la cual tengo derecho a mostrar a todos vosotros y
que se realice en vuestra vida.
Todo esto que Yo voy a permitir en el mundo entero, en vuestro Mundo y en el
Universo entero, será para que empecéis a amaros los unos a los otros.
En breve, conoceréis lo que es la Misericordia Divina, todos tendréis la
oportunidad de sentir el Amor de Nuestro Dios y, ciertamente, muchos lloraréis
por el dolor que Le habéis causado a Nuestro Dios.
El amarse los unos a los otros, es amarse como Mi Hijo os enseñó, darse en
plenitud, en cuerpo y alma por el bien del hermano, sea quien sea y eso es más
difícil, porque dar un pan es fácil.
Os quiero regalar el Cielo en la Tierra, de vosotros depende que esto se alargue
o se acorte, el tiempo, vosotros lo manejáis con vuestra conversión y con
vuestro deseo de estar ya Conmigo.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. (23/11/2013)
Primer Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: Ahora es tiempo de que entréis en la fase de la Purificación donde se
mostrará también Mi Santa Justicia, a la cual tengo derecho a mostrar a todos
vosotros y que se realice en vuestra vida.
Hijitos Míos, ciertamente Mi Misericordia es Infinita, os he regalado un mar de
Misericordia durante muchos años, pero ahora es tiempo de que entréis en la fase
de la Purificación donde se mostrará también Mi Santa Justicia, a la cual tengo
derecho a mostrar a todos vosotros y que se realice en vuestra vida.
Ciertamente, aquellos que han actuado según lo que Yo os pedí, que han sabido
llevar Mis Reglas, Mis Mandamientos, Mis Palabras, que han realizado obras de
acuerdo a lo que Yo os he pedido, no debéis temer, aunque, escuchéis que Mi
Justicia se ha de dar entre vosotros.
En una familia, los hijos obedientes saben que tienen el apoyo de los padres,
porque los conocen y ellos han hecho lo que ellos les pedían y no viven con el
temor a qué pueda pasar, puesto que han obedecido lo que se les ha pedido.
Estos son tiempos, en los cuales, los hijos buenos tendrán su premio. Yo, como
Padre, os daré grandes regalos, os llenaré de bendiciones, sabréis que Yo os
consiento, porque vosotros actuasteis de acuerdo a lo que Yo os pedí.
Los que han de temer, y de ahí se derivan todas las situaciones de temor que
veis a vuestro alrededor, son de aquellos que no han hecho Mi Voluntad, que
vivieron en el pecado, que vivieron en el mal pero, sobre todo, que no quisieron
a hacer caso a lo que Yo les pedía, según Mi Voluntad, ellos, sí deben de temer.
Vosotros, los que estáis Conmigo, veréis todas Mis Promesas de Bien, realizadas
ante vosotros, Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, Bendiciones, cuidados amorosos.
Aún, a pesar de que tengáis desastres a vuestro alrededor, persecución o lo que
vayáis a tener en lo particular, cada quien, Mi Mano Poderosa siempre va a estar
sobre vosotros, cuidándoos y, así, gozaréis como aquellos judíos que saqué de
Egipto, que vieron Mi Mano Amorosa y Poderosa y se alegraban de que Yo estuviera
cuidándolos. Apreciaréis Mi Amor sobre vosotros, os daréis cuenta lo que Mi
Poder de Dios puede hacer sobre la maldad de Satanás y os alegraréis
inmensamente.
Mucho bien tendréis vosotros, los que habéis actuado en el Bien. Mi Justicia, Mi
Santa Justicia es la que hace temblar a los que no han actuado en el Bien.
Interiormente, Mi Santo Espíritu, les indica que han vivido en el error y en la
desobediencia, sobre todo, y ahora, que se acerca el tiempo de la cosecha, se
dan cuenta de que, todo lo que se les pedía, no lo realizaron e interiormente
saben que van a tener un encuentro pronto Conmigo. Por eso, vosotros, sentís a
vuestro alrededor, esa inquietud de esos hermanos vuestros.
Mis pequeños, los que estáis Conmigo, Mis hijos obedientes, Yo estaré con
vosotros, y os pido, sigáis intercediendo por vuestros hermanos, porque
necesitan de vuestra oración, por su salvación. No dejéis a un lado vuestro buen
corazón, tenéis el Ejemplo de Mi Hijo Jesucristo, seguidlo, porque muchas almas
necesitan de vuestra oración.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: Todo esto que Yo voy a permitir en el mundo entero, en vuestro Mundo y
en el Universo entero, será para que empecéis a amaros los unos a los otros.
