DIOS PADRE
DESPRECIASTEIS LO QUE SE OS DIO DESDE LOS CIELOS Y,
LLORARÉIS VUESTRO ERROR
Rosario
vespertino
Temas:
Lloro, lloro, Mis pequeños, anticipándome a vuestras lágrimas también, pero por
otro lado, Me alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que tendréis después
de la prueba y que Me agradeceréis.
Haceos pequeños, Mis hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga sobre
vosotros, porque si la soberbia es la que está creciendo más en vuestro ser,
difícilmente podréis ganaros Mi Gracia.
Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que estáis
viendo que están prácticamente perdidas.
Vosotros sí vivís en el tiempo, Yo estoy fuera del tiempo y cuando Yo os he dado
una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre.
Sed pues, Mis pequeños, de estas almas privilegiadas que estarán gozando de Mis
cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave por no haber
tomado en serio su vida sobre la Tierra.
Mensaje de Dios Padre a J. V. (26 de julio de 2013)
Primer Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Lloro, lloro, Mis pequeños, anticipándome a vuestras lágrimas también,
pero por otro lado, Me alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que
tendréis después de la prueba y que Me agradeceréis.
Hijitos Míos, en la antigüedad, antes de que bajara Mi Hijo a la Tierra, se
vivía en un desierto espiritual, pocos eran los que realmente estaban atentos a
aceptar, a vivir, a acatar Mis Leyes de Amor; el resto, engañados por los
fariseos, no
vivían realmente Mis Mandamientos con amor,
sino con temor porque los mismos fariseos y escribas los engañaban y se
aprovechaban de ellos.
Al llegar Mi Hijo y al empezar a enseñarles el Amor que se vive en el Reino de
los Cielos, el pueblo de Israel vivió un momento Celestial, un oasis de Amor.
Los que trataron a Mi Hijo, los que lo oyeron en Su Predicación, los que vieron
Sus Milagros, los que escucharon Sus Enseñanzas, gozaban el Cielo, vivían el
Cielo en la Tierra, al tener a su Dios en medio de ellos,
pero no lo vieron así,
no lo aceptaron como Dios ni como Mesías, lo atacaron y se deshicieron de Él.
A lo que voy, Mis pequeños, es que vivieron un oasis de Amor y luego, al
deshacerse de Él, regresaron a ese desierto en el que muchos de ellos vivían
aunque,
ciertamente, hubo muchas conversiones, pero la gran mayoría, no lo aceptaron.
Mis pequeños, habéis tenido también la oportunidad de vivir ese oasis de Amor,
pero ¿cuántos realmente han buscado, aceptado y vivido lo que Mi Hijo os vino a
Enseñar? Si vosotros hubierais tomado toda Su Evangelización para crecer,
estuvierais viviendo el Cielo en la Tierra, pero no ha sido así. Habéis
desperdiciado las Bendiciones de todo un Dios entre vosotros, a pesar de que se
quedaron para vosotros Sus Enseñanzas y, además, la salvación para cada uno de
vosotros, que os regaló con Su donación.
Mis pequeños, éste es el tiempo en que os arrepentiréis de no haber aprovechado
lo que Mi Hijo os dejó,
los que habéis hecho a
un lado Sus Enseñanzas, Mis Leyes, Su Donación, regresaréis a ese desierto,
desierto de maldad, de frialdad, de luchas fraternas, de un desamor generalizado
y que ya estáis viviendo.
No quisisteis aprovechar el Amor Celestial, despreciasteis lo que se os dio
desde los Cielos y, lloraréis vuestro error, porque si hubierais tomado como
Alimento todo lo que Mi Hijo os dio, estaríais prolongando el Cielo a la Tierra,
pero no lo habéis hecho así. La gran mayoría de vosotros os habéis dedicado a
vivir para el mundo pero, además, de una forma errónea y ¿qué habéis ganado en
lo espiritual?, nada, Mis pequeños. Los que estáis viviendo solamente para las
cosas del mundo, que no os van a dejar ningún tipo de espiritualidad, no vais a
crecer espiritualmente, no vais a dar frutos espirituales, vuestro error y
vuestra negligencia os van a costar muchas lágrimas.
Pudisteis haber evitado
todo eso si hubierais aceptado todo lo que Mi Hijo os dio, que es la perfección
de vida de todo hijo Mío,
pero os habéis apartado de Mis Leyes, de Mi Amor, de Mis Consejos Divinos
Paternos y quisisteis vivir de acuerdo a vuestra humanidad, llena de error y de
pecado y ahora sufriréis fuertemente vuestro error.
