ANEXO 1
LA TRISTE HISTORIA DEL VIDENTE DE PEÑABLANCA
MIGUEL ANGEL POBLETE
María Luisa Paredes:
Las fechas y los itinerarios del peregrinar de su vida, aparecerían
fríos y silentes sobre el papel y puede que nada nos digan ni nos conmuevan en
lo absoluto. Sólo revelando su dimensión humana, podrá uno entender lo que se
ocultaba tras el vidente mismo.
Luego de iniciadas las apariciones, Miguel Ángel vivió en muchas
casas de familias bien constituidas y en todas ellas fue dejando su recuerdo
como algo imperecedero. Del mismo modo, llegó un día hasta mi puerta y nos pidió
entrar en nuestro hogar y aquí se quedó, para dicha de nosotros y espero que de
él también. Su permanencia con nosotros fue, como siempre, una sucesión de
partidas y llegadas, algo que era muy típico en él.
Al iniciar esta sección, puse fecha a su estadía en mi hogar, pero debo
aclarar que estuvo con nosotros varios años, al sumar las semanas, días o meses
que permaneció aquí.
Quisiera comenzar mi testimonio con un hecho periodístico irrefutable y
que demuestra, en toda su dimensión, los ataques que recibió este niño en forma
tan injusta.
El día 2 de octubre de 1983, el sacerdote Jaime Fernández Montero, hace la
siguiente declaración a la prensa:
“Voy a entregar
documentos para sanear muchas de las cosas que se han dicho. Que era epiléptico,
drogadicto y otras estupideces. Yo creo que hay que parar eso y ojalá, y esto se
lo digo de manera oficial, que no se le ocurra a ningún otro diario colocar una
cosa así, pues yo entonces lo voy a defender, importándome un pepino si él ve o
no ve a la Virgen. Yo pienso aprovechar esto pastoralmente. Si hay tantos
católicos creyentes que están afluyendo allí, hay que aprovecharlos para
evangelizar y conducirlos a Dios”.
“Voy a presentarle al señor Obispo (Francisco de Borja Valenzuela), un
proyecto para aprovechar esto”. “Si la gente va a rezar, le hacemos un templo
grande, ponemos confesionarios. La idea es conducirlos a Dios”.
Sin embargo, tres días después se producía el increíble vuelco, con la nota
reprobatoria del Obispo.
Hemos iniciado esta sección del libro descalificando las acusaciones
contra el vidente, que por supuesto tenían necesariamente que nacer desde el
pobrísimo espectro mental del ser humano, en su bajeza y crueldad. Una vez más,
ante lo inexplicable para los semidioses, resultaba más fácil pisotearlo en el
suelo, degradarlo y desprestigiarlo desde un comienzo. El ser humano,
acostumbrado a ver la paja en el ojo ajeno, las emprendió contra este pobre ser;
la soberbia y la envidia siempre encuentran sus delicias en este tipo de
situaciones.
Miguel Ángel era un diamante en bruto, de esas personas con inteligencia
innata pero salvaje, en lo absoluto cultivada, y con una casi total ignorancia
de lo religioso. Se podría decir que sus conocimientos eran los elementales y
propios de un ser recién evangelizado y converso.
Para quien lo veía por primera vez, resaltaban los toscos rasgos de su
rostro y la aspereza de su trato, obvia consecuencia de su dura infancia, pero
su apego a la rectitud y a la franqueza estaban vivos en él. Sólo quien viera a
través del corazón, podría entender a esta criatura tan controvertida para
muchos. Su lenguaje era consecuencia de lo que había aprendido y por eso, muchas
veces salí en su defensa cuando lo atacaban o criticaban. Nadie podría pedir que
fuese ilustrado y educado ya que sólo había crecido entre agresiones y bajezas.
Miguel Ángel, formado en la dura realidad de los albergues fiscales, a
pesar de todo lo que le tocó ver y padecer conservó siempre vivas en él, la
bondad y la pureza, gracias que se le podían reconocer en la convivencia diaria.
Nos enseñó lo fácil que era no guardar rencor y saber perdonar, cosa que él
hacía por costumbre. De hecho, más de alguna vez me manifestó no guardar rencor
hacia quienes, de una u otra forma, marcaron su infancia.
