MENSAJE Nº 17 SAN MIGUEL

 

 

ENGENDRADOS EN EL VIENTRE

DE LA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE

 

 

   

         

 

 

 ENGENDRADOS EN EL VIENTRE DE LA VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE


Yo, San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, vengo en nombre de la Virgen María de Guadalupe, a hablarles de su protección maternal.

En estos tiempos de gran apostasía, de confusión, de falta de valores, perversidad, degradación moral y falsas ideologías con fundamentos heréticos y satánicos, la Santa Madre del Cielo no abandona a sus hijos, Ella los ama con todo su corazón.

El amor de una madre por sus hijos aquí en la tierra, no se compara con el amor que Ella tiene por cada uno de sus hijos, por eso es la Reina de La Paz y Corredentora, porque el Verbo Encarnado se albergó, creció y maduró en su vientre y viene a darles por medio de mí más indicaciones.

Ella me encargó que enumerara las más importantes paso a paso:

1.- Para llegar a Jesucristo, hay que hacerlo por medio de Ella; Ella es el camino que guía las ovejitas heridas y confundidas al Corazón de su amado Hijo Jesucristo.

2.- El Corazón de María es tan espacioso, que albergaría a toda la humanidad entera; sin embargo hay tantos que no atienden sus llamados urgentes, que por eso sus imágenes lloran lágrimas de sangre por todo el mundo.

3.- Una madre terrenal, casi nunca se equivoca con sus hijos, porque tiene el instinto maternal que le dio Dios naturalmente; tiene un sentido más desarrollado que cualquier otra mujer que no ha sido madre; este regalo lo puso Dios en la maternidad.

Imagínense en la maternidad de la Virgen María, ¿qué sentido no ha de tener esta Madre del Cielo, para proteger a sus hijitos? es por eso que habla, se manifiesta, llora y se alegra con todas las Ovejitas que le dan un sí, y que Ella amorosamente toma en sus brazos y las lleva a su Hijo Jesucristo.
Su sentido maternal es grandísimo, es por eso que Ella alberga en su vientre a todos sus hijitos. ¿Qué mayor protección se puede tener, que el de una amorosa Madre?

4.- Ella da las armas y las pautas a seguir en estos Últimos Tiempos, es por ello que los invita a rezar el Rosario todos los días; alimento que les dará la fortaleza para salir adelante en todas las pruebas que se avecinan.
El Rosario es el arma que destruirá a Satanás, es por eso que Ella lo propaga por todo el mundo.


Ustedes son los hijos de la luz y Ella los alimentará con su leche maternal, que es la palabra de su Hijo en los Evangelios; no dejen de leerlos, son enseñanzas prácticas que los llevarán a tierra firme.

5.- María es Corredentora de toda la humanidad, porque por medio de Ella nació Jesucristo, y si Ella no hubiera dado su Fiat al Espíritu Santo, la obra de redención y el nacimiento de Cristo, no se hubiera llevado a cabo.

El pecado entró a la humanidad por una mujer, Eva, y la salvación entró a la humanidad por una mujer, la Santísima Virgen María.
Ella, al dar su Fiat cambió la historia del mundo, y no sólo alberga en su vientre a Jesucristo, sino a toda la humanidad.

Por medio de Ella y El Espíritu Santo, el Verbo Encarnado vino al mundo y moró en su vientre por nueve meses de gestación; los mismos nueve meses que sus hijos permanecerán y permanecen en preparación espiritual, vigilia, oración, para que ellos desarrollándose poco a poco cómo Apóstoles de los Últimos Tiempos, sean almas guerreras, listas para la batalla final, engendrados como Jesucristo, en el vientre de María, listas para ser luz de la naciones.

Estos Apóstoles de los Últimos Tiempos, están a punto de nacer a la luz, en la iluminación de conciencias; a la conversión y transformación, cambiando su corazón humano por el de María, el de Jesús o el de San José, dando paso con ello al nacimiento de las primicias, que llevarán a sus hermanos camino adentro por el desierto al Nuevo Milenio.

Los Apóstoles de los Últimos Tiempos, están a punto de nacer a la nueva vida, después de haber sido engendrados y haberse desarrollado en el vientre materno de la Virgen , hoy abrirán sus ojos a las nueva realidad espiritual, que los hará ser fieles testigos de Cristo Jesús en las tinieblas.

Hijos del Padre que darán testimonio de Dios con sus vidas; se alimentarán de la leche materna de la Madre del Cielo, y yo, San Miguel Arcángel, vendré a alimentarlos personalmente con el Cuerpo de Cristo.

Soldados de Cristo, listos que pronto nacerán a la nueva vida en Cristo Jesús, transformados por el Espíritu Santo en odres nuevos.

Apóstoles de los Últimos Tiempos, preparados por la Virgen María, instruidos por mí y ungidos por el Espíritu Santo, listos porque la batalla final al toque de las trompetas dará comienzo, y gritaremos al unísono: ¡Quién cómo Dios! ¡Nadie cómo Dios!

Ustedes han sido llevados poco a poco, paso a paso, a este destino final. Fue un proceso: se eligió; y fueron bebés, luego niños hasta llegar a adultos.


Ustedes no se dan cuenta, pero son diferentes a los demás, llevan la semilla de Dios en sus corazones y sus enseñanzas, dones y carismas incrustados en sus almas, mentes y espíritus.


Listos para salir a predicar la buena nueva de Cristo a las naciones.


La Virgen los escogió, los preparó, y hoy solo falta el paso final, la transformación de esa semilla en un árbol frondoso, lleno de frutos, de dones extraordinarios, carismas y sobre todo un corazón transformado.

Apóstoles de los Últimos Tiempos, María como Corredentora de toda la humanidad, ha infundido su llama de amor en todos ustedes y nunca se apagará, porque esa llama de amor incendiará a toda la humanidad y vendrá el triunfo de los Corazones Unidos de Jesús y de María.
Apóstoles de los Últimos Tiempos, precursores de la segunda venida de Cristo Jesús, yo San Miguel Arcángel, los exhorto a que preparen sus armas para la batalla.

Lo principal es el Rosario, la oración, el ayuno, las obras de misericordia y el amor a Dios y al prójimo.


Apóstoles de los Últimos Tiempos, estas son casi las instrucciones finales, quedan muy pocos temas por ver ; al término de estos la batalla pronto comenzará, así que den su Fiat a la Madre del Cielo y a la Santísima Trinidad y sigan mis instrucciones, que yo, Príncipe de la Milicia Celestial, vine a darles a través de Lore , mi mensajera de estos Últimos Tiempos; su tarea es importante, oren por ella.

Yo, Príncipe de la Milicia Celestial, los alineo en el campo de batalla.


Son casi las últimas instrucciones, así que faltan escasos segundos para dar la tercera llamada.

Listos mis guerreros, al sonar de las trompetas todo comenzará.

 

¡Quién cómo Dios!
¡Nadie cómo Dios!

 

 25 de Agosto de 2016

 

 

 

 

 

 

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