Hijitos Míos, Yo Soy vuestro Padre y vuestro Dios, debéis aprender a tenerme
plena confianza en lo que Yo permita en vuestra vida. Os la pasáis elucubrando
en lo que pueda suceder y vosotros perdéis el tiempo en esas elucubraciones.
No está en vosotros estar pensando qué es lo que va a suceder porque, cada uno
de vosotros requiere diferente tipo de purificación. Cada pueblo, nación,
gobierno, todos necesitan diferente tipo de purificación de acuerdo a los
méritos particulares, así que lo que vaya a tener algún hermano vuestro va a ser
muy diferente a lo que pasaréis vosotros. También, dependiendo, de cuánto Me
dejasteis actuar en vuestra vida ¿Viví en vuestro corazón o Me arrojasteis de
él?, ¿Me dejasteis compartir vuestros sentimientos?, ¿Me dejasteis compartir
vuestros logros?, ¿Me dejasteis compartir vuestros aciertos, triunfos pero,
también, vuestros errores? Yo os pedí que Me tuvierais en todo momento en
vuestra vida, en lo bueno, en lo malo, en vuestros problemas y logros.
Yo Soy vuestro Padre, vosotros pertenecéis a Mi Familia, ¿por qué Me hacéis a un
lado? Os he pedido la unión total e íntima Conmigo.
Los niños pequeños van conociendo a sus padres poco a poco, así como van
creciendo, los padres, también deben pasar bastante tiempo con los hijos para
que, también, los conozcan a ellos y se vaya creando un vínculo amoroso. Cuando
los padres e hijos no llegan a lograr ese vínculo, la familia no está unida, los
padres no conocen a los hijos y viceversa, no hay confianza, no se abren de par
en par, no tienen confianza de mostrar su corazón y, así, hay infinidad de
familias, en donde, realmente, no se puede hablar de familia. Sois individuos
que viven bajo un mismo techo, pero no se comportan como familia, ciertamente,
podrán respetarse, podrán amarse, se pueden cuidar entre ellos, pero no llegan a
lo íntimo, porque no se tienen confianza, no se puede dar un consejo que vaya de
corazón a corazón, porque no se conocen cómo pueden reaccionar.
Cuando Yo Vivo plenamente en el corazón de los individuos de un hogar, se vive
en forma diferente, se aman en lo profundo, se conocen, se respetan, pero el
respeto va más en lo profundo, porque Me están viendo a Mí, vuestro Dios.
Respetan a la persona de la familia, porque es a Mí a quien están cuidando en la
persona del hermano, del padre, del hijo pequeño.
Mis pequeños, es el amor profundo, el amor de corazón a corazón lo que une a una
familia. Es Mi Hijo el que os pidió esto, que os amarais los unos a los otros
como Él os amó y os sigue amando y Yo, como Padre, os sigo amando también, pero
¿qué habéis hecho con este Amor? ¿Qué habéis hecho con este pedimento de Mi
Hijo? No lo habéis seguido y es así como os vais separando unos de otros en la
sociedad, en las naciones, no sois, todavía, ese Cuerpo Místico de Mi Hijo que
Yo quiero ver unido; cada quien actúa de acuerdo a sus intereses o convicciones,
no vivís de acuerdo a lo que Yo os he pedido y a las necesidades propias que
tenéis cada uno de vosotros, en vuestra familia y después en la sociedad.
Todo esto que Yo voy a permitir en el mundo entero, en vuestro Mundo y en el
Universo entero, será para que empecéis a amaros los unos a los otros. Cuando os
veis necesitados, cuando veis desastre a vuestro alrededor, nace en vosotros ese
cuidado, ese sentimiento de cuidar al hermano, aunque sea desconocido, pero en
ese momento lo veis como hermano y os dais por el hermano necesitado y, así,
empezaréis a cuidaros los unos a los otros, empezaréis a amaros, como debisteis
haberos amado con toda la Evangelización que os enseñó Mi Hijo.
Es el Amor, os repito, el que os va a unir y os va a mantener unidos en Mi
Voluntad y en Mi Amor Divino.
