EL DEMONIO ARREMETE CONTRA LOS HIJOS DE DIOS

El demonio en estos tiempos arremete contra los hijos de Dios

Les mantengo dentro de Mi Corazón, Arca donde protejo a todos los que acuden a Mí. Una vez más les llamo a mantenerse en una fe firme e inmovible, alimentada por la Eucaristía diaria, por la oración perseverante y por la continua petición para que el Espíritu Santo les asista en todo momento y así logren discernir ante el ir y venir de las continuas asechanzas del demonio, que en este tiempo arremete contra los hijos de Dios.

El mal se presenta de mil formas, y sólo el discernimiento les llevará a tomar el sendero correcto. El enemigo está luchando insistentemente; permanece en una lucha constante contra cada hijo fiel. El enemigo se mantiene en constante batalla para alejar, confundir y sobre todo, desanimar a la Iglesia de Mi Hijo.

CUANTO ACONTECE ALREDEDOR DEL MUNDO: EVENTOS DE LA NATURALEZA, MATANZAS, HAMBRUNAS, PESTES… ES EL PRODUCTO DE CUANTO ESTÁ SEMBRANDO EL MISMO HOMBRE EN SU CORAZÓN. No se valora la vida como don, sino como posesión, en la cual se puede decidir su final.

Amadísimos hijos: esto no es, sino otra señal de cuanto desamor, de cuanta vanagloria hay en el corazón del hombre. Mis hijos fieles me acompañan en este gran sufrimiento que Mi Corazón padece ante tanta ofensa contra Dios.
Cada uno de ustedes tiene que concientizar en lo que está sucediendo en el mundo; y con ojo fino, analizar estos acontecimientos detrás de los cuales se esconde el mismo demonio, preparando los corazones de los tibios para que actúen en contra de Su Dios, y en contra de sus hermanos.

Esta posesión del demonio, que como dueño deambula por el mundo en busca de almas, que vivan lejos de Dios para apoderarse de ellas y traer más dolor a la humanidad; ha traído como consecuencia el que se den matanzas, el que se promulguen leyes para favorecer el aborto, el que proliferen otros medios de exterminio que se están utilizando hoy en día; el que no conmueva al corazón humano al mirar a un hermano muriendo de hambre, la indiferencia hacia el sufrimiento físico o espiritual de los semejantes. Esto no es normal entre aquellos que han sido creados por la Mano de un mismo Padre. Esto se llama desamor, odio, olvido, rencor, y es causado por el enemigo de los hombres, por el mismo demonio que endurece a los hombres, carcomiéndoles el corazón y saturándoles el mismo, con toda la maldad que él desprende como dueño de la oscuridad.

Mis hijos: estas medidas que hoy son orgullo de muchos, como el matrimonio entre criaturas del mismo sexo, el aborto, la adopción de niños por parejas del mismo sexo, el que se den órdenes para sacar intempestivamente y sin ningún temor el Nombre de Dios de todo acto u obra del hombre; estos pecados y otros que hacen sangrar el Corazón de Mi Hijo y el Mío, llevan en el tiempo, a recordar el pecado que vivía Sodoma y Gomorra. Y hoy, hijos, hoy debo decirles con dolor que el pecado actual ha superado el pecado del pasado. En este instante, el pecado ha tomado el poder, y éste es parte fundamental del modernismo, mayormente entre la juventud, pero no puedo negar que los mayores se ven también sumergidos en actos dolorosos en contra de la integridad de los indefensos.

Hoy la humanidad mira el pecado como algo natural, está olvidando a Su Creador, y esto le acarrea al mismo hombre, males y enfermedades, las que son un signo fehaciente de la cercanía de cuanto se avecina para la humanidad. Este es el tiempo en que la maldad ha penetrado tanto en el hombre, que ésta se vuelve en contra del mismo hombre. Sé bien que conocen las profecías, las cuales no han sido dadas a conocer para que pasen desapercibidas o para causar temor al hombre. No, las profecías han sido anunciadas para que el hombre las tome en cuenta y cambie, mas esto no ha sido alcanzado, y todo se está vertiendo sobre la humanidad.

Hay oscuridad en toda la tierra. Es la oscuridad del pecado, que se está liberando sobre la misma humanidad y traerá lo que para el hombre será la noche larga, en donde los demonios saldrán de sus cavernas en busca de almas tibias o totalmente alejadas de Dios, para sumergirlas en el pecado. Es ésta la razón por la cual, ya en este tiempo, los secuaces del demonio de estatus inferior, están saliendo poco a poco, y de esta manera se están apoderando de la voluntad de las criaturas sin Dios, guiándoles para que cometan tantos crímenes, tantas aberraciones, tanta drogadicción, tanto ultraje contra los inocentes.

Este tiempo, es tiempo de crisis. El pueblo de Mi Hijo está en crisis a causa de su testarudez, del alejamiento voluntario hacia Dios, de adorar falsos dioses. El pasado se repite, y el hombre se castiga a si mismo, mientras no reconozca su pecado. La agresividad descontrolada, vive al lado de cada uno de ustedes; es ésta la razón para que no se separen de la oración, de la Eucaristía, del amor; sean verdaderos.
Hijitos; ¿desean vencer la tentación? Oren para que no caigan, sean las lámparas que alumbren, sean unidad, mantengan la fe, para que canten victoria para la Gloria de Dios.

LA MISERICORDIA DE DIOS ESTÁ FRENTE A USTEDES, AUN EN ESTE MOMENTO DE GRAN OSCURIDAD. DIOS ES AMOR, Y SU AMOR SE DA A LOS HOMBRES EN UN CONSTANTE ACTO DE DONACIÓN TOTAL; ASÍ QUE TOMEN ESE AMOR DIVINO QUE EL MISMO PADRE LES ESTÁ OFRECIENDO.

Amadísimos hijos: permanezcan seguros de la Presencia Divina en cada criatura humana; que no les amedrenten los poderosos de la tierra, porque por encima de ellos, permanece “El que es dueño de cuanto ha sido creado”. Ustedes obedezcan, prepárense, no sean de los que escuchan los leves respiros de los gobiernos, dando falsas seguridades a los suyos. Ustedes continúen guardando para los tiempos más difíciles, ya que estos están por venir; prepárense y no olviden que a quienes permanecen en fe, Dios les multiplica cuanto poseen, para que compartan con sus hermanos.

Mis amadísimos hijos: esta Su Madre, les invita hoy a orar con fuerza y fe; tanta, que dé luz en donde hay oscuridad. No olviden que Dios es Dios de amor y perdón. Les amo.