Lo vi en momentos de alegría y de dolor. Lo vi llorar, pero también lo vi
sobreponerse al dolor y al sufrimiento, enseñándonos su fortaleza en los
momentos más adversos que generalmente eran consecuencia de los duros ataques de
que era objeto. Pero él defendía a la Santísima Virgen a como diera lugar,
alzando su voz para negar lo que era mentira y recalcando lo que era verídico,
en ese crecimiento espiritual que fue experimentando en el tiempo gracias a la
preocupación de su Madre Celestial. De hecho me dijo, que sus conversaciones con
la Santísima Virgen ya no eran tan infantiles y daba como ejemplo sus típicas
preguntas del principio: ¿Cómo lo sabe? Decía luego, que estaba consciente que
la Virgen sabía todo de antemano, mucho antes que él le expresara algo.
Este ser humano, tan castigado por el destino, conservaba intactas en él
las cualidades de una persona bondadosa y así, por ejemplo, quería mucho a los
niños y demostraba entenderlos a la perfección. Los defendía ante cualquier
ataque, incluso ante el reto de los mayores.
Yo, tal vez a diferencia de muchos, lo consideré como alguien más de mi
casa, casi como al hijo que nunca había podido tener. En muchas oportunidades
conversamos sobre sus sentimientos e ideales y en esas conversaciones, fue
aflorando aquella personita buena y ejemplarizadora. Ese tosco ser humano que
miraba con desconfianza a todos, daba paso a un ser sensible del cual aprendí
muchas, muchas cosas.
Muchas de las personas que vivieron con él ya siendo vidente y tal vez
sin darse cuenta, lo tenían a su lado para gozar del privilegio de estar atentos
a sus éxtasis y revelaciones. Miguel Ángel se daba perfecta cuenta de quienes
querían sacar algún provecho a costa de él y en esos casos, manifestaba todo su
repudio en la forma que él sabía hacerlo: se retiraba de aquellos lugares sin la
menor condescendencia con los ahí presentes. Esas actitudes suyas lo hacían
aparecer como un ser mal educado y antipático, pero cuando se le conocía más en
profundidad, salía a relucir su bondad, su capacidad de amar y todo lo grande
que habitaba en su alma atormentada, pero incólume.
Recuerdo muy bien aquellas ocasiones en que Miguel me preguntaba: ¿Habré
sido demasiado duro con él o ella? ¿Tú crees que se habrá enojado él o ella,
porque le dije tal cosa?
Había ocasiones en que las personas que se agrupaban a su alrededor,
analizaban y desvirtuaban los mensajes, sin considerarlo a él para nada y era
ahí entonces, cuando su rebeldía y aspereza salían a relucir, pero en defensa de
la Santísima Virgen. Él no toleraba que se desvirtuaran los mensajes, de los
cuales guardaba perfecto recuerdo.
En mí y en otros, que podrán dar su testimonio, caló hondo en los
corazones, porque fuimos testigos de su bondad. Cuando la gente se acercaba a él
por primera vez, muchos le trataban como a un ignorante muchacho y eso lo
descomponía. Aún más, muchas veces ese acercamiento obedecía a la intención
morbosa de estudiarlo o para obtener de él, información respecto a los mensajes,
que muchas veces era referida erróneamente por ellos.
Muchas veces lo vi en oración y en un serio análisis de su dolor ante los
ataques que era objeto y siempre superaba esas etapas y salía fortalecido. Esa
fortaleza que demostraba tener, me hacía pensar que Miguel Ángel nos aventajaba
a muchos en ese don y que esa ventaja era enorme.
Al menos conmigo era preocupado, cariñoso y cumplido. Por ejemplo, cada
vez que viajaba al extranjero, siempre me llamaba por teléfono, me contaba todas
sus vivencias y muchas veces me pedía consejo, desde tan lejos.
Pienso que todos caímos en el error, –unos más otros menos–, de asociar su
condición de vidente con la de un santo. Craso error. Sin serlo, demostraba
ansias de superación y de purificación. Trataba a cada instante, de seguir fiel
a su Madre del Cielo, a quien amaba y respetaba, y así podía decirnos, con toda
razón, si éramos dignos de escuchar aquellos mensajes, o sólo éramos un grupo de
fanáticos y herejes de los cuales huir, porque él sabía cuando huir.
No somos quien, para ponerle moldes a los elegidos por el Señor. No, a
nosotros nos corresponde creer. No está en nosotros el asignar requisitos a
estas almas que tienen el privilegio, o tal vez la desgracia, de ser escogidos
por el cielo como meros instrumentos de su plan divino, y digo desgracia, porque
generalmente es mucho lo que tienen que sufrir por culpa del mundo.
