DIOS PADRE:
UN LLAMADO A TODAS LAS NACIONES Y
A SU PUEBLO FIEL
MENSAJE DE DIOS
PADRE
A GUSTAVO
DOMINGO, 20 DE MAYO DE 2018
MENSAJE DE DIOS PADRE PARA EL MUNDO
Mis amados niños, los más amados de mi Creación. Soy vuestro Padre Celestial
quien os habla y llama a la conversión. Seré breve en mi llamado pero
contundente en lo que os quiero decir y advertir, lo que vendrá,
si no cambian
de parecer y persisten en vivir en el pecado como si fuera algo normal.
La maldad del hombre no tiene límites, más cuando se deja abrazar por el mismo
Satanás haciendo que todo lo maléfico se potencie y destruya, todo lo bueno
hecho por Mi mano.
El pecado corroe como un ácido y todo lo que toca lo quema y lacera. Las almas
de los hombres se ven ante mi mirada, todas llagadas de podredumbre por causa de
este, la pestilencia de las llagas recorre toda la creación.
Son tan pocas las almas que luchan ferozmente contra el pecado, ¡cuánto quisiera
que todas combatieran por la santidad y no por los placeres del mundo que cada
día que pasa, más profundo os hundís en el lodo pestilente, pero no puedo
intervenir en el libre albedrío que di a cada alma. Para que cambiéis, pasa por
vuestra propia elección.
Muchos dicen que Soy un Dios de temor y de calamidades, si me conocieran no
dirían tales palabras. Soy un Dios de Amor que os habla, vuestro propio Creador
os habla y llama a arrepentiros de todas vuestras ofensas, ¿pensáis que en el
Cielo todo es permitido, que lo bueno y lo malo es reconocido en Mi Casa
Celestial?, no mis niños, en el Cielo
todo es puro y sin
ninguna mancha,
la más pequeña de ellas no puede estar en Mi Presencia.
Es tan grande mi amor que envié a mi Hijo Único, Amado y Predilecto a morir por
ustedes y aun así, rechazáis la Salvación Eterna, pero mi amor por la
humanidad no mengua, es vuestro amor hacia mí el que decae, porque el amor
humano, atado a la flaqueza de la carne corrompida, es pasajero, viene y va.
Mi Amor es constante, solo es correspondido en los momentos de angustia. ¡Qué
tristeza dais a mi Corazón!. Solo me buscáis en los momentos de peligro y de
dolor, pensáis que Soy un Dios de favores. No, hijitos míos. Soy Dios pero a la
vez un Padre que vela por sus hijos constantemente para que no perezcáis
eternamente, Soy un Padre en la puerta de la casa que espera en altas horas de
la noche, que sus hijos regresen sanos y salvos al hogar, donde encontrarán
refugio, alivio y alimento fresco para recuperar fuerzas.
Oh! Amados pequeños, la naturaleza que fue creada para estar a vuestro servicio,
por causa de vuestros pecados, cada día se vuelve en vuestra contra, todo lo que
tocáis lo dañáis y si permito que continuéis con vuestras atrocidades no
dejaréis nada sano de ella y todos ustedes os perderéis eternamente.
Como Padre os advierto del peligro que corréis a diario y a medida que más
transitáis en el bosque oscuro del pecado, menos chance tenéis de poder escapar.
Si desistís de mí llamado a través de mis mensajeros, un evento astronómico alterará el campo magnético de la tierra y el núcleo de ésta se estremecerá expandiéndose, abriendo la corteza terrestre en grandes grietas que ya han comenzado a mostrarse en el mundo, las cuales son sólo un aviso. Por esas grietas, la piedra liquida saldrá por ellas, y por los volcanes dispersos en el superficie, muchos que estaban dormidos se despertarán en gran furia.
¿Qué veis mi niño?. Contad a tus hermanos lo que os muestro.
Mensajero: Estoy fuera del globo terrestre, de pie, junto a mi Ángel de la
Guarda. Desde donde estoy veo a toda la tierra y una poderosa luz proveniente
del sol alcanza al planeta produciendo grandes destellos luminosos de
variados colores, donde más se aprecia es en los polos del mundo, son Auroras
Boreales.
Pero en distintas partes del orbe se suscita este fenómeno, en lugares que no son propensos para tal anomalía. El campo magnético se conmueve, se ven las espiras del mismo como se sacuden de un lado a otro, las puedo ver porque son iluminadas por el impacto de la luz solar.
Luego, soy llevado a ver el núcleo terrestre que se agita al mismo tiempo que el campo magnético, se sacude y comienza a expandirse, la superficie del planeta (en el lecho del mar como en tierra firme), comienza a resquebrajarse en grandes grietas, terremotos donde no eran propenso ahora lo eran, se ve el despertar de volcanes oceánicos y terrestres.
El Cinturón de Fuego (del Pacífico), se enciende de repente y los volcanes
explotan casi al mismo tiempo. De la misma manera, la costa occidental del
Continente Americano, desde Alaska hasta Argentina, la tierra tiembla, se
agrieta y la cordillera comienza a humear y verse desde lo alto, incontables
puntos rojos de lava ardiente descendiendo por las laderas de las montañas.
Las
poblaciones afectadas por este fenómeno eran tomadas por sorpresa, muchas de
ellas eran tragadas por las grietas, otras arrasadas por lava ardiente, otras
por los derrumbes surgidos por las explosiones volcánicas y otras oscurecidas y
tapadas por las cenizas.
Ahora, continuemos mi pequeño con lo que tengo que deciros. Lo habéis descrito
muy bien, y sumándome a lo relatado:
Llamo a todas las naciones a realizar actos de expiación por vuestros pecados, ayunar los viernes, confesar los pecados, orar el Santo Rosario e ir a Misa, entregar todas vuestras ofrendas en enmienda por las ofensas y ultrajes que cometéis hacia Mí, Vuestro Dios y Padre Celestial.
A mi pueblo fiel disperso en el mundo, os llamo a estar preparados para soportar los sucesos más duros que están por venir si vuestros hermanos no cambian de parecer y deciden seguir pecando y ofendiéndome.
Estad preparados espiritual y materialmente, preparad vuestras pertenencias en
un pequeño bolso, fácil de transportar, porque muchas poblaciones alejadas de
Dios serán alcanzadas por la desgracia de sus propios pecados, pero como en los
tiempos de Sodoma y Gomorra, avisé a los míos a abandonar las ciudades; tomad
pocas cosas, las más necesarias, suficientes para sobrevivir y mudarse a otras
regiones que no fueran alcanzadas por mi mano de justicia.
Del mismo modo os advierto, preparar vuestras almas y estad listo para dejar
vuestros hogares, pero no os preocupéis porque tendréis otro hogar donde
vuestras penas, cansancios y dolores, serán erradicados en abundante, trigo,
leche y miel.
Sed diligentes a mi pedido, llamad a todos a la conversión y no temáis porque
siempre estoy con ustedes. Leed las Escrituras y veréis que siempre acompañé a
mi pueblo. Os amo y bendigo a todos, recurrid al refugio de los Sagrados
Corazones de Mi Hijo Jesús y de Mi Niña, María, Ellos os guiarán a puerto seguro
en medio de las tempestades, tened fe y veréis milagros mayores a los tiempos de
Moisés.
Os bendigo nuevamente en el Nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu
Santo. Amén.
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