LOCURAS DE AMOR

LOS ÁNGELES ENCARNADOS

Dios está asistiendo a cada uno de sus hijos todo el tiempo, pero para que esta ayuda sea realmente efectiva debemos acercarnos a Él con mucha Fe y amor sincero.

Dios, Padre amoroso no puede resistir cuando uno de sus hijos le pide algo, y si considera que es para su bien lo otorgará, pero ay de aquellos que quieran engañarlo con una falso sentimiento. Él penetra los corazones hasta lo más profundo: “Conozco hasta vuestros pensamientos más ocultos”, por lo tanto lo que se pide es amor sincero, y quien ama quiere agradar al amado, en este caso un hijo debe hacer la voluntad de su padre y así consentirlo.

Dios protege, casi en forma milagrosa a quienes lo aman sinceramente, y eso se puede ver casi diariamente en pequeños detalles, pero a lo que queremos llegar es que cuando ocurre un hecho de importancia, Dios actúa con toda celeridad, sobre todo cuando su hijo se lo pide, pero también lo puede hacer por iniciativa propia. Es que no puede contenerse, tiene que proteger a sus hijos amados.

Debemos comprender también que muchas de las enfermedades que tenemos, son a causa de la vida de pecado que llevamos, por lo tanto es incompatible una vida armónica entre cuerpo y alma, y una vida alejada de Dios.

Nuestro Padre nos lo explica:

“Sabéis que muchas enfermedades del cuerpo son causadas por el desastre espiritual que tenéis. Sí, Mis pequeños, si queréis tener salud total, os debéis acercar a Mí, debéis contar con Mis Fuerzas, con Mis Capacidades, con Mi Omnipotencia, porque si os alejáis de Mí y queréis hacer vuestra vida con vuestras capacidades, nunca lograréis la perfección a la que estáis llamados y, es más, os iréis alejando cada vez más de ella, porque no os estáis acercando a la fuente de todo Bien, que Soy Yo.”

Esta protección de Dios, Padre amoroso a sus hijos, llega a niveles imaginables. No sólo actúa de forma imperceptible a sus hijos, es decir que creamos que los problemas se solucionaron por su mano, porque así lo solicitamos, pero sin percibir nada, sino que puede intervenir directamente, a través de enviados del cielo, normalmente espíritus angélicos.

Estos ángeles se encarnan, es decir hacen carne y se muestran como un habitante más de la tierra, imposibles de identificar, pues tienen la apariencia de cualquier persona. Tienen un cuerpo palpable, los podemos tocar y conversar con ellos. Siempre traen un mensaje para la persona objeto de ayuda, un mensaje divino, conjuntamente con estas visitas se producirá la enmienda a la contrariedad, causa de la solicitud. Se da con más frecuencia que sea uno, pero pueden ser más.

El problema puede no ser siempre material, mejorar la salud, graves problemas económicos, pérdida de un hijo, en fin, son tantos los problemas que nos aquejan, sino también de tipo espiritual.

Nuestro Padre puede considerar que somos muy vulnerables a los ataques demoníacos, y que podemos estar en serio peligro, por poner un ejemplo, y que no basta con confesar nuestros pecados directamente a Él, aunque ya nos haya perdonado, sino que es necesario y fundamental acudir al sacramento de la confesión, se requiere ser absueltos por un sacerdote. Primero, porque nos hace bien un acto de humildad y en segundo lugar porque así Él, lo ha determinado.

Una vez que la persona cambie de vida y cumpla la voluntad de Dios, entonces sí, operará toda la protección necesaria frente a los ataques del demonio. Esto puede ser una preocupación importante para Él, entonces manda un mensajero que se lo dirá o se lo dará a entender. Espíritus angélicos encarnados. Podría hacerlo perfectamente a través de una inspiración divina, pero Él es así, puro amor, y da estos regalos a sus hijos amados, mostrándoles preocupación.

Estas visitas pueden ocurrir en cualquier lugar público, en un hospital, en una Iglesia, incluso en la calle.

Con respecto al párrafo anterior, escuchemos a nuestro Padre:

“Ciertamente los que Me habéis buscado y estáis Conmigo (en Gracia de Dios o caminando hacia la conversión que debe terminar confesando los pecados ante un sacerdote), no permitiré que Satanás os ataque y os destruya, padecerán aquellos que dejaron entrar a Satanás en su corazón y en su vida. Tuvisteis muchas oportunidades para aprender y para escoger. Gozaréis los que escogisteis bien y padeceréis los que escogisteis erróneamente, es lo justo y así será. Yo velaré por los Míos”.

Si Me dejáis vivir a Mí plenamente en vosotros, tendréis una comunicación continua y Yo os estaré alertando de todo lo que pueda suceder a vuestro alrededor y os guiaré por caminos seguros, u os puedo enviar a uno de Mis ángeles para que os lleve por los caminos que Yo quiero que vayáis, para que protejáis vuestra vida, humana y espiritual.

Nosotros hablamos de “remecer el cielo”, cuando pedimos algo específico y rogamos a Dios, y el cielo responde. Hay toda una organización y la respuesta llega con bastante rapidez, dependiendo de lo que nos aqueja.

Cuantas veces nos ha ayudado el Ángel de la Guarda , nos despierta cuando un hijo en la habitación continua está en peligro, un incendio, la proximidad de un terremoto en fin hay muchos casos que se están dando a diario en todo el mundo. Muchos de nuestros pensamientos o ideas que nos asaltan son de origen divino, lo que sucede es que no somos capaces de identificarlas.

Basta con mirar a nuestro Padre y pedir su ayuda, y la obtendremos. Para Él no hay imposibles. Tiene locuras de amor.

Pero la clave, repitiendo las palabras de Dios Padre:

“Debéis acercaros a Mí, debéis contar con Mis fuerzas, con Mis capacidades, con Mi omnipotencia”.

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