MENSAJE Nº 14 SAN MIGUEL ARCANGEL

MENSAJE Nº 14 SAN MIGUEL

LA CAÍDA DE LA GRAN BABILONIA

(LA GRAN RAMERA)

La caída de Babilonia

Yo, San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, quiero hablarles hoy de un evento muy próximo , la caída de la gran Babilonia , citada en Apocalipsis 18 .

Esta gran ciudad de EEUU (Nueva York) será destruida casi en su totalidad por el Estado Islámico (Isis). Muy pronto sus grandes lujos y riquezas serán disminuidas y casi desaparecerán por tan grande ataque.

Esta ciudad se representa en el Apocalipsis como una hermosa mujer, llena de joyas preciosas, que cautivan a los habitantes de la tierra por su poder y prestigio y, como todo lo que brilla ante el mundo y es perteneciente a éste, es una ciudad abominable a los ojos de Dios por sus múltiples pecados, que desatan su ira.

Está coronada de oro y diamantes; el oro representa la rebeldía de sus habitantes a los mandatos divinos, y los diamantes representan los siete pecados capitales.

Se viste lujosamente, e invita a todos sus moradores y visitantes, a la degradación moral y espiritual. Se postra ante Satanás y él le da un poderío inmenso sobre la tierra.

De muy lejanos lugares provenientes de todo el mundo, llegan barcos y el comercio es muy importante para esta ciudad.

Yo, San Miguel Arcángel, invito al pueblo de Dios que todavía reside ahí, a abandonar la ciudad, antes de que la Ira de Dios caiga sobre ella, y sea destruida por el Estado Islámico Isis.

Habitantes de la tierra , la Gran Ramera pronto caerá; todo el mundo se vestirá de luto por la caída de la gran diosa, que deleitaba al mundo con sus abominables pecados: satanismo, aborto, homosexualidad, degradación moral, sodomía, culto al dinero y a la tecnología, homicidios, suicidios, hedonismo, lujuria etc., y sobre todo soberbia, porque sus habitantes creen ser dioses del mundo y se sienten tan seguros de la estabilidad que les da esta gran metrópoli, que hacen de su vida un carnaval de pasiones desenfrenadas y pecados abominables al cielo, que desatan la ira de Dios.

¡Oh! Gran Ramera, pronto caerá sobre ti el castigo correspondiente, por haberte prostituido con falsos dioses y adorar a Baal. Ciudad pervertida, hermosa ante el mundo, pero contaminada a los ojos de Dios, tu castigo está a las puertas.

Pueblo de Dios, que habita esta ciudad, los pocos que guardan los mandamientos y a Dios en sus corazones: abandonen esta ciudad antes de que el castigo caiga sobre ella, porque será terrible.

Ella está acostumbrada a ser alagada por el mundo entero, se siente poderosa y se olvida de su Dios, entregándose a caminos perversos, que la degradaron y la hicieron caer en el abismo del pecado, pervirtiendo a sus habitantes y visitantes.

Los engolosina con su poder mal habido y los induce con sus encantos al pecado.
Brilla como joya preciosa ante los ojos del mundo. Es halagada y enaltecida por el hombre, por su poder económico y su prestigio mundial.

Pero ante Dios es abominable, nido de pecados y demonios perversos, que dan a beber a sus habitantes, despreciables sorbos de soberbia, altanería y degradación moral y espiritual.

¡Ay de ti! Gran Ramera, recibirás pronto tu castigo por erigir dioses de bronce y adorarlos, olvidándote de tu Dios y abandonar el camino correcto.

Tu castigo es grande, porque no más tú te perdiste, sino que a todo hombre que pisaba tu territorio; lo invitabas a la perversión y a cometer abominables actos deshumanos delante de Dios.

El castigo es inminente.

Pueblo de Dios, rescaten sus almas y vidas; pidan ayuda al cielo para que les muestre el camino, y la luz del Espíritu Santo los ilumine, para que antes de que todo acontezca, ilumine sus conciencias y abandonen esta ciudad abominable.

Ejército Militante, oren por las pocas almas que habitan esta ciudad y no han sido contaminadas por el pecado, para que encuentren en Dios misericordia y sean salvos de cuerpo y alma.

¡Quién cómo Dios!
¡Nadie cómo Dios!

22 de Agosto de 2016

Página anterior (Mensajes de San Miguel)

Página siguiente (Mensaje Nº 15 - El anticristo)