Manteneos, pues, unidos, buscando el bien del hermano, pero sobre todo, el bien
espiritual, porque si vosotros amáis desde lo profundo, vuestros actos se
muestran en lo exterior y, así, vuestro amor será verdadero y no será un amor
hipócrita, como cuando “amáis”, entrecomillado, cuando “amáis” de conveniencia,
ése no es un amor verdadero.
Os pido os améis los unos a los otros, pero desde lo más profundo de vuestro
corazón, donde Yo habito.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio.
Habla Dios Padre y La Santísima Virgen María.
Sobre: En breve, conoceréis lo que es la Misericordia Divina, todos tendréis
la oportunidad de sentir el Amor de Nuestro Dios y, ciertamente, muchos
lloraréis por el dolor que Le habéis causado a Nuestro Dios.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. En el Cielo, todo lo
que viene de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, todo es Luz, Satanás, es
tinieblas, Satanás será vencido por la Luz.
Ahora os pregunto, Mis pequeños ¿qué sois vosotros, Luz o tinieblas? La Luz,
busca la Luz, especialmente cuando es una Luz grande, inmensa, como la que viene
de Nosotros. Los que están en la Luz, se sienten atraídos hacia Nuestra Luz.
Aquellos que viven en la sombra, rechazan la Luz, les molesta y, además, les
molestan aquellas almas que viven en la Luz. Los que viven en las tinieblas,
atacan la Luz y a los que están en la Luz. Les da malestar, les da envidia, no
soportan ver Luz y, de ahí nacen todos los conflictos que habéis visto a lo
largo de la historia, Mis pequeños.
Las almas escogen de qué lado están, Luz o tinieblas y, como estáis en los
terrenos de Satanás, que son tinieblas, todos aquellos que escogieron vivir en
las tinieblas se la viven atacando a los que están en la Luz. Muchos de ellos,
hermanos vuestros, han vivido engañados y tienen derecho a la Luz, por eso mandé
a Mi Hijo.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, aceptó la Maternidad, para que Mi Hijo viniera
a la Tierra.
Mis pequeños, en el Cielo, se vive la unidad, se vive el Amor, el pecado ha
desunido a toda la Creación, Mi Voluntad se lleva a cabo y es aceptada en el
Cielo y en los que están Conmigo. Sabéis, Mis pequeños, los que estáis Conmigo,
que cuando vivís haciendo Mi Voluntad, todo os sale bien y gozáis, sobre todo,
lo que estáis haciendo.
Mi Hija, la Siempre Virgen María, aceptó Ser la Madre de Mi Hijo, aceptó Mi
Voluntad, ciertamente, fue una prueba fuerte y dolorosa, pero aceptó Mi
Voluntad.
Sí, Mis pequeños, el Padre Me pidió esto, fui libre en la elección, es una lucha
tremenda la que vivís entre la Luz y las tinieblas. Yo os voy tomando de la
mano, Yo os llevo hacia la Luz, pero vosotros, a ratos preferís las tinieblas y
caéis en el error, en el pecado, en la maldad.
Ciertamente, Mi Hijo, os dio todas las armas espirituales, necesarias, para
recuperar el estado de Gracia, tan necesario para las almas, para regresar al
Reino de los Cielos.
El hombre es libre de escoger hacia dónde ir y ¡cuántos errores cometéis, Mis
pequeños!, los cometéis, porque no sabéis escoger, porque sois curiosos, porque
sois traicioneros, pero aún así, la Misericordia de Nuestro Dios, en Su
Santísima Trinidad, es Infinita y tan solo con que os arrepintáis de corazón,
Él, os toma de regreso y sigue consintiendo.
Mis pequeños, ciertamente, en breve, conoceréis lo que es la Misericordia
Divina, todos tendréis la oportunidad de sentir el Amor de Nuestro Dios y,
ciertamente, muchos lloraréis por el dolor que Le habéis causado a Nuestro Dios,
pero será bueno que lloréis vuestros pecados, Mis pequeños, para que no lo
volváis a hacer.
