LA DAMA BLANCA DE LA PAZ
A MUCHOS NOS REGALÓ LA SALUD
Mi nombre es Eliana Hierro Román. En honor a la verdad, doy testimonio de lo que aquí escribo.
Comencé a subir al cerro a mediados de 1985 más o menos. Estuve retirada de la
iglesia Católica por varios años, Dios sabe porqué, 10 ó 12 años, no lo tengo
claro, Deseo destacar que sufría de asma bronquial desde los 36 años, poca
capacidad pulmonar, enfisema y todos los problemas relacionados con las vías
respiratorias, por lo tanto mi respiración era muy precaria y tenía que andar
siempre con mi bombita y con broncodilatadores y me cansaba del más mínimo
esfuerzo.
La primera vez que subí el cerro me llevaron en auto. Le pedí a unos amigos porque ya había comenzado a tener inquietud y quería saber qué ocurría en Peñablanca, no tenía mucha fe ni conciencia de esa hermosa realidad. Nos tocó estar donde comienzan los negocios por el camino, pues había muchas personas, miles de personas. No pudimos ver nada, una persona del grupo tomó fotografías, nos guarecimos del sol en una rancha vacía, donde habían otras personas, nos dimos cuenta, sí, que había algo especial en el ambiente, rezamos, meditamos y cantamos a la Santísima Madre y bajamos con una gran alegría y paz en el corazón.
En otra oportunidad subía sola con mucha dificultad. Fue entonces que recibí el
primer regalo tangible de mi Madre. Una señora de nombre María me vio mal, se
compadeció de mí y me ayudó con mucha solicitud y me fui con ella a Valparaíso.
Mi Madre me regalaba una amiga. Ella me contó que venía a menudo y que si yo
quería podía avisarme para que nos acompañáramos y fue así como empecé a subir
regularmente.
En una de esas subidas me encontré con un familiar, que hacía muchos años que no
nos veíamos; había resentimientos. Simultáneamente nos dimos cuenta que la vida
nos había puesto una al lado de la otra, nos abrazamos y lloramos mucho, luego
nos despedimos y bajé.
Un día sentí la necesidad de confesarme, y lo hice; al oír los llamados amorosos
de la Madre volví a la Iglesia y desde entonces no he faltado y todo ha sido
maravilloso, lo he notado en mi interior.
Pero lo más grande de todo sucedió el 27 de mayo de 1986, día de un gran
temporal que azotó a la Quinta Región. Teníamos cita con nuestra Madre del
cielo, creí que no debía ir por el mal tiempo, pero una amiga me animó y
subimos. Los paraguas no nos sirvieron de nada, estábamos mojadas íntegramente y
hacía frío. Logré quedarme a un ladito delante de la puerta de la Capilla, a un
costado. Nos mojamos de todos modos, llovía en forma horizontal.
Lo bello de todo esto es que nuestra Madre llegó a la cita y nos dio su amor y
una muy especial bendición, por haber subido el Cerro con tanto sacrificio a
pesar del mal tiempo y a muchos nos regaló la salud.
A contar desde entonces que han transcurrido 1 año y 5 meses, no me dio más el
asma y ni siquiera me he resfriado, cuando todos los años entre julio y agosto
sufría la peor crisis a causa del resfrío, quedaba tan mal que yo me sentía como
si fuera el final de mi existencia terrenal.
Quisiera dejar constancia que a contar desde entonces puedo subir al Cerro, sin
cansarme, más que cualquier otra persona de mi edad, 60 años.
Mi asma era grave y me daba de cualquier esfuerzo, reír, hablar, estornudar,
caminar y por todo o por nada.
Gracias te doy Madre mía, porque nos amas y te preocupas de todos tus hijos y
eres tierna y compasiva.
Te amo Madre. Tu hija Eliana.
Página Principal (de Regreso a Peñablanca)
Página siguiente (Triste historia del vidente)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Mensajes de San Miguel Arcángel
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo nuevo ahí.