Dios Padre
MI MANO CAERÁ PODEROSAMENTE SOBRE LAS NACIONES
QUE LEGALICEN EL ABORTO
Vengo en nombre de Mi Hijo Jesucristo. Yo soy el Alfa y el Omega, Dios el
Altísimo. Quisiera dar a Mis hijos de todo el mundo este mensaje:
El poder de la oración retiene Mi mano para no castigar a los hombres por los
pecados que cometen. Enviaré un severo castigo si no se apartan del pecado del
asesinato y del aborto. Hijos Míos, ya habéis visto Mi ira a través de los
terremotos, inundaciones, tsunamis y otros caos naturales. Tengo que castigaros,
hijos; pues no es posible que escapéis del castigo por los ataques a vuestro
prójimo.
Los pecados del aborto serán castigados, cuando Mi poderosa mano caiga sobre
aquellas naciones que permitan esta abominación. No os está permitido matar a
Mis criaturas indefensas, y si vuestros gobiernos siguen promulgando leyes que
permiten esta práctica cobarde, veréis caer Mi ira sobre la Tierra de tal modo,
que pediréis clemencia para vuestra vida. Y a pesar de todo, seguiréis quitando
la vida de los no nacidos.
No permitiré más el asesinato. Pararé esto y pronto. Pedid por las almas de
estos seres indefensos y pedid por su liberación. No aceptéis que vuestros
gobiernos, que están dirigidos por paganos, y que no tienen ningún respeto por
la vida, promulguen tales leyes. Mi castigo a los países culpables de haber
legalizado el aborto, consistirá en hacerlos desaparecer (a estos países).
Vuestros países se desmoronarán en pedazos y caerán al océano. Vuestras
execrables clínicas y hospitales en donde se realizan estos actos serán cerrados
y vosotros, los culpables entre vosotros, seréis echados al fuego del infierno
por vuestros abominables crímenes.
Vengo para haceros ahora esta advertencia. Nunca permitáis el aborto! Oponed
resistencia en vuestros países y luchad para evitar que continúe este genocidio
mundial. Si vuestros gobiernos continúan cometiendo estos actos espantosos
contra mi creación, se os infligirá una grave amonestación.
No echéis en saco roto ahora una de Mis advertencias más urgentes al género
humano. Si quitáis la vida a Mis hijos no nacidos, yo os quitaré la vuestra!
Hijos, rezan fervientemente por la fe de todos Mis hijos que continúan ignorando
las enseñanzas que se os dieron desde el principio de los tiempos.
Dios Padre
Lunes, 29 de Agosto del 2011
En el Estado de Nueva York se permite el aborto hasta las 24 semanas:
Bebé de 24 semanas en el útero materno
Es un trabajo muy largo, penoso y doloroso para estas almitas (abortadas) volver a sonreír.
Anexo
«Maté a dos de mis hijos, el aborto ha destruido mi alma»
El testimonio de Katrina Fernández
«Una vez que hube recibido la gracia del perdón, se me confió la tarea más
importante de mi vida: contarle a todas las mujeres que pueda por qué el aborto
es horrible, malo y despreciable».
«Los partidarios del aborto nunca admitirán que una mujer que ha abortado es una
madre, porque admitirlo sería reconocer el hecho de que una vez hubo un niño. No
era un montón de células, sino un bebé vivo muy real». Así comienza la dura
historia de Katrina, que tras guardar silencio durante quince años, ha
reconocido finalmente que abortó no una, sino dos veces cuando era joven.
Mentiras en el abortorio
«Cuando las niñas tienen su primera regla no se llaman madres de un grupo de células, y precisamente por eso mucha gente realmente cree que el aborto es como tener una regla abundante o expulsar un gran coágulo menstrual. Exactamente así fue como me lo describieron cuando fui a la clínica hace quince años. Dos años más tarde, cuando fui para abortar por segunda vez, la mentira no había cambiado», explica Katrina en su blog personal The Crescat.
Sufriendo el síndrome post-aborto
Como ella misma explica, no hay consuelo para una madre que pierde a un hijo:
estará de luto en su corazón durante el resto de su vida. Sin embargo, el aborto
no sólo priva al niño de la vida y a la madre de su hijo, también priva a la
madre de su luto: «No estás autorizada a estar de luto, porque no puedes
reivindicar públicamente el título de madre», se lamenta.
Katrina sufrió el síndrome post-aborto que la literatura médica ha descrito y
probado ampliamente: «Durante quince largos años he vivido con el dolor, la
vergüenza y la culpa asociada con mi pasado. En ese momento sentí la negación de
la realidad, la ira y la depresión».
Reconciliación su ella misma y con Dios
El punto de inflexión, de cambio, para Katrina fue el descubrimiento de la fe:
«Sólo con mi conversión al catolicismo busqué la reconciliación que mi alma
necesitaba. Una vez que hube recibido la gracia del perdón, se me confió la
tarea más importante de mi vida: contarle a todas las mujeres que pueda por qué
el aborto es horrible, malo y despreciable».
«Soy una cobarde en todos los sentidos»
Sin embargo, Katrina necesitó otros seis años para encontrar la valentía
necesaria: «Para contar honestamente la verdad tenía primero que reconocer mi
pasado, y para hacer eso me faltaban las palabras», admite la bloggera. «Hoy
escribo sobre este pasado para poder admitir finalmente lo que he hecho, y para
poder reparar mis crímenes, de manera que otros puedan saber que el aborto
destruye fundamentalmente el alma de la persona».
«Aquí está la verdad que durante muchos años he negado y ocultado: Yo maté a dos
de mis hijos, despojé a mis padres de sus nietos y maté a los hermanos de mi
hijo», escribe Katrina con toda la crudeza.
Además de las secuelas psíquicas producidas por estos abortos, la blogger
acarreó consigo otra terrible consecuencia, una condición médica conocida como
«cuello uterino incompetente», que dio lugar al nacimiento prematuro de otro
hijo, que murió en la unidad de cuidados intensivos neonatales en 2001 después
de una semana de lucha: «El sufrimiento que he padecido y que he causado a los
demás es inconmensurable y la culpabilidad casi me empujó al suicidio. Soy un
cobarde en todos los sentidos».
«Era un cobarde en mi juventud, incapaz de asumir las responsabilidades de mi
conducta sexual y soy una cobarde porque no he hablado con honestidad en contra
del aborto durante muchos años».
Más aún, Katrina intentó ayudar a un amiga cuando estaba planteándose abortar,
«pero entonces sólo podía hablar en tanto en cuanto no revelara mi horrible
secreto. Finalmente, por haberme reservado esta información, no pude convencerla
y abortó. Con mi silencio la he traicionado también a ella».
Los significados de la palabra «madre»
Para Karina, la verdad habla por sí sola cuando se mira de frente a la propia
palabra «madre»: «Es una palabra realmente potente. Evoca muchos significados, y
cuando una mujer se convierte en madre, cambia de modo fundamental. ´Madre´ como
sustantivo significa una persona de sexo femenino que está embarazada o da a luz
a un niño, o una persona de sexo femenino cuyo óvulo se une con un
espermatozoide, y de ello se produce la concepción de un niño. De acuerdo con
esta definición, si alguna vez has estado embarazada eres madre. Incluso si has
abortado aún eres madre... una madre de luto», argumenta.
Y concluye: «Es el momento de levantarse y compartir con honestidad, con
absoluto detalle y sin censura, lo que sucede cuando las mujeres abortan y cómo
se cambia de manera fundamental. He estado callada durante demasiado tiempo».
Gentileza: Religión en Libertad
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