Dios Padre
CARTA DEL CIELO A
JAVIER SICILIA
(HABLA DIOS PADRE)
Pequeña, quiero darte un mensaje para un poeta que está mal guiando al pueblo
amado de México. A él, como a ti, les He dado un Don muy Especial: el de la
creación poética. Es uno, Pequeña, en que aprenden a escuchar “las voces”
interiores, para más adelante, llegado El Momento Dispuesto e indicado, puedan
oír Y SEGUIR LAS VERDERAS inspiraciones que son de índole Celestial. NO LO ESTÁ
HACIENDO. ESTÁ DEJÁNDOSE GUIAR POR SU PROPIA Y MUY HUMANA IDEA FALSA DE LO QUE
SEGÚN ÉL DEBE SER LA JUSTICIA. Como él bien sabe la Justicia es potestad De Mi
Hijo Jesucristo, no es cosecha que levanten y sepan distribuir los hombres en
sus vanas y orgullosas sociedades.
Ha leído a los místicos, conoce, aunque sea por revelaciones privadas, en
libros, lo que son éstas, pero ha decidido ignorarlas y en su furia está guiando
a todo un pueblo sufriente y dolido por caminos que NO LLEVAN A DIOS. Tantas
caminatas y marchas y ¿alguna a las casas de Mi Hijo? ¿Alguna a la Basílica
Mexicana de Mi Amadísima Hija donde se testimonia el Amor tan Especial y
profundo que tiene Mi Hija Amada por este tu pueblo Amado mexicano? Están
haciendo marchas SIN DIOS, sin oración, sin unir su dolor a las Santas Llagas de
Mi Hijo, y así sigue siendo dolor inútil, sangre que se tira al pavimento y que
no florece. NO ESCUCHA Y MAL GUIA A ESTE PUEBLO TAN SEDIENTO DE DIOS Y
DESVIÁNDOSE EN SU CAUSE. Me refiero a Javier Sicilia. Estoy con él, pero
necesita apelar A Mi Potestad y Unir Mi Causa, a la pequeña suya, o no florecerá
o no encontrarán alivio alguno ni sentido a su gran dolor. Se olvidan que Mi
Amadísimo Hijo Jesucristo fue el Primero en padecer las injusticias que ellos,
todos, sufren. Fue Mi Amadísimo Hijo Jesús, El Cristo, quien primero fue
demolido por sus sociedades, mismas en las que buscan alivio a su gran dolor.
No será la sociedad, ni gobierno alguno quien pueda ni mínimamente aliviar este
dolor. Bien saben que el mundo es de Satanás y quien está en el mundo, y más en
esta época malsana, está expuesto a las mayores atrocidades por parte del
maligno. Huyan a los montes, lejos de las urbes y sumérjanse en la oración, en
la Santa Adoración, cúbranse bajo el Santo Manto de Mi Hija María Inmaculada,
promuevan la Verdadera fe, regresen al camino y dejen que El Pastor Celestial,
El Único Pastor de los hombres los guíe hacia la Nueva Jerusalén que está muy
pronta a aparecer ante sus ojos atónitos. De la manera en que lo hacen, por más
que promuevan la paz en sus discursos, no están apelando al Corazón de Mi
Amadísimo Hijo Jesucristo para buscar la Verdadera Paz, Agua Viva e Inagotable,
Fuente de Todas Las Gracias y alivios para el hombre.
Pequeña, al único sitio donde debe ser guiado Nuestro Amadísimo pueblo Mexicano
es a la Verdad y es hacia Mi Amadísimo Hijo Jesucristo que es El Camino, La
Verdad y la Vida. Dónde está la fe de los que dicen Amarnos? Si el pueblo
prescinde hasta de la más mínima señal reverencial hacia El Amado Padre? Ni una
sola oración. Que recuerden que quien se avergüence en público de Mi Amadísimo
Hijo, recibirá de igual manera. Que no se mezclen en las corrientes del mundo,
ni pretendan justicia social, que no la hay entre los hombres y no la habrá.
(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)
Que se Consagren TODOS al corazón Inmaculado de Mi Madre María Santísima,
Pequeña del Padre, que regresen a la Santa Misa, a la Adoración Eucarística , a
cumplir Los Mandamientos. Que no inventen cómo servirse unos a otros, que
cumplan con Los Mandamientos de la Santa Madre iglesia y con las Buenas Obras de
Misericordia. Pero, sobretodo, que Me Traigan sus corazones rotos a los pies de
Mi Santa Cruz , que Yo, Jesucristo, sabré cómo irlas sanando y devolviéndoles la
tan anhelada Paz. No están buscándome, sino qué que no hay en el mundo. La Paz
que buscan NO LA DARÁ EL MUNDO! No quieran cambiar lo inmutable, no quieran
mover las Escrituras a sus tiempos Malsanos. Sumérjanse en Mi Sacratísimo
Corazón, lean Mis Evangelios de Amor y verán cómo la paz va retornando a sus
almas dolidas y amordazadas. No es el que más grita quien es escuchado, sino
quien en el Silencio del Sagrario Me abre CONFIADO, su Corazón y Me muestra su
dolor, su pequeñez y Me pide por sus Necesidades. No hay ni puede haber
venganza, contraria al Cielo. No están dispuestos a Perdonar como Yo, Jesucristo
perdoné a mis verdugos, si no están dispuestos, cómo hallar la reconciliación
con El Absoluto. No busquen más en el mundo lo que es únicamente potestad del
Cielo. Regresen, pequeños Mexicanos, tan amados de El Corazón Inmaculado de Mi
Amadísima Madre, regresen y encuentren sosiego.
