MENSAJE Nº 12 SAN MIGUEL
EL PURGATORIO
El Purgatorio
Yo, San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, vengo a hablarles el
día de hoy por medio de Lore, del Purgatorio.
Ya vimos que al infierno se van las almas que no amaron y que aunque practicaron
supuestamente obras de misericordia, no lo hicieron con el corazón, y la
intención de ayudar al prójimo, sino como una forma de deshacerse de
pertenencias que ya no necesitaban, o para quedar bien ante la sociedad.
Recuerden la parábola de la mujer viuda que sólo tenía dos monedas y fue todo lo
que dio, quedándose ella sin nada. Ella lo hizo por amor, confiando en la Divina
Providencia y en ayudar al prójimo.
Al Purgatorio van personas que amaron a su prójimo, pero que sin embargo tienen
impurezas en su corazón y sus almas.
Alguna falta de perdón, algún rechazo hacia alguien.
No fueron lo suficientemente entregados a la Voluntad Divina; por antipatía o
pereza dejaron de hacer muchas obras de misericordia hacia los demás.
Tienen muchos pecados de omisión, pero sin embargo amaron.
Estas almas, necesitan para ver la Gloria de Dios, ser blanqueadas totalmente;
ellas irán purificando sus almas en el Purgatorio, lugar de expiación; para
poder blanquear sus vestiduras y poder llegar al cielo.
Estas almas necesitan mucho de la Iglesia militante, ya que con la oración de
ésta, sus faltas van siendo purificadas y pueden salir más rápido del
Purgatorio.
Ellas son muy, pero muy agradecidas, con las almas que las liberan del
Purgatorio, porque es para ellas el mayor regalo y gozo que pueden recibir.
Imaginen estar en un lugar de sufrimiento, esperando poder ver la Gloria de
Dios, y que con un sacrificio de alguien en la tierra, una oración, una Misa,
puedan ser liberados de tan tremendo sufrimiento.
Es para ellas indescriptible tal gozo, que a esa persona que las ayudó y que
todavía no llega a su juicio particular delante de Dios, le están eternamente
agradecidas, ayudándola en todo lo que puedan.
Por eso, ejército militante, salven el mayor número de almas del Purgatorio.
Se sufre mucho ahí, pero se tiene el alivio de que algún día saldrán y verán a
Dios.
La Virgen visita las almas del Purgatorio, como Estrella de la Mañana; alivia
sus sufrimientos con su infinito amor y les da aliento y refrigerio. Ellas
esperan ansiosas la visita de su amada Madre, es para ellas una alegría inmensa.
Por eso, ejército militante, es bueno saber perdonar y ser siempre caritativos y
desprendidos de lo material, dispuestos ayudar a su prójimo por amor, ya que
estos actos los irán purificando aquí en la tierra. Acepten su cruz y sus
sufrimientos con alegría y carguen su cruz con amor.
El Purgatorio puede vivirse aquí en la tierra. Hay almas que lo han pedido y
Dios los ha purificado aquí.
Esto será lo que sucederá en la gran tribulación. Los escogidos a ir al Nuevo
Milenio vivirán su purificación aquí, para blanquear sus vestiduras y poder
entrar a la Nueva Jerusalén.
Ejército Militante, listos para su purificación.
Tómenlo con calma, ofrezcan todo por la salvación de las almas y piensen en su
recompensa y todo lo que sufran se convertirá en gozo en el Nuevo Milenio.
Así que preparen sus almas para la batalla; entreguen todo a la Divina Voluntad
de Dios, y déjense purificar por Él. Dios purificará por amor, así que falta
poco, pero muy poco, para el comienzo de esta.
Todos listos en sus puestos, que la batalla ya comenzó.
Los ejércitos ya están alineados, sólo falta el grito de ¡guerra! para comenzar.
¡Ánimo, mi ejército militante! ¡Al rescate de almas, que yo los ayudaré!
¡Quién cómo Dios!
¡Nadie cómo Dios!
20 de Agosto de 2016
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