Este es tiempo también de arrepentimiento, espero que al entender la lección que
tendréis, cuando os empiece a doler profundamente vuestro error y os haga
reflexionar todo lo que desperdiciasteis, cuando os arrodilléis y pidáis perdón,
entonces sea cuando vuestras plegarias llegarán a Mí, vuestro Dios y vendrá el
fin de la maldad.
Tendréis otra
oportunidad, muchas almas serán eliminadas de la Tierra, quedaréis los que Me
habéis buscado, los que Me amáis y sobre todo, los que dais fruto y mucho fruto.
Me duele deciros esto, Mis pequeños, pero os habéis ganado el castigo por
vuestra imprudencia, por vuestra ceguera, por vuestra maldad.
Lloro, lloro, Mis
pequeños, anticipándome a vuestras lágrimas también, pero por otro lado, Me
alegro, también, Mis pequeños, con la alegría que tendréis después de la prueba
y que Me agradeceréis.
Mientras tanto, Mis pequeños, tratad de regresar a Mí. Buscad el agradarme y el
agradecerme por tantos beneficios que habéis obtenido de Mí.
Poco tiempo
queda, pero bien aprovechado, podréis obtener grandes bendiciones todavía.
“Amaos los unos a los otros”, os pidió Mi Hijo y os lo pido ahora, Mis pequeños,
lloraréis, pero compadeceos los unos por los otros y regresad a Mí.
Os Bendigo, Mis pequeños, buscad Mi Amor y lo encontraréis en vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Haceos pequeños, Mis hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga
sobre vosotros, porque si la soberbia es la que está creciendo más en vuestro
ser, difícilmente podréis ganaros Mi Gracia.
Hijitos Míos, mucho os he repetido que estáis en momentos difíciles, Satanás se
ha encargado de transmitir por todos lados su maldad y muchos hermanos vuestros
le han abierto su corazón.
No os podríais imaginar,
Mis pequeños, quiénes de vuestros hermanos le han abierto su corazón al maligno.
La maldad está a todos niveles, la maldad ha destruido, en buena parte, lo que
Mi Hijo os dejó, la maldad va manipulando a las naciones, la maldad os quiere
destruir, tanto en lo físico como en lo espiritual, Satanás tiene sus esbirros,
Satanás los manipula a su antojo y aquellos ni cuenta se dan, creyendo que se
van a ganar grandes regalos de parte de Satanás por haberle servido, cuando la
realidad va a ser todo lo contrario.
Satanás, al haber diseminado su maldad, estáis viviendo una gran confusión, que
pocos se dan cuenta de ella y por eso os he pedido tanto
que recurráis al
Espíritu de Discernimiento,
para que no caigáis en esas trampas mortales a donde os lleva él.
Veréis cosas muy difíciles, Mis pequeños, aun aquellos que están acostumbrados a
ver maldad, destrucción, luchas fraternas, se horrorizarán de lo que Satanás
hará en vuestro mundo.
Ciertamente, eso ayudará para que muchos regresen a Mí, que oren y que se
acorten los días de vuestra purificación.
Os habéis ganado todos estos dolores, porque os alejasteis de Mí, pero Mi
Misericordia es muy grande y Me apiado de vosotros, los que os arrepentís,
aunque sea por el dolor y por la maldad que veréis a vuestro alrededor.
Haceos pequeños, Mis
hijitos, haceos pequeños para que Mi Gracia caiga sobre vosotros, porque si la
soberbia es la que está creciendo más en vuestro ser, difícilmente podréis
ganaros Mi Gracia
y difícilmente ayudaréis a vuestros hermanos, con lo que debiera ser vuestra
intercesión, si vivierais en estado de Gracia, como Yo os lo he pedido. El dolor
ciertamente os purificará y Mi Amor os protegerá, pero deberéis hacer muchos
méritos, Mis pequeños.
Vuestro
arrepentimiento de todas vuestras faltas pasadas tiene que ser de corazón, desde
lo más profundo de vuestro ser
y ¿cuántos de vosotros podrán llegar a eso, a un arrepentimiento de corazón?
Pocos, muy pocos, por eso en las Sagradas Escrituras se os habla de “un pequeño
remanente” que quedará para que se inicien las nuevas generaciones
en los Cielos Nuevos y
las Tierras Nuevas que tendréis.