Pedidle a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os ayude a que os preparéis
a este recibimiento espiritual, que tendrá la humanidad entera, para que le
saquéis el mayor provecho posible, porque es una Gracia muy grande, que Nuestro
Padre y Nuestro Dios va a permitir para todos vosotros. Conoceréis Su Amor y,
aunque os reprenda, es el Amor Infinito de todo un Dios, que os ama, el que os
va a reprender, para que volváis a Él y no para expulsaros de su Presencia. Esto
es importante que lo entendáis, porque es Amor, Puro Amor el que se va a
derramar sobre vosotros. Él os quiere de regreso y, a pesar de que os regañe,
será un regaño amoroso, pero para que regreséis a Él.
Venid a Mí, Mis pequeños, venid a Mí, con vuestra Madre, para que os prepare a
recibir a vuestro Padre, Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: El amarse los unos a los otros, es amarse como Mi Hijo os enseñó,
darse en plenitud, en cuerpo y alma por el bien del hermano, sea quien sea y eso
es más difícil, porque dar un pan es fácil.
Hijitos Míos, la gente de aquel tiempo seguía a Mi Hijo. Unos, ciertamente,
querían escuchar Sus Palabras, aprender de Él, hacer un cambio en su vida y
alcanzar la santidad, pero aquellos que Le molestaban a Mi Hijo, eran los que Le
seguían solamente para llenar su estómago, y Él se los dijo: “vosotros Me seguís
porque queréis alimento del cuerpo, pero no alimento del alma”.
Mis pequeños, la Evangelización de Mi Hijo, fue para hacer crecer las
capacidades del alma. Os he repetido tantas veces, que vuestra alma es la que
está misionando, que vuestro cuerpo es solamente el vehículo que, ciertamente,
debe estar sano, fuerte para que vuestra alma misione y lleve la Palabra, lleve
el ejemplo, lleve el conocimiento que os dio Mi Hijo y todo esto envuelto en
amor.
Cuando se os habla de que haya paz y armonía, entre los hombres pero, solamente,
por palabrería humana, o se os habla de que no haya guerras, o que no haya
maldad, pero no están saliendo del alma o cuando no salen de vuestro corazón las
intenciones que os van a unir como verdaderos hermanos, todo eso acaba pronto.
Se puede hablar de amor, de caridad, pero en forma superflua, de conveniencia y
eso no dura, Mis pequeños.
Darle de comer al hermano, ciertamente es bueno y debéis hacerlo, pero si no le
habláis de Mí al alma, no estáis haciendo un bien completo. El cuerpo,
ciertamente, morirá, será polvo, ayudasteis solamente a que el vehículo, que es
el cuerpo, tuviera vida, pero ¿qué hicisteis para que el alma, llena de Mí, Me
llevara a todos los hombres? El vehículo, o sea, vuestro cuerpo, Me tiene que
llevar a los hombres, debe ser Mi Presencia Divina hacia todos los hombres, eso
es lo que va a hacer que las almas se salven. Por eso sois apóstoles, en estos
tiempos, los que estáis Conmigo y que habéis entendido la Palabra que os he
enseñado. Si no compartís Mi Alimento Divino y hacéis crecer a las almas, no
estáis haciendo lo que debe hacer un apóstol Mío. Si solamente estáis
alimentando el cuerpo de vuestros hermanos que, como os dije, ciertamente es
bueno, pero no les habláis de Mí, no les dais Sabiduría Divina, no estáis
llevando a cabo vuestra misión correctamente.
Tened cuidado de aquellos que solamente os hablen de lo superfluo, de un amor
entre hermanos, que solamente os van a llevar a una paz, superflua, de
conveniencia, pero no a una paz de corazón, compartiéndoos Mi Amor como
hermanos, eso no viene de Mí, esas no son las Enseñanzas de Mi Hijo.
Pedid el Espíritu de Discernimiento, para que aprendáis a discernir entre las
mentiras de Satanás, que parecen verdades, porque se habla de amor, de humildad,
pero realmente, no hay vida espiritual fidedigna en el corazón.
El amarse los unos a los otros, es amarse como Mi Hijo os enseñó, darse en
plenitud, en cuerpo y alma por el bien del hermano, sea quien sea y eso es más
difícil, porque dar un pan es fácil pero, darse, en totalidad, por el bien de
los hermanos, eso ya es más difícil.
Meditad esto, Mis pequeños. Os amo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio.
Habla Dios Padre.
Sobre: Os quiero regalar el Cielo en la Tierra, de vosotros depende que esto
se alargue o se acorte, el tiempo, vosotros lo manejáis con vuestra conversión y
con vuestro deseo de estar ya Conmigo.
