HABLA UN ANGEL: LA INTIMIDAD QUE ALCANCÉIS CON EL CIELO

LA INTIMIDAD QUE ALCANCÉIS CON EL CIELO

(HABLA UN ÁNGEL DEL SEÑOR)

Escucha y escribe. La duda de su sanidad mental -en los Nuestros que son capacitados para oírnos- es recurrente, no te ocupes de ello. En el Getsemaní se te ha pedido que te mantengas en resguardo y soledad y que no vayas con los hombres a comprobar y verificar. Tu sola con la ayuda del Cielo hacen este trabajo y es una prueba de Fe tan grande, Pequeña. El hombre requiere de pruebas, en la mayoría de los casos, para creer. ¡Dichosos vosotros los que creéis sin necesidad de comprobación! Esta es la fe Verdadera.

Tu has creído y has seguido Fielmente el Camino del Señor en total soledad y es natural que te acongojes y dudes de ti misma y aún así te mantienes sin pedir prueba o comprobación o juicio de hombre que verifique la veracidad de aquello que escuchas, de las visiones interiores que te presenta el Cielo.

La donación del Getsemaní es una que pocos pueden hacer, porque el hombre no aguanta el silencio y el anonimato. Saber que sólo sirve a Dios y que de los hombres es despreciado. Es una dura prueba de fe el no involucrarse con el mundo ni distraerse en él, porque el alma, Pequeña, está obligada a verse a sí misma en su condición humana, mientras dure su estancia en la tierra.

Tu confianza es y debe ser total en el Cielo, como fue la De Nuestro Señor Jesucristo (el Ángel se hinca en reverencia) durante su Getsemaní. Su único anhelo era ya cumplir con la Voluntad del Padre.

Vosotros, los que vais dejando al mundo y el mundo os va olvidando, como enterrados en vida de ignorados, sólo terminan con un anhelo que es su alimento cuando nada más de los humano permanece: HACER LA VOLUNTAD DE DIOS PADRE (el Ángel se hinca).

Entre más sube un hombre o mujer, más sola permanece porque no es de los hombres tratar de acompañar a un alma que se encumbra hacia el cielo, y su humanidad sufre y fácilmente es torturada por los susurros del Maligno, (como lo fue Nuestro Señor en el Getsemaní). Pero recordad -y a eso viene esta pequeña y breve explicación- que la intimidad que alcancéis con El Cielo, en vida, es la que habréis logrado para ocupar vuestro lugar en el Cielo.

(HABLA DIOS PADRE)

¿Lo podéis comprender, Pequeños?

Mi Casa, Mi castillo, Mi Hogar está abierto para vosotros.

Os invito no sólo a entrar sino a recorrer las diversas habitaciones. De ustedes depende si os quedáis en el umbral o pasáis a sitios más adentro.

Si estáis ocupados en las cosas del mundo, no tendréis ni siquiera curiosidad por entrar a Mi Casa y recorrerla. Os conformareis con creer que existe y que ya cuando os vayáis, veréis como le haréis para quedar en un buen lugar en el Cielo, Pequeños, pero no es así. Es aquí donde deberéis escoger el sitio que tendréis, si es que lo alcanzáis a tener, en Mi Santa Casa.

Mis hijitos que dejan al mundo, se adentran en Mi Casa, que es decir en Mi Corazón de Padre y en el de Mi Hijo, son los que recorren Mi casa y encuentran morada y reposo y hogar que no se acaba, en ella. Os invito, y tendréis que enterar al pasar por el Inmaculado Corazón de María Santísima. Ella está en el umbral esperándoos para que paséis, invitándoos. Pero debéis entrar a su Santo Regazo que Ella, santamente, os traerá, no podréis llegar por otras rutas.

Llegar por María Santísima, que es el Camino hacia el Camino, que es Mi Amadísimo Hijo, ¿Lo podéis comprender? Por eso CONSAGRAOS a María Santísima y dejaos guiar por Ella, santamente, a Mi Santa Morada. No tratéis de llegar por otros caminos que fácilmente os perderéis, por eso He pedido a Mi Amada Hija que en estos Últimos Tiempos sea Corredentora con Mi Amadísimo Hijo. Ella es la senda hacia el sendero, no tratéis por otros caminos que fácilmente os perderéis.

Haced caso, Mis Pequeños, que el tiempo apremia y ya podéis ver los acontecimientos a vuestro derredor y entorno que no menguan. Orad, reparad, ofreced ayuno y penitencia, pero sobretodo AMAR, AMAR AMAR, Mis Pequeños.

HDDH

(Mayo 8)

Año del Señor 2013

Y María del Getsemaní