Seamos francos con nosotros mismos y reconozcamos que si él hubiese sido
dócil, de familia bien constituida y muy religiosa, habríamos argumentado
fanatismo religioso como explicación de aquellos éxtasis, porque así es el ser
humano.
De él dijeron tantas falsedades que duele el tan sólo recordarlas, pero
los que creemos en él, encontramos nuestro mejor argumento en las palabras del
sacerdote Luis Fernández, ya fallecido. Decía lo siguiente respecto a Miguel
Ángel: “Aquellos que no son humildes, sencillos, que no se achican para que Dios
crezca, van a ver una sombra en Miguel Ángel, pero que quiten su mirada del
instrumento y verán la Gloria de Dios”.
Elizabeth Ramírez:
Hay un tema que sin duda nadie quiere comentar y es el cambio de sexo del
vidente, después del término de las apariciones en junio de 1988, debido a ello
me permitiré hablarlo yo. Llamarlo cambio de sexo no lo sé. Lo que sí podíamos
ver todos era una evidente alteración hormonal. Mis preguntas referentes a este
tema siempre fueron varias:
¿Por qué ocurrió esta alteración?
¿Quién le dio las hormonas?
¿Cuál era el fin?
Es que nunca nadie notó algo en Miguel Ángel, algo extraño, algo que los
llevara a pensar que podrían desencadenarse los hechos conocidos por todos.
Habían médicos cerca de él siempre por el tema de los estigmas, de los éxtasis,
cuando salía del país se le practicaban chequeos médicos, estuvo en un hogar de
menores, con controles médicos.
¿Qué pasó entonces?
Todo lo que les comento es porque me queda una amarga sensación de maldad
para con el vidente, quien falleció en solitario. Si no hubiera sido por dos
mujeres de buen corazón que lo recibieron y acompañaron hasta sus 42 años de
vida. ¡Qué increíble!, todos aquellos que viajaron a las apariciones siempre
quisieron estar cerca de Miguel Ángel, tocarlo para sentirse bendecidos y cerca
de Dios y sin embargo murió absolutamente solo.
Esto prueba que el ser humano es no solo inestable en la calidad e intensidad de sus emociones, sino además poco tolerante con hechos que si bien puede ver, desconoce su desarrollo y no le interesan las posibles verdaderas razones que lo gatillaron..
Pero a diferencia de las necesidades de otros sujetos por cambiar de
sexo, debido a sus inclinaciones, en Miguel Ángel produjo sólo la soledad, un
efecto que no atrajo a nadie, ni siquiera una pareja. Esto me ha llevado a
pensar, a recordar. Es para mí extraño y difícil de entender que una persona se
exponga de la manera que él lo hizo y no haya ganado nada aparentemente, sólo
detractores, enemigos, burlas, maldad.
Me lleva a pensar en la posibilidad de algo más, de que quizás exista una
posibilidad una pequeña posibilidad de que toda su vida haya sido una prueba,
pero no solo para él, sino también para quienes lo conocieron y sobre todo para
quienes estuvieron cerca de él.
Otro hecho que siempre me llamó la atención es que constantemente mantuvo
imágenes de la Virgen cerca de él, como si ello significara aparte de una
necesidad y cariño por la Virgen María, una constante reafirmación de su calidad
de vidente. Nunca me enteré de que hubiera negado las apariciones, sino que tuvo
una vida un tanto excesiva para una persona como él, en su papel de vidente. Hay
un dicho popular que dice; errar es humano y perdonar es divino. Los seres
humanos nos equivocamos a cada instante y siempre pedimos compresión, apoyo y
que nos entiendan y nos den otra oportunidad, la pregunta es:
¿Miguel Ángel, una persona que ayudó, mediante su calidad de vidente, en el
período de las apariciones a cambiar tantas vidas, tuvo también esas
oportunidades?
Nunca supe que el vidente de Peñablanca dañara a alguien y con respecto a
su condición o actitud el único dañado fue él mismo. Y quienes digan que con su
actuar le causó mucho daño a la aparición, discrepo de ello ya que al recibir
los mensajes mediante los éxtasis, jamás hizo mal uso de ellos o cambió lo que
dijo en su momento.
