EL MEA CULPA (APARICIONES DE LA SANTISIMA VIRGEN EN PEÑABLANCA)

DE REGRESO A PEÑABLANCA

EL MEA CULPA

Nosotros, como muchos quedamos con la idea que los mensajes de la Virgen entregados al vidente Miguel Angel en Peñablanca, Chile habían sido una farsa. Somos culpables de no haber leído los mensajes, de no haber investigado en profundidad y de habernos dejado influenciar por opiniones de la época contrarias a las apariciones, una de ellas, de la propia curia chilena.

En una oportunidad una de nuestras grandes y permanentes colaboradoras de este portal católico, nos mandó unos escritos con algunos mensajes de Peñablanca. Nuestra reacción fue inmediata, ¡Son falsas! La Virgen jamás se apareció en aquel lugar.

Ella fue categórica: “Son verdaderas, Miguel Angel, el vidente no pudo por mutuo propio inventar los mensajes. Ni que alguien se los hubiera enseñado, es imposible que por sus características tuviera el conocimiento para ello y menos de repetirlos de esa forma. ¡Los mensajes son auténticos! (El vidente llegó hasta 8º Básico y no pudo aprobar Primero Medio, ¿Iba a ser capaz de aprenderse de memorias largos textos como dice Fernández? Imposible, no tenía cabeza para eso.

Ante tal categórica afirmación, no nos quedó otra que investigar por nosotros mismos. Comenzamos leyendo todos los mensajes, no podemos expresar nuestra impresión, eran perfectos, no había error alguno, concordante con otros mensajes reconocidos por la Iglesia, La Salette, Fátima, Lourdes…..

Pero entonces, ¿qué había sucedido? ¿por qué se nos había impedido tan importante regalo de María? ¿Por qué ese rechazo de las autoridades eclesiásticas? Y lo más grave aún, ¡cuántas conversiones se habían perdido! Almas que pudiendo salvarse se habían condenado por toda la eternidad. ¡Qué gran responsabilidad de quienes cometieron este grave error!

La misma Santísima Virgen en uno de los mensajes lo dice: “Háblales hijo Mío y grítalo sin temor, porque han de ser finalmente las víctimas de las almas que ellos han perdido”.

Pero con el tiempo hemos ido meditado sobre todo esto y nos aparece una explicación del rechazo eclesiástico, que no nos gusta y que iremos develando en estas páginas.

Gran ofensa a Nuestra Madre en las tierras de Chile.