¡Oh, Mis pequeños!, ¡Cómo quisiera ya estar reinando entre vosotros, pero tenéis
que aprender a llamarme y esto es, viviéndome en el interior de vuestro corazón!
Cuando vosotros tenéis un muy buen amigo, le procuráis todo lo necesario para
que se sienta bien, especialmente cuando lo invitáis a vuestra casa.
Ciertamente, le conocéis y sabéis cuáles son sus gustos y tratáis de
procurárselos para que esté a gusto en vuestro hogar y así paséis un rato
agradable.
¿Qué mejor que preparar vuestro corazón y todo vuestro alrededor para invitarme
a Mí, vuestro Dios y venir a convivir con vosotros, Reinar para vosotros,
instruiros, cuidaros, alimentar vuestra alma y cuidar vuestro cuerpo?
Mis pequeños, esto va a tener que suceder y suceder pronto, pero más pronto
llegaré si vosotros Me llamáis, imploráis ya Mi Presencia entre vosotros y esto
os traerá un cambio total en vuestra vida, un cambio bellísimo, que no conocéis,
con un Amor inmenso, que no os imagináis.
Mis pequeños, cuando Yo entro en un alma, un alma que Me busca, que se da
totalmente por Mí, que Me invita a vivir en ella y, sobre todo, que muere en sí
para dejarme Vivir en ella, entro, la habito, la hago gozar con Mi Presencia y
Yo, que Soy un Dios Dadivoso, le regalo con Gracias, Bendiciones Infinitas. El
alma que Me tiene plenamente, vive en el Cielo aquí en la Tierra, no puedo dejar
de regalarle a un alma así, con regalos Divinos, bellísimos, inimaginables.
Ciertamente, la gran mayoría de vosotros, desperdiciáis vuestro tiempo sobre la
Tierra al no invitarme a Mí, vuestro Dios, a convivir con vosotros en vuestro
interior. Yo os podría regalar tantas cosas y vosotros, por estar interesados
más en vuestras cosas, no Me dais Mi lugar a Mí, vuestro Dios y os priváis de
Mis Bendiciones. Ciertamente, Yo regresaré a la Tierra, tengo que purificarla
antes, porque no puedo llegar a un lugar sucio y esta suciedad es el pecado, que
Me molesta mucho, porque la Virtud, el Amor, Mi Divinidad, no pueden convivir
con la maldad de Satanás, de sus obras, de toda la mugre que pueda salir de él.
Ciertamente, vosotros debéis preparar el terreno, debéis cambiar en vuestro
interior y debéis pedírmelo, pedir que Mi Santo Espíritu os transforme, porque
solos no podréis lograrlo.
La humildad, Mis pequeños, es imprescindible para que vosotros logréis ese
cambio. Os gusta el cómo estáis y cómo sois y no os dais cuenta de que vivís en
el error, por eso es muy necesario que Yo venga antes a purificar vuestros
corazones y esto se dará a través de Mi Santo Espíritu, para que conozcáis la
realidad de vuestro interior y por lo que tanto lucháis, que no es lo Verdadero.
Buscáis innumerables cosas que no son buenas para vuestra salud espiritual. Os
llenáis de errores y de maldad y muchas veces creéis que eso es lo bueno y,
viviendo así, en ese error y produciendo error, Yo no Me puedo Presentar ante
vosotros. Por eso, esta Purificación que se va a dar en la Tierra y en el
Universo entero, será para que conozcáis los errores en los que habéis vivido y
a la Verdad a la cual debéis anhelar con todo vuestro corazón. Prácticamente
ninguno de vosotros habéis experimentado éea vida íntima Conmigo y no sabéis de
lo que os estáis perdiendo pero, creedme, Mis pequeños, que lo que os pido que
anheléis de corazón, va a ser un cambio tremendo en vuestra vida, que va a hacer
que vosotros ya no queráis ser los que erais antes, sino que buscaréis, a como
dé lugar, la perfección a donde os estoy llamando, para que obtengáis Mis
Bendiciones, pero sobre todo, Mi Presencia en vosotros.
Os quiero regalar el Cielo en la Tierra, de vosotros depende que esto se alargue
o se acorte, el tiempo, vosotros lo manejáis con vuestra conversión y con
vuestro deseo de estar ya Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.
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