Tampoco debemos olvidar que la fenomenología religiosa tiene dos lados la
luz y la oscuridad, Dios y el demonio y que siendo la aparición una
manifestación divina de luz, una visita enviada por Dios a sus hijos, el demonio
también interviene pero no creo que éste avise que llega, me imagino que es
astuto, sagaz, silencioso, todo ello para trabajar tranquilo y sembrar lo que a
él le compete y conviene; la confusión, la maldad y crear las condiciones
necesarias para sus fines sin que nadie se percate de ello.
Quiero comentarles que la muerte de Miguel Ángel Poblete, me deja la
sensación de una persona que fue muy confiada y a la vez muy ingenua, utilizada
por personas insensibles y cobardes, ¿Por qué?, eso aún no lo sé. Aunque haya
muchos que piensen que esa utilización se basó en el montaje de un falsa
aparición. Aún si hubiera sido así, tema que nunca se ha probado, lo más fuerte
no creo que haya sido la manipulación de una aparición, sino la manipulación de
una persona y el haberle causado ese inmenso daño de confusión, abandono que
desencadenó su camino al alcoholismo. Miguel Ángel no sacó algo económico de
esto. Él no escribió libros, no hizo una fundación, no escribió revistas, no
tuvo lujos, todo ello se creó en torno a él, pero no fue nunca manejado o
administrado por él.
Sus últimos años los pasó en una cama con perros que eran sus grandes
amigos y dormían cerca de él, pasando inclusive hasta hambre. Antes de juzgar o
criticar a Miguel Ángel en su calidad de vidente, cosa que los humanos sabemos
hacer muy bien con nuestros semejantes, pensemos por unos minutos, solo unos
breves minutos que experiencias vividas por él pudieron haberlo llevado a
comportarse como lo hizo. Y luego simplemente desear que ahora esté mucho mejor.
Miguel Angel a los quince años
Nosotros:
Hay algo hermanos que es indiscutible, los mensajes de la Dama Blanca de
la Paz son verdaderos. Efectivamente Miguel Angel recibió los mensajes de la
Virgen María. Mensajes que son relatados detalladamente en el Libro de María
Luisa Paredes.
Es muy fácil al leerlo el darse cuenta de su veracidad, sólo leyendo algunos de
ellos. Miguel Angel repite los mensajes y en muchos casos no comprende lo que
quieren decir, tampoco quienes los acompañas y los fieles presentes. Para
entenderlos en su totalidad habrían tenido que tener mayor información,
información que han sido entregadas por Jesús y María en el tiempo presente.
Vamos a dar algunos ejemplos:
Peñablanca:
Una noche
cualquiera, cuando la brisa bese los árboles, una noche tibia, veréis en el
cielo una enorme luz con una enorme cabellera. Mirad la enorme cabellera cómo
mueve la tierra. Se ve como una enorme luz, con una cabellera, pasando muy cerca
de la tierra. Muchos se maravillan, pero al instante hay una gran explosión.
Luz de María: 20 de Agosto
de 2010
Fuego caerá del
Cielo y un cometa se divisará de un momento a otro ante el asombro de todos. El
hombre no encontrará escondite, sacará de las madrigueras a los animales,
buscando un refugio.
Peñablanca, 13 de julio de 1983
La moda que existe hoy,
ofende a Nuestro Señor. La mujer ya no parece mujer y el hombre ya no parece
hombre.
Luz de María, 4 de Enero
de 2012
Las modas hacen caer
gradualmente a la mujer y los hombres se visten como mujeres. La feminidad se
explota para el mal y es motivo de tentación.
Peñablanca
Mas os digo: millones y
millones de hombres perecerán por una gran guerra; los que sobrevivan a ella,
envidiaran a los que murieron.
Luz de María
Una chispa encenderá la
guerra, una chispa desatará la hecatombe para la humanidad. Un acontecimiento se
acerca y traerá gran dolor al hombre. La guerra hijos, la guerra se abre paso
entre los hombres sin Dios, entre los hombres de corazón endurecido, de dura
cerviz.
Amados Míos, la desestabilizad derrumbará a un mundo que ha asumido al dios
economía como su salvador. Las comunidades chocarán entre sí y se desencadenará
una guerra económica. La Tercera Guerra Mundial se levanta en contra del género
humano; urge la oración del Pueblo fiel.