Meditad esto, Mis pequeños, ¡qué vergonzoso es que solamente quedara un pequeño
remanente y que son tantas las almas que se perderán! Es vergonzoso y además, el
que hayáis desperdiciado toda vuestra vida o una gran parte de ella en atacarme,
en maldecirme, en separaros de Mí, ¡qué vergonzoso, Mis pequeños!,
Me duele que seáis así,
cuando Yo os he dado todo y no respondéis como verdaderos hijos como debierais
ser. Arrepentíos antes de que el tiempo os aplaste.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que
estáis viendo que están prácticamente perdidas.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que los agricultores, los ganaderos, la gente del
campo, sabe leer en los cielos el clima que vendrá y así se preparan y protegen
sus cultivos, sus ganados y su propia familia.
Vosotros, como hijos
Míos, los que estáis cerca de Mí, también debéis aprender a leer, en los
acontecimientos que están sucediendo a nivel mundial, lo que va a pasar.
Es obvio deciros que si estáis viendo maldad y ésta va creciendo, difícilmente
se detendrá, a menos que os arrodillarais una buena parte de la humanidad y
pidierais perdón para que Mi Misericordia os alcanzara, que sería lo mejor, o
que seréis engañados por Satanás a través de su representante, que ha de venir y
que anunciado está en las Escrituras.
Lo que sí es verdad, Mis pequeños, es que la maldad se dará en aumento y
vosotros no estáis haciendo prácticamente nada para detenerla y, si la
detuvierais, realmente alteraríais los acontecimientos que están anunciados y le
quitaríais fuerza a Satanás, pero no lo hacéis, estáis esperando que vuestro
vecino, vuestro hermano u otras personas lo hagan y mientras vosotros, no hacéis
nada. Os estáis
ganando verdaderamente vuestro castigo, porque sabéis leer los acontecimientos
que, anunciados están ya y no queréis creer en lo que Yo os he dejado en las
Sagradas Escrituras.
Sois estirpe terca, tonta, que se os quiere cuidar y vosotros no queréis
responder, tenéis todos los medios para hacerlo y con ello detener infinidad de
acontecimientos que se volverán contra vosotros,
pero no queréis entender
y, cuando empiecen a sucederse, tarde será ya y tendréis que sufrir lo que Yo no
quería que sufrierais.
Mis pequeños, no estáis haciendo vuestra parte, no os estáis ayudando los unos a
los otros, no estáis viviendo como verdaderos hijos Míos, hermanos de Mi Hijo
Jesucristo, os repito, vuestro error os va a costar mucho dolor.
Satanás ha ganado
mucho terreno y no le estáis quitando fuerza, son muy pocos, muy pocos hijos
Míos, alrededor del mundo, que están realmente viviendo de acuerdo a como Yo os
he pedido viváis.
Ciertamente, por amor a ellos, voy a disminuir en algo lo acontecimientos y los
dolores que tendréis y ciertamente protegeré
a aquellos que se han
dado a Mí y que están haciendo todo lo posible con su donación, con sus
oraciones, con sacrificios, penitencias, ayunos para alcanzar Mi Misericordia
para toda la humanidad.
Estas son las almas que han trabajado bien y que se les dará su premio, porque
han entendido perfectamente bien las Escrituras, pero ¡ay! de aquellos que han
desperdiciado su tiempo y, peor aún, aquellos que han utilizado el tiempo que Yo
les concedí vivir en la Tierra para servirme y se opusieron a Mí, vuestro Dios,
más les valiera no haber nacido a muchos de ellos.
Os pido sigáis orando, sigáis viviendo de acuerdo a Mis Mandamientos, pero sobre
todo, al Amor que Yo he puesto en vuestros corazones. Mi Hijo os enseñó cómo
vivir y engrandecer ese Amor que Él manifestó para vuestra salvación.
Orad pues, Mis
pequeños y no desperdiciéis vuestro tiempo, muchas almas necesitan de vuestra
intercesión, son almas vacías, son almas equivocadas y son almas malas, muchas
de ellas.
Amaos, amaos los unos a los otros y especialmente a aquellas almas que estáis
viendo que están prácticamente perdidas.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros sí vivís en el tiempo, Yo estoy fuera del tiempo y cuando Yo
os he dado una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre.
Hijitos Míos, ¿Cómo os vais a proteger contra la maldad de Satanás, cuando
ya ni siquiera
sabéis discernir entre lo bueno y lo malo?
Aquellos que viven en estado de Gracia, que están Conmigo, saben diferenciar
entre el blanco y el negro, pero una gran mayoría de vosotros, vivís ya en tonos
grises, ya no sabéis distinguir, vuestra vida se ha vuelto un caos, Satanás os
ha engañado gravemente.
