¡PUEBLO MÍO, ESTAD PREPARADOS CON VUESTRAS LÁMPARAS ENCENDIDAS
COMO LAS DONCELLAS SENSATAS, PORQUE LA LLEGADA DE MI AVISO ESTÁ CERCA!
Hijos míos, que mi paz os acompañe siempre.
Pueblo mío, estad preparados con vuestras lámparas encendidas como
las doncellas sensatas, porque la llegada de mi aviso está cerca. Permaneced en
mi gracia, para que cuando toque a vuestras puertas os encuentre despiertos y en
vela.
Todos los acontecimientos por suceder
han sido acelerados,
todo por el rescate de las almas; por lo tanto os exhorto a que permanezcáis
orantes y vigilantes, porque cuando menos lo penséis estaré tocando a la puerta
de vuestras almas. Los
días se acortarán más y más,
ésta será mi señal que os anunciará la proximidad de mi aviso.
El reloj de vuestro tiempo se ha acelerado, si no se acortasen los
días, los justos no se salvarían. No hagáis planes ni a corto, ni a largo plazo,
preocupaos más bien por hallar el tesoro de vuestra salvación. Os digo, que
llegaré como ladrón en la noche, por eso estad preparados, velad y orad, porque
no sabéis ni el día, ni la hora en que llegará vuestro amo.
Yo vuestro Jesús de la Misericordia seré el que os estará
esperando; los rayos de luz de mi corazón misericordioso, serán consuelo para
vuestras almas; muchas se alegrarán al verme, otras se arrepentirán y retomarán
el camino de la salvación y otras tantas se alejarán más de mí. Quiero derramar
mi misericordia sobre justos y pecadores, porque os amo y no quiero perderos;
acordaos que mi misericordia es más grande que mi justicia. Acogeos a Mí, y os
daré la vida eterna; venid a Mí, y yo saciaré vuestra sed y calmaré vuestra
hambre. Permaneced en mi amor y no temáis, os aseguro que todo pasará como un
sueño para vosotras mis ovejas fieles. Venid a Mí, todos los que estéis cansados
y agobiados y yo os aliviaré (Mt 11, 28).
Venid a mi sagrario, yo soy el tesoro escondido que andáis buscando;
pedidle a mi Santo Espíritu
que os abra la mente y os
ayude a recordar pecados no confesados,
en mi sagrario está la fuente inagotable de misericordia, no paséis de largo; si
supierais las gracias y bendiciones que recibís con cada visita que me hacéis,
si lo supierais, me visitarías con más frecuencia y vuestro espíritu se llenaría
de gozo y permanecería en comunión conmigo.
Yo soy vuestro Maestro que os espera para que cenemos juntos, mi
mesa está servida, os espero no tardéis,
acordaos de venir con el traje
apropiado. Yo soy el
cordero inmolado, vuestro banquete, y tengo abundantes gracias y bendiciones que
daros; venid y compartid conmigo mi cena pascual y os aseguro que no seréis
defraudados. Pedidme con fe y todo se os dará conforme a mi voluntad. Soy
vuestro banquete. Jesús sacramentado, el Cordero de Dios.
Enoch
Noviembre 7 de 2011
El Aviso tratado en profundidad
Página anterior y principal (Meditaciones)
Página siguiente (Padre no descargues Tu ira)
Páginas principales
Índice General y páginas misceláneas
Meditemos con Jesús (importante)
Videos de música religiosa (popular)
Rosarios, Coronas y Coronillas
Esta página pertenece al sitio "Oraciones y Devociones Católicas"
Visite siempre la Portada del sitio, siempre hay algo nuevo ahí.