Dios Padre
YO ESTOY EN UN ETERNO PRESENTE;
ESTOY CAMINANDO ENTRE VOSOTROS
Lo que más debéis pedirme y estar pendientes de ello, es la Fe.
Rosario.
Temas:
La Fe es la que hacía el Milagro, pedidme pues Fe, para que vosotros sigáis
recibiendo Mis Milagros.
Yo Soy la Luz del Mundo y todos aquellos que os habéis dejado iluminar por Mi
Luz, la seguís dando, por medio Mío, a todos vuestros hermanos.
Ésa debe ser vuestra principal tarea sobre la Tierra, salvación de almas, las
necesito, las quiero, ayudadme pues, Mis pequeños, y dadme ése gusto inmenso que
Yo recibo cuando vosotros salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
Así os lo prometí, que Satanás no iba a destruir Mi Obra sobre la Tierra y ya
que vosotros sois Mi Obra, Mis pequeños, vosotros Me debéis mantener Vivo, para
así cumplir Mi Profecía.
Os pido no Le falléis a Nuestro Dios, invocadme en todo momento, para que Yo os
acompañe, enjugue vuestras lágrimas, os dé fuerza para que sigáis adelante, os
dé ésas palabras de aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él
quiere.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.
V. (19 de Noviembre de 2012)
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor
Jesucristo
Sobre: La Fe es la que hacía el Milagro, pedidme pues Fe, para que vosotros sigáis recibiendo Mis Milagros.
¡Oh! Hijitos Míos, no os imagináis cuánto Amor he derramado por todos vosotros.
No os imagináis lo que He hecho por vosotros. Leéis acerca de Mí, se os
transmiten Mi Palabra, se os transmiten Mis Acciones. Yo, vuestro Hermano
Jesucristo, que vivía entre vosotros, Me di en totalidad.
Mi Palabra era para vosotros, Mis Acciones eran para vosotros, Mis Pensamientos,
Mis oraciones, todo Mi Ser era para vosotros, pero vosotros, por ser tan
pequeños, no os dais cuenta de la inmensidad que esto representa, porque Soy
Dios y todo lo que Yo hice por vosotros, tiene un Poder Divino, que vosotros ni
siquiera podéis imaginar ni medir y todo esto que Yo os di, porque Mi Padre,
vuestro Padre, Me lo pidió para vuestra salvación,
fue para llevaros a la santidad de vida, y con
ello, que pudierais regresar al Reino de los Cielos.
Al no comprender vosotros la inmensidad de Mi Obra, la
despreciáis, no la tomáis en cuenta o la tomáis en una mínima proporción de lo
que realmente es.
Mis Acciones, Mi donación, Mi Vida, Mi Resurrección, fue para que todos
vosotros, del pasado, presente y futuro, tuvierais la oportunidad de vivir
eternamente en el Reino de los Cielos.
Pedid a Mi Santo Espíritu de Amor, el poder
entender la inmensidad de Mi Obra y, al
reconocerla, Mis pequeños, os arrodillaréis. Vuestras lágrimas saldrán de
vuestros ojos, vuestro corazón se postrará ante Mí, vuestro Dios, en
agradecimiento por todo lo que Yo hice por vosotros, por la inmensidad de Mi
Obra, por la purificación del Universo entero.
Mis pequeños, pedidle a Mi Santo Espíritu esta Gracia, para que por fin
reconozcáis lo que Yo, vuestro Hermano Jesucristo hice por todos vosotros y, Me
sigo dando por vosotros cuando vosotros os acercáis a Mí.
Mi Obra salvadora, de aquél tiempo, es actual, porque Yo
no Vivo en el Tiempo y todo lo que Yo os enseñé, lo que viví, Mi donación,
completa, es actual, Mis pequeños y podéis pedirme
por vuestra purificación y santificación en todo momento, porque lo necesitáis
porque sois muy pequeños, porque sois pecadores y así, como visteis Mis Gracias,
Mis Bendiciones, Mis Milagros, derramarse en ese tiempo, en este tiempo se
siguen dando pero, porque no pedís con Fe, desperdiciáis todo lo que Yo hice por
vosotros. Llamadme y ahí estaré, imploradme, Mis
pequeños, por vuestros hermanos y por vosotros mismos, que os dé lo que más
necesitéis, especialmente en lo espiritual, y ahí estaré.
Os repito, Yo estoy en un eterno presente, estoy
caminando entre vosotros. Escucho vuestros pensamientos, veo vuestros dolores y
vuestras necesidades, acercaos a Mí, arrodillaos y, en humildad, pedidme lo que
necesitéis y os lo concederé para el bien de vuestra vida, para el bien de
vuestra misión, para el bien de vuestra santificación.
Fe, pedidme Fe, como la visteis en vuestros hermanos que recibieron Mis
Bendiciones de aquel tiempo. La Fe es la que hacía
el Milagro, pedidme pues Fe, para que vosotros sigáis recibiendo Mis Milagros.
Os Amo, Mis pequeños y os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de la Santísima
Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor
Jesucristo
Sobre: Yo Soy la Luz del Mundo y todos aquellos que os habéis dejado iluminar por Mi Luz, la seguís dando, por medio Mío, a todos vuestros hermanos.
Hijitos Míos, todos vosotros, los que habéis abierto vuestro corazón a Mis
Enseñanzas, todos vosotros, los que os habéis dejado llenar de Mi Amor, todos
vosotros, los que estáis respetando los Mandamientos y Leyes que se os han dado
y las vivís con alegría, que los vivís con respeto y con amor,
estáis llenos de Mí. Habéis
escogido la mejor parte y en vosotros puedo vivir plenamente.
Todos vosotros, que Me escogisteis a Mí, sois ahora Mis apóstoles, sois ahora Mi
Espíritu sobre la Tierra, sois ahora Mi Ejemplo que Yo di cuando viví entre los
hombres. En vosotros Me derramo, a través de vosotros enseño, a través de
vuestras palabras y obras Me manifiesto, vosotros ahora sois la Luz del mundo,
porque Yo Soy la Luz del Mundo y todos aquellos que
os habéis dejado iluminar por Mi Luz, la seguís
dando, por medio Mío, a todos vuestros hermanos.
Yo Soy en vosotros, Yo Vivo a través de vosotros y, así, vuestros hermanos Me
pueden seguir teniendo, como Me tuvieron vuestros hermanos en aquel tiempo, hace
poco más de dos mil años. Mi Luz, nunca se apagará, porque Yo Vivo en aquellos
que se han abierto plenamente a Mí, que han tomado Mis Enseñanzas, las viven con
alegría, las transmiten con alegría y respeto. Ciertamente, también pueden hacer
milagros en Mi Santo Nombre, porque Yo, así os lo prometí, que todo aquel que
estuviera Conmigo, podría hacer cosas que Yo hice y aún mayores. Esto no es
raro, Mis pequeños, no es difícil para aquellos que viven Conmigo y para Mí