Ciertamente ya no buscáis el estado de Gracia, y ya vuestra vida se desarrolla
en pecados mayores o menores y esto ya no puede seguir así, Mis pequeños.
Estáis desperdiciando
vuestro tiempo terreno, estáis desperdiciando tantas Bendiciones que os
ganasteis u os debierais haber ganado con el gran Sacrificio de Mi Hijo y no lo
aprovecháis en lo absoluto.
Ciertamente, muchos de vosotros habéis tenido la oportunidad, en algún momento
de vuestra vida, de conocer lo que son Mis Leyes, Mis Preceptos, vuestras
obligaciones y no
las quisisteis escuchar y menos seguir.
Habláis de que Mis Leyes son obsoletas, de que éste ya no es tiempo en que
debéis cumplir todo eso, porque son cosas del pasado, y estáis en un error, Mis
pequeños. Vosotros sí vivís en el tiempo,
Yo estoy fuera del
tiempo y cuando Yo os he dado una Ley, una Orden, un Precepto, es para siempre,
vosotros debéis acatar lo que Yo, vuestro Creador, os mando, si es que queréis
obtener también Mis Bienes Eternos.
Creéis poderme engañar, manipulando Mis Palabras a vuestra conveniencia, como
muchos que se dicen pastores de la Iglesia lo hacen
y todo para darle gusto
al hombre,
dándome la espalda a Mí, vuestro Dios y Creador.
Este es tiempo en que deberéis, cada uno de vosotros,
darme cuentas de lo que
hicisteis a lo largo de vuestra existencia en la Tierra,
darme cuentas de lo que debisteis haber hecho para ayudar a vuestros hermanos
en su salvación
eterna y así
ganar la propia. Mucho pudisteis haber hecho al igualaros a la Vida de Mi Hijo
Jesucristo y no lo quisisteis hacer,
por no querer tomar
ningún compromiso para Conmigo o no querer trabajar para Mí y para vuestros
hermanos, engrandeciendo Mi Reino.
Mucho tendréis que padecer por haberme hecho a un lado de vuestra vida y no
haber cumplido con lo que Yo os pedí. Lloraréis grandemente cuando os deis
cuenta de vuestro error y veréis cómo Me hicisteis llorar a Mí primero por
vuestros pecados, por vuestra negligencia, por haberme dado la espalda a Mí,
vuestro Dios.
Muchos errores habéis cometido,
tratad de enmendarlos,
antes de que venga vuestro Juicio, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla Dios Padre.
Sobre: Sed pues, Mis pequeños, de estas almas privilegiadas que estarán
gozando de Mis cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave
por no haber tomado en serio su vida sobre la Tierra.
Ciertamente hijitos que no todo va a ser feo en estos tiempos. Sí, habrá
purificación, habrá dolor, pero principalmente para aquellos que lo necesitan
para ser purificados o para aquellos que Me han atacado y que tendrán también un
dolor fuerte, como Me lo han causado a Mí, vuestro Dios.
Pero otras almas, también tendrán su tiempo de alegría, porque éste es el tiempo
esperado, éste es el tiempo del cambio, éste es el tiempo de las Promesas que se
han de realizar y que darán gran alegría a todas aquellas almas que han esperado
éste cambio y que lo vivirán y lo gozarán, porque Yo Soy un Dios de Bien, Yo Soy
un Dios de Amor,
Yo no puedo mantener a las almas buenas en tribulación y dolor, cuando
ciertamente ya lo han vivido por haberse mantenido en Mí.
Ciertamente, han tenido persecución, ataques, burlas, blasfemias y a veces, aún
más, hasta la muerte, por mantenerse en Mí, por transmitirme, por llevarme a sus
hermanos, para estas almas buenas, a estas almas que han luchado por mantenerse
en Mí y transmitir Mi Vida y Mis Valores,
un derrame de
Bendiciones tendrán.
Sed pues, Mis pequeños, de estas almas privilegiadas que estarán gozando de Mis
cuidados paternos cuando, otras, estarán sufriendo en forma grave por no haber
tomado en serio su vida sobre la Tierra, por haber desperdiciado su tiempo en
maldades, en pecado, en graves errores que dañaron Mi Corazón y ya no digamos
las almas perversas, que prefirieron servir a Satanás antes que a Mí, su
Creador.
Benditas seáis,
vosotras, las almas buenas, las almas que han ido gozando a lo largo de su
existencia con vuestra donación, con vuestro respeto a Mis Leyes y, sobre todo,
por haber hecho de Mi Amor vuestra forma de vida.
Gracias, Mis
pequeños.
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