Peñablanca
He dicho en Fátima que
los grandes científicos construirán armas para destruirse a sí mismos. Satanás
es el causante de toda esta confusión. Pido a los gobernantes de Estados Unidos,
Inglaterra, Rusia, que accedan a mis súplicas de las energías atómicas: sólo
llevarán a la destrucción humana.
Luz de María, 21 de Enero
de 2012
Algunos científicos han
dado rienda suelta al libre albedrío encauzándose hacia la creación de armas que
arrasarán con gran parte de la humanidad. Yo lo he advertido y no han sido
obedientes
Peñablanca
La copa se está
rebalsando con las iniquidades del hombre
Luz de María, 20 de Marzo
de 2010
La copa se ha derramado
grandemente, y aún falta lo más fuerte.
Peñablanca
Afirmaos, no seáis tibios porque Dios los vomita.
Luz de María, 26 de
Octubre de 2011
¡Ay de los tibios que
serán vomitados por la boca de Mi Padre. Ay de los tibios que no se deciden, que
no poseen conciencia de los venidero, que miran cuanto se acerca con
indiferencia y desprecio.
Estos son sólo algunos ejemplos de muchos.
La gran pregunta, entonces, es: ¿Por qué motivo tuvo tanto rechazo en el
clero chileno las apariciones de Peñablanca? Hay varias razones,
algunas se explican en el libro del Padre Contardo. Pero queremos en esta
oportunidad dar solamente una.
Que lo hubiera dicho allá en la Salette en el 1846 (aprobada por la
Iglesia), es diferente, fue para la época, para los sacerdotes de allá, pero que
se los venga a decir a la V región, y varias veces, entonces no; el vidente, las
apariciones, los mensajes, todo es falso absolutamente falso.
"Los sacerdotes,
ministros de Mi Hijo, por su mala vida, por su impiedad al celebrar los Santos
Misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han
convertido en cloacas de impurezas que claman venganza. La venganza está sujeta
sobre sus cabezas. Maldición a los sacerdotes y personas consagradas a Dios, que
con su mala vida crucifican a Mi Hijo, Vuestro Señor"
Se entiende que lo dice para
algunos, no para todos, hay buenos sacerdotes y muchos, santos sacerdotes.
¿Y qué sucede ahora? Que los grandes gestores del rechazo a María, son
salpicados en el momento actual por el escándalo, y toma cuerpo lo dicho en La
Salette. Denuncias ligadas al arzobispado de Valparaíso por parte de un
seminarista son ya de conocimiento de la Santa Sede.
Nunca María fue tan mal recibida como en Chile.
Elizabeth Ramírez, se preguntaba, quien manipuló al vidente. Escaso de
recursos como era, quien le costeó el tratamiento hormonal, quien pagó al
médico, quien le aconsejó tan brutal tratamiento.
¿Quién estaba interesado en dar el golpe final a los mensajes de Peñablanca?
Probablemente uno o varios dirigieron los hilos desde las sombras, pero
una cosa no nos cabe la menor duda, Satanás y sus huestes estuvieron detrás del
ocaso del vidente.
Nadie cree en la existencia del mal, esa es su mejor carta, pero el mal puede estar también encarnado, en un conocido, en un amigo, en un mal consejero. Uno o varios manipularon a Miguel Ángel. Eso se los doy firmado.
Triste final para un muchacho que nunca le hizo mal a nadie y que jamás renegó de las apariciones de Peñablanca.
Finalmente los dejamos con una frase de Catalina De Siena, para practicar:
Basta de silencios, gritad con cien mil lenguas, porque por haber callado, el mundo está podrido"
El libro del Padre Contardo y de María Luisa Paredes
en "Nuestra Biblioteca"
Anexo 1
En la edición del libro de Alvaro Barros "Mensajes de Peñablanca 1983 - 1988)" del año 1989, se le introduce posteriormente una hoja suelta manuscrita, fechada el 3 de diciembre de 1996, titulada "Aclaración". Se las vamos a mostrar para aclarar algunos puntos que han quedado en el aire por muchos años.
ACLARACIÓN
Las Santas Apariciones de Peñablanca ocurrieron durante 5 años, entre el 12 de Junio de 1983 y el 12 de Junio de 1988.
