LETANÍAS DE LOS DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA

 

 

 

 

                 Al final bajar versión imprimible

 

 

 

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad y un solo Dios, ten piedad de nosotros

 


Santa María
Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios
Ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes
Ruega por nosotros
Madre crucificada
Ruega por nosotros
Madre dolorosa
Ruega por nosotros
Madre lacrimosa
Ruega por nosotros
Madre afligida
Ruega por nosotros
Madre abandonada
Ruega por nosotros
Madre desolada
Ruega por nosotros
Madre privada de Hijo
Ruega por nosotros
Madre traspasada por la espada
Ruega por nosotros
Madre abrumada de dolores
Ruega por nosotros
Madre llena de angustias
Ruega por nosotros
Madre clavada a la cruz en su corazón
Ruega por nosotros
Madre tristísima
Ruega por nosotros
Fuente de lágrimas
Ruega por nosotros
Cúmulo de sufrimientos
Ruega por nosotros
Espejo de paciencia
Ruega por nosotros
Roca de constancia
Ruega por nosotros
Ancora del que confía
Ruega por nosotros
Refugio de los abandonados
Ruega por nosotros
Escudo de los oprimidos
Ruega por nosotros
Derrota de los incrédulos
Ruega por nosotros
Consuelo de los míseros
Ruega por nosotros
Medicina de los enfermos
Ruega por nosotros
Fortaleza de los débiles
Ruega por nosotros
Puerto de los náufragos
Ruega por nosotros
Apaciguadora de las tormentas
Ruega por nosotros
Auxiliadora de los necesitados
Ruega por nosotros
Terror de los que incitan al mal
Ruega por nosotros
Tesoro de los fieles
Ruega por nosotros
Inspiración de los profetas
Ruega por nosotros
Sostén de los apóstoles
Ruega por nosotros
Corona de los mártires
Ruega por nosotros
Luz de los confesores
Ruega por nosotros
Flor de las vírgenes
Ruega por nosotros
Consuelo de las viudas
Ruega por nosotros
Alegría de todos los Santos
Ruega por nosotros

 


Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros

 


Oración
Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María, según la profecía de Simeón; concédenos propicio, que cuantos veneramos sus dolores y hacemos memoria de ellos, consigamos el feliz efecto de tu sagrada Pasión. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén

 

 

 

 

 

 

Stabat Mater

(Estaba la Madre)

 

 

Firme junto a la Cruz Sacrosanta

En pié estaba la Madre doliente,

Contemplando de aquella pendiente,

A Jesús, su delicia y amor.

 

Y en profundo sollozos y en tanta,

fiera angustia apenada gemía,

que pasado su pecho sentía

por la espada cruel del dolor.

 

Cuál sería el horrible tormento,

de aquella alma tan cándida y pura,

como el cáliz de atroz amargura

del Dios Hijo, la Madre agotó.

 

Ver a un Hijo y a un Dios el aliento,

con fatiga exhalando y que expira,

de esta Madre el penar que le mira,

decid madres ¿qué madre probó?

 

¿Quién el raudo llorar contendría,

aunque el pecho de tigre encerrara,

si a la Madre de Cristo observara

abismada en tan hondo sufrir?

 

Vio la Madre a Jesús en tortura,

por las culpas de un pueblo, que ingrato,

a su Dios sacrifica insensato,

viole objeto de llanto y pesar.

 

Viole sobre el Calvario, por dura

mano vil en el leño clavado,

el aliento exhalar desolado

y la Faz moribunda inclinar.

 

Madre  dulce, Purísima fuente,

de magnánimo amor, de amor santo,

por piedad no desdeñes mi llanto,

llegue al mar tu fiero dolor.

 

Sienta al menos mi pecho ferviente,

en la Llama Divina abrasarse,

y del fango brutal despegarse,

para ser agradable al Señor.

 

Las heridas del Hijo cruentas

en mi fiel corazón ¡ay! imprime;

que las penas sin fin en que gime,

todas juntas se deben a mí.

 

Yo merezco las crudas afrentas,

fieros golpes, agudos garfios,

si los yerros, oh Madre son míos,

¿no podré yo llorar junto a Ti?

 

A tu lado podré dolorido

y pegada a la tierra mi frente,

ya que no condolerme inocente,

adorar al que expira en la Cruz.

 

Y expiar en contrito gemido,

cabe Ti mis injustas ofensas,

y plañir en tus penas inmensas,

la agonía cruel de Jesús.

 

Y ora Tú, que de vírgenes santas,

en los cielos el coro presides,

no en tu gloria, a este mísero olvides

que desea contigo gemir.

 

Haz que siempre, postrado a las plantas,

del pendiente Jesús, yo suspire,

y que siempre presente le mire,

en su leño sangriento sufrir.

 

De sus llagas, mi pecho llagado,

por su Cruz Sacrosanta oprimido,

de su Sangre Divina teñido,

 haz que parta con el penar.

 

Para que por tu ruego, aplacado

pueda hallarle en el último día,

cuando el mundo estará en agonía,

pueda entonces en Él esperar.

 

Oh Jesús, al salir del desierto,

no abandones un alma que llora,

para quien piadosa te implora,

tu fiel Madre, la palma inmortal.

 

Cuando salga por fin de su encierro,

mi alma pobre, y remonte su vuelo,

no le niegues su entrada en el cielo,

y el gozar de tu gloria eternal.

 

 

(Agradecimientos por Stabat Mater

M. Cristina Bustamante)

 

 

 

 

 

Bajar versión imprimible

 

 

 

 

Corona de los 7 dolores de la Virgen María

 

 

 

 

Rosario de la Virgen de los Dolores

 

 

 

 

Página anterior  (Letanías)

 

Página siguiente (Letanías a la Virgen de Guadalupe)

 

 

Páginas principales

Portada

Índice General y páginas misceláneas

 

Dios Padre habla a Sus hijos

 

 Meditemos con Jesús (importante)

 

Reflexiones y mensajes de María

 

Mensajes: El Libro de la Verdad

 

Oraciones diversas

 

Selección de Letanías

 

Selección de Novenas

 

Oraciones Virgen María

 

Videos de música religiosa (popular)

 

Rosarios, Coronas y Coronillas

 

Nuestra Biblioteca

 

Hablemos de....

 

 

 

Esta página pertenece al sitio  "Oraciones y Devociones Católicas"

Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo nuevo ahí.