EL JUEGODE SATANAS; NO SE LO SIGAMOS

EL JUEGO DE SATANÁS; NO SE LO SIGAMOS

Hermanos, a modo un poco de resumen y de redondear el tema tratado en diferentes páginas nuestras, queremos repetirlas brevemente.

1.- Satanás no está preocupado de aquellas almas que las tiene cautiva en sus redes. Las tiene en una burbuja, en una habitación oscura, donde la persona no se cuestiona su vida de pecado permanente y que está por un lado siendo causante del sufrimiento de Jesús en la Cruz y ofendiendo a su Padre que lo creó para servirlo a Él, en libertad, y para ayudar a sus hermanos en el amor. (Por estas personas hay que rezar mucho todos los días, por la conversión de los pecadores).

2.- Los ataques de Satanás van dirigidos a aquellas almas que se han vuelto a Dios, o están en vías de, o bien tienen las intenciones.

3.- La mejor arma: Eres un pecador o pecadora sin vuelta. Dios te rechaza y jamás te perdonará. La persona tiene un cargo de conciencia enorme y aunque se confiese, no se convence que sus pecados ya fueron perdonados.

A esas personas queremos decirle que no se torturen más. Dios les perdona los pecados, por más graves que hayan sido. Lo perdona todo. No importa tanto la gravedad del pecado, sino el firme propósito de enmienda, de pedir perdón y de cambiar de vida.

Nadie se escandaliza por los pecados que cometieron, ni Dios, ni Jesús, ni la Santísima Virgen ni tampoco nosotros los laicos que intercedemos por ustedes. Nada nos escandaliza. Todos tienen el perdón de Dios, todos se pueden salvar y entrar en el Reino de los Cielos.

Este cargo de conciencia se da más en la mujeres que en los hombres, nosotros somos más simples, hicimos mil y una cosa, nos arrepentimos, nos confesamos y damos vuelta la página. Las mujeres se recriminan más y no debe ser así. Ya saben, cambien de vida y a olvidar lo pasado, sea lo que sea. Jesús los espera con los brazos abiertos, y se los perdona todo.

4.- La siguiente arma: La persona se arrepiente, se confiesa y cambia de vida. Entonces empieza el infierno en pleno a tratar que cometa ese pecado nuevamente. Es una gran lucha que se da y el alma tiene que ser fuerte. Es muy importante la oración diaria y también conocer cuales son los detonantes de nuestro pecado, para evitarlos. Por ahí va a atacar Satanás.

Si la persona lo comete, acudir de inmediato a confesarse y a comulgar. Vuelven a caer, se vuelven a confesar, todas las veces que sea necesario, hasta lograr vencer ese pecado que puede estar muy arraigado en nosotros.

Esto tiene que ser de inmediato, hay pecado, confesión lo antes posible, que Satanás no los aleje, por ahí va el juego.

Como lo decía el Padre Loring una vez:

Cometes pecado, que importa, vas y te confiesas, volviste a caer, te vuelves a confesar, vuelves a caer nuevamente, te vuelves a confesar, hasta que llegará el momento en que venciste tu imperfección y te sanaste.

Jesús nos perdonará siempre.

Hermanos, la misericordia de Dios es infinita. Nunca se sientan culpables, hay un Padre que los ama como ustedes no se imaginan y los quiere junto a Él por toda la Eternidad. Pero hermanos, hay que presentarse ante el Padre con el alma pura. Trabajemos para eso, ahora que tenemos sacerdotes que nos puedan dar la absolución. Llegará un momento que no habrán sacerdotes que nos confiesen, porque todo será un caos.

Anexo

Satanás no se preocupa de las almas que las tiene cautivas

Con respecto al punto uno, Satanás no se preocupa de las almas que tiene en su redil, pero Dios sí. Sería imposible enumerar las formas en que Dios se aproxima a las almas en pecado, pero generalizando podríamos decir lo siguiente.

El pecador en el fondo del pozo, en total oscuridad, pero es feliz a su modo, entonces, siente una mano que desde lo alto, lo toma del cabello y lo jala a la superficie. Cuando sale, es sorprendido porque hay luz... y una voz le pregunta: ¿Quieres salir o te devuelvo suavemente al fondo del pozo donde estabas?