Se nos avisó que vendría una gran prueba de fe, "muchos se horrorizarán, muchos comprenderán". El Arcángel San Miguel le dijo en éxtasis a Miguel Angel que él sería la prueba - ¿Qué podré hacer yo? - preguntaba el vidente, para convertirse en "la prueba". Pues bien, al muchacho dejándose conducir mal y tal vez mal aconsejado, se le puso en la mente la errada idea de que podría hacerse "mujer". Comenzó entonces a consumir hormonas femeninas y a vestirse estrafalariamente. Se consiguió un falso certificado médico y con él logró hacer equivocarse a diversas personas. Todo esto ha sido la gran prueba para los creyentes.
Este libro de Mensajes de Peñablanca, se escribió dándole crédito al falso certificado. Un médico en Londres, en Enero de 1990. después de examinarlo desnudo, certificó que Miguel Angel es hombre, con poco desarrollo genital y con alteraciones producto de las hormonas. Sabido esto se corrigió este libro, por eso aparecen en él borrones y correcciones. Perdonen, pero la verdad debe ser lo primero, siempre.
AlVARO BARROS
5 de Diciembre de 1996
Por lo tanto, queda aclarado, Miguel Angel no nació mujer, ni tampoco sufría de hermafrotidismo, como alguna vez se dijo para desprestigiarlo. Era hombre. En el libro del Padre Contardo se dice lo mismo (ver en Nuestra Biblioteca).
E
Anexo 2
El escrito del Padre Bartina se refiere a las apariciones en general, en ningún caso se refiere en específico al caso de Peñablanca. Hacemos las aclaraciones del caso. Sin embargo, somos nosotros quienes pensamos que lo escrito se aplica perfectamente al caso del vidente de Peñablanca. Queremos decir además, que Satanás lo puede haber inducido y confundido presentándose como una persona común y corriente. De gran inteligencia y manipulador pudo haber manejado a una persona como Miguel Angel sin mayor problema. Es más; pensamos que así ocurrió.
LA ACCIÓN DE SATANÁS
CONTRA LOS PLANES DIVINOS EN LAS APARICIONES
por P. Jesuita P. Sebastián Bartina
Dos aspectos interesan en el presente tema. Primero, que la acción del demonio
es opositiva, está siempre en contra de Dios y de su obra. En segundo lugar, el
demonio, en su naturaleza caída, es sabio y poderoso, mucho más que los humanos,
y utiliza sus poderes de mil maneras en el intento de desviar las voluntades
libres de los hombres del camino trazado por Dios. Pero no es ni omnipotente ni
omnisciente.
De ahí la fuerza que tiene para engañar al hombre, y la debilidad del hombre, si
no recurre a la omnipotencia, sabiduría, bondad divinas.
Proponemos una ordenación sistemática útil en cuatro apartados sobre la acción
satánica donde hay apariciones.
ACCIÓN DESTRUCTIVA EXTERNA
Los contrarios son hombres que, de múltiples formas —por su actuación y
tendencia—, caen dentro del círculo de acción del diablo, y por ello son
llamados «hijos de las tinieblas». Desde la persecución más solapada a la más
burda y manifiesta, desde los procedimientos más finos, legales y sociales,
hasta las destrucciones más violentas, se expanden en una extensa gama.
Son conocidas las dificultades y las persecuciones que agitaron la causa de
Lourdes y que tuvo que soportar Bernardette Soubirous, hasta su definitiva
aprobación. De modo semejante, no fue fácil para la causa de Fátima superar las
muy graves contradicciones que se presentaron desde el comienzo: arresto y
prisión de los videntes, mítines de propaganda subversiva, profanación del
sagrado lugar y saqueo sacrílego, persecución contra el clero, mandatos
perentorios a los párrocos, medidas gubernamentales contrarias, prohibiciones y
cinco bombas en el lugar de las apariciones. Son destrucciones fundamentalmente
antirreligiosas, aunque a veces se presentan so capa de utilidad pública o
interés social.
Otros casos más específicos de actuación destructiva de Satanás, en el campo de
las apariciones, se dan en lo que podríamos llamar una acción interior.
CONFUSIÓN, DESVIACIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL VIDENTE
Si hay alguna cosa que respete más el Cielo es la libertad humana. No vayamos a
creer que, por el mero hecho de aparecerse la Santísima Virgen a un vidente
determinado y encargarle la realización de un mensaje, éste ya tenga asegurada
su correspondencia, su santidad y su misma salvación. Un alma puede tener
carismas, incluso para bien de otros, haberlos aplicado correctamente y llegar a
frustrar los planes divinos y a perderse. «La corrupción de lo mejor es la peor»
(corruptio optimi pessima). La acción divina en el campo sobrenatural, suele
tener la misma generosidad o mayor, que en el campo natural, donde tantas
oportunidades se pierden.
