LA ASCENSIÓN A LOS SANTOS CIELOS

EN LA ASCENSIÓN

¿Y dejas, Pastor santo, 
tu grey en este valle hondo, oscuro,
con soledad y llanto;
y tú, rompiendo el puro aire, 

te vas al inmortal seguro?

Los antes bienhadados
y los ahora tristes y afligidos,
a tus pechos criados, 
de ti desposeídos,
¿a dó convertirán ya sus sentidos?

¿
Qué mirarán los ojos
que vieron de tu rostro la hermosura,
que no les sea enojos?
Quien oyó tu dulzura,
¿qué no tendrá por sordo y desventura?

Aqueste mar turbado
¿quién le pondrá ya freno? ¿Quién concierto
al viento fiero, airado?
Estando tú encubierto,
¿qué norte guiará la nave al puerto?

¡
A
y!, nube envidiosa
aun de este breve gozo, ¿qué te aquejas?
¿Dó vuelas presurosa?
¡Cuán rica tú te alejas!
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!

                                                                                    Fray Luis de León

 

    Antes de partir, Jesucristo prometió a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo. Estaban tristes al saber que se marchaba, y en la despedida les anunció que vendría el Consolador: "El Consolador, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre Él les enseñará todas las cosas y les recordará cuanto les he dicho". La promesa se cumplió en el día de Pentecostés; a los diez días después de la Ascensión. 

   Antes, ya se los había dicho. "Pero ahora yo me voy a aquel que me ha enviado. y, sin embargo, ninguno me pregunta: ¿adónde vas? Pero les digo la verdad. Les conviene que me vaya, porque si no me voy el Abogado no vendrá a vosotros, mientras que si me voy, se los enviaré y cuando venga convencerá al mundo de su pecado, de mi inocencia y de la condenación. De su pecado porque no creyeron en mí, de mi inocencia porque me voy al Padre y ya no me verán, y de la condenación porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado."

  Jesús había sido su abogado en carne; ahora tendrían otro espiritual que nunca les iba a abandonar. Esto sí que era consolador. Cuando no estuviese Jesús tendrían al Paráclito para guiarlos. Y el Paráclito era también un Espíritu divino como el Padre y el Hijo.

  Los once hombres más unidos a Jesús en su misión empezaban a tener una ligera idea de la Trinidad, de las facetas del misterio, que de hecho nadie puede llegar a entender, salvo de algún modo, con alguna comparación, como si, señalando a la niebla que cubre un lago helado, decimos que la niebla, el agua y el hielo son entidades separadas y que todas tres son agua. Pero por lo que les había ido enseñando habían pasado de pensar en Yahvé como Dios único e indivisible, a conocer a Dios Padre y a Dios Hijo y esta noche a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, tres personas iguales en un solo Dios indivisible.

 

   Jesús está sentado a la derecha de Dios para interceder por nosotros. Vendrá otra vez a la tierra para el fin del mundo, lleno de gloria y majestad, para juzgar a todos los hombres.

Portada

 Página anterior (Oraciones)

 Página Siguiente (Anoche cuando dormía...)

 

 

Páginas principales

Portada

Índice General y páginas misceláneas

Dios Padre habla a Sus hijos

 Meditemos con Jesús (importante)

Reflexiones y mensajes de María

Mensajes: El Libro de la Verdad

Oraciones diversas

Selección de Letanías

Selección de Novenas

Oraciones Virgen María

Videos de música religiosa (popular)

Rosarios, Coronas y Coronillas

Nuestra Biblioteca

Hablemos de....

 

 

Esta página pertenece al sitio  "Oraciones y Devociones Católicas"

Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo nuevo ahí.