El Señor es mi Pastor
Nada me faltará En delicados pastos me hará reposar Junto a aguas de reposo me
pastoreará Confortará mi alma Me guiará por sendas de justicia Por amor de Su
Nombre aunque ande en valle de sombra de muerte No temeré mal alguno porque Tu
estarás conmigo Tu vara y tu cayado Me infundirán aliento Aderezas mesa delante
de mí en presencia de mis angustiadores Unges mi cabeza con aceite, mi copa está
rebosando Ciertamente el Bien y la misericordia me seguirán Todos los días de mi
vida y en la Casa de El Señor moraré por largos años.
Hagan veladas de oración y de Reparación a Mi Corazón Inmaculado. Si han de
gritar, griten mi Evangelio, si han de promover, promuevan Mi Verdad, si aceptan
el silencio, adéntrense en él. Nada hay en el mundo que sea inocente, no busquen
más que no hallarán más que frustración y más, aún más dolor.
Su Divino Pastor, Jesucristo (Junio, 04 del 2012)
Palabras de Javier Sicilia leídas al término de la Misa por la Paz y Esperanza
Queridos hermanos y hermanas en Cristo:
México D.F., 27 de junio de 2012 (Javier Sicilia).- Hace más de un año salimos
en busca de la paz y de la justicia. Nuestros hijos e hijas, nuestros hermanos y
hermanas, nuestros padres y madres, no sólo habían sido asesinados o
desaparecidos por el crimen organizado o por los abusos de las policías y de las
fuerzas armadas, sino que el propio Estado, en un acto de desprecio, los había y
nos había criminalizado.
Después de caminar tanto, de dialogar tanto, de abrazar tanto, de dignificar la
memoria de nuestros muertos, no hemos conseguido ni la paz ni la justicia que
aguardamos y que el país entero aguarda junto con nosotros. La guerra se
extiende por todas partes, y los cientos de miles de muertos de desaparecidos,
de viudas y huérfanos, las cientos de miles de injusticias se acumulan sin que
el Estado y sus gobiernos hagan nada por remediarlo. Lejos de ello, nos han
vuelto a borrar de sus ojos, de sus agendas, y han vuelto a mirarnos con
desprecio.
Sin embargo, hermanos y hermanas en Cristo, nada ha sido en vano. A pesar de la
noche, a pesar del desprecio, en cada paso, en cada abrazo dado, en cada
recordatorio de nuestros muertos, hemos sembrado la paz y la justicia; hemos
opuesto al odio y a la indiferencia el amor y hemos construido el Reino: ese ya
del amor que va con nosotros, pero que aún no ilumina plenamente nuestra
historia.
Hoy en que han peregrinado hasta la casa de Dios por esa misma paz y esa misma
justicia, miren el cirio encendido. Un signo pobre de la resurrección, como
nuestro caminar y nuestro amor. Esa pobreza, en medio de la noche, hace, sin
embargo, una diferencia absoluta: sin ella no habría esperanza y, entonces, las
tinieblas que nos envuelven serían absolutas.
Me uno desde Cuernavaca a su oración, a su andar por la paz y la justicia, que
no ha dejado de ser mi propia oración y mi propio andar con ustedes.
Desde mi corazón donde están siempre, como el mío en el de ustedes.
Paz, Fuerza y Gozo Javier Sicilia Cuernavaca, 26 de junio de 2012
(HABLA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO)
Este sí es El Camino Hacia Mi Morada. Sigue, Hijo, este, tu andar pesado y
agónico que Yo, Jesucristo Tu Buen Pastor, sabré amilanar tu dolor y el de
aquellos que con gran dolor de corazón siguen Mis Sangrantes Huellas. Recuerda
que el Camino de los míos es siempre hacia El Calvario, pero siempre detrás está
la verdadera gloria; no la humana, la fugaz, la pasajera, que no es más que
banalidad, sino la Verdadera, pero para ello hay que resistir y continuar.
No desistas, Javier, Hijo Amado: Recuesta tu cabeza en Mi Pecho, escucha los latidos de Mi Amante corazón, que son por ti. Se como mi amado discípulo Juan que amoroso, tierno y confiado reclinaba su oído ante las palabras de El Maestro Divino. Me has dado un gusto a Mi Sacratísimo Corazón. Habla de Mí, Hijo, que yo hablaré y abogaré por ti y tu causa que has unido a la Mía. Pero recuerda Siempre Primero Dios en todos tus asuntos, en todas tus prioridades, es lo que sale de tu boca lo que reside en tu corazón, qué hay en él, está Dios, resido allí, junto con Mi Padre y Mi Santísimo Espíritu. ¿Vas de la mano de mi Amorosísima Madre o te apoyas en tu diestra? Yo soy tu Diestra, Javier. Apóyate en Mí, que Yo contaré y me apoyaré en ti, como en esta pequeñita que te escribe, por Mi Amadísimo pueblo y el de Mi Madre. ¿No sabes que mi Madre reside en México, el pueblo escogido de Su Sacratísimo Corazón?
Javier, hijo, cree en estas palabras de verdad. He elegido el Salmo 23
especialmente para ti y los tuyos como una respuesta de amor. Recuerda los
verdes prados, las aguas de reposo que te esperan al final de este tu tan penoso
y sangrante andar.
Tu Divino Pastor Jesucristo de Nazaret
Página Principal (Índice del tema)
Página Siguiente (Si uno solo se pierde, la Victoria será amarga)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Reflexiones y mensajes de María
Mensajes: El Libro de la Verdad
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo interesante ahí.