Precisamente, en este hecho se basa la posibilidad destructiva del demonio. Sus
asedios se dirigen a corromper la voluntad humana en la respuesta a las gracias
divinas.
La acción de Dios suele proceder de modo que, a mayor correspondencia del alma
agraciada, siguen mayores dones; a menor, menos; a ninguna, la retirada divina,
como en el caso de Saúl.
De ahí que no pocos casos que al principio eran buenos, se han frustrado por la
mala correspondencia del hombre. Algunas apariciones marianas que fueron
auténticas al principio, concluyeron mal. De ahí también la prudencia de la
Jerarquía en no precipitarse, y la importancia de un competente director
espiritual que asista al (o la) vidente.
Sin embargo, no creamos que la Virgen Santísima siempre fracasa. Como una buena
madre que no retrocede, cueste lo que cueste, para arrancar a su hijo o a su
hija de una difícil situación, muchas veces protege, ayuda y vigila, encamina,
enseña, castiga y trata del modo más conveniente al vidente, para que al fin,
respetando siempre su libertad, triunfe en él su amor de Madre.
Por tanto, un modo interior de actuación del demonio sería la intención de
confundir, desviar y destruir al vidente:
a) Primero, cuando un vidente ha sido movido y agraciado con dones del Cielo,
especialmente con apariciones, el demonio se le puede presentar en figura
horrenda y espantosa para asustarle y anularle. Los éxtasis del buen espíritu
conservan y respetan siempre la libertad del vidente en todo el momento
extático. Los falsos éxtasis del diablo pueden anular momentáneamente la
libertad del individuo, como una droga.
b) Un caso más sutil se da cuando el demonio se aparece al vidente transfigurado
en «ángel de luz». Suele ser al principio de sus experiencias extáticas, cuando
no sabe todavía distinguir ni analizar las visiones que recibe. Pero siempre, en
estos casos, la engañosa visión, que guarda cierta analogía o paralelismo con
las del buen espíritu, ofrece rasgos incongruentes e ilógicos, posibles de
detectar. Los videntes, en su experiencia incipiente, llegan a descubrir el
engaño y piden ardientemente la protección celeste para no sucumbir.
DESTRUCCIÓN DEL
LUGAR DE LAS APARICIONES
Avanzando un grado más, la acción satánica puede centrarse en destruir el lugar
de las apariciones, convertido ya en un centro de oración. No tiene prisa.
Intenta conseguirlo de este modo.
Cuando hay fenómenos de apariciones, se forman en seguida grupos de personas
piadosas o curiosas, venidas de todas partes. Entre ellas, hay un porcentaje
reducido que empieza a sentir, o creer que siente, carismas de todas clases,
como si estuvieran en consonancia con los acontecimientos. En la inmensa mayoría
son ilusiones, sugestiones, engaños, puramente en el terreno psíquico natural, y
es fácil descubrirlos y evitarlos.
Otro aspecto más grave, en esta línea, es que hay personas, generalmente
sencillas y muy devotas, que, por su origen o por su idiosincrasia, admiten como
verdadero cualquier fenómeno de carácter visional y creen lo que se les dice sin
el menor asomo de duda. Para ellos, cuantas más personas celestes vea el
vidente, mejor es, y quieren llevar a la práctica cualquier aviso, encargo,
consejo o mensaje que reciben, por costoso que sea, sin capacidad de
discernimiento. Esta actitud cerrada, mental y anímica, va acompañada de un frío
rechazo absoluto de las advertencias o consejos de los prudentes directores
espirituales. Les puede llevar a graves equivocaciones.
Pero además, se da otro caso mucho más serio, en que es difícil descubrir la
acción satánica. Cuando hay un vidente movido por el buen espíritu, aparecen
cerca de él otro u otros videntes falsos con fenómenos maravillosos, que buscan
relacionarse con el verdadero. Invocando la caridad fraterna universal, quieren
tener «sus visiones» en el lugar donde va ordinariamente el buen vidente. A la
larga, sin embargo, aparecerá la falsedad de esos videntes, que habrán atraído
grupos de admiradores; desde luego con espíritu de oración y sacrificios, no
raramente excesivos. Es muy posible, en este estadio, que ni ellos mismos se den
cuenta de la naturaleza de sus experiencias. Mucho peor si obran conscientes de
la falsedad de sus fenómenos. Con su caída, o descrédito posterior, querrán
arrastrar, como el río diabólico del Apocalipsis ( Ap 12, 15-16), a los
auténticos videntes.
Más aún: los videntes falsos, conscientes o inconscientes, tienen una marcada
inclinación a acudir al sitio donde hay grupos de oración o a otros lugares de
apariciones, para tener allí sus falsos éxtasis y crear un clima de confusión y
perturbaciones. El remedio está en separar totalmente el lugar de oración de la
presencia de otros videntes advenedizos. Insistimos en que ellos, a veces, no
son conscientes de que sus visiones sean falsas. No raramente lo ignoran por
largo tiempo. Son juguete e instrumento del espíritu destructor.
René Laurentin les llama «epidemia de visionarios», al tratar de los falsos
videntes que proliferaron en torno a Bernardette, en Lourdes. En el segundo
volumen de su obra “Lourdes. Documents authentiques” consigna un repertorio de
visionarios que incluye setenta y cuatro; cuarenta y ocho de ellos individuales,
los otros en grupos.
Otro procedimiento para destruir un lugar de apariciones es el de «la
competencia». Supongamos un lugar auténtico, como Lourdes, donde la piedad, la
oración, el sacrificio y la caridad para con los enfermos, no solamente se
mantienen, sino que crecen con multitudes que acuden de todas partes y de varias
naciones, y que de repente se dice que cerca, a unos cien o doscientos
kilómetros, se aparece la Virgen Santísima, que hay prodigios espectaculares;
pero que, a la vez, hay concelebraciones y alianzas colectivas con la
participación de incautos sacerdotes y que acuden turbas copiosas, y también hay
obras de caridad. ¿Es posible que la Virgen Santísima, tan discreta, tan humana,
prudentísima, haya escogido otro centro de apariciones competencial, junto a uno
que Ella ha fundado? ¿No se trata, en cambio y en realidad, de una treta del
Enemigo para restar importancia y destruir, si fuera posible, el verdadero?
ACCIÓN DESTRUCTORA ENTRE LOS QUE ACUDEN A LOS LUGARES DE APARICIONES Y RESPONDEN
A SUS MENSAJES
Otro capítulo de la acción satánica destructora es la que se dirige
principalmente a las personas que responden a la acción divina realizada en
lugares de apariciones verdaderas o en movimientos originados por ellas.
Fracasados los otros intentos, le queda todavía al Destructor el método más
eficaz: pervertir la convivencia humana con la desunión de las voluntades, para
lograr la destrucción de la obra de Dios. El demonio es maestro en indisponer
los ánimos en grupos bien avenidos. Con el agravante que, una vez producida la
escisión, es muy difícil lograr su compostura.
Pero hay todavía otra particularidad, y es que, transcurrido un tiempo que no
suele ser muy largo, si el Maligno no ha logrado sus propósitos, pasa a
perturbar a otro del grupo según el mismo procedimiento, pero por otras causas
concretas; y luego a otro, y así sucesivamente. Su fin inmediato es la desunión
de las voluntades y el mediato la destrucción de la obra de Dios.
CONCLUSIÓN
Se puede afirmar, como principio general, que Satanás acude siempre donde está
María Santísima para deshacer su obra, si puede. La razón teológica es porque
María es la única pura criatura humana que nunca ha tenido parte alguna con el
diablo. Por consiguiente, el que cierra las puertas a María Santísima, las abre
a Satanás.
Este hecho puede ser contraprueba válida de la verdad de unas apariciones
concretas de la Virgen Santísima. Donde esté María, habrá señales evidentes de
la intención y acción destructiva de Satanás. Y al revés: en lugares de
apariciones en que sucedan maravillas espectaculares con afluencia de
muchedumbres como espectáculo o, simplemente, un lugar que no tenga
contradicción alguna desproporcionada, difícilmente será obra del buen espíritu.
En último término, en el discernimiento de espíritus en las apariciones es
decisivo el criterio que el mismo Jesús nos indicó en el Evangelio: «Por sus
frutos los conoceréis». Estos frutos pueden tardar en aparecer, pero
aparecerán...
P. Jesuita P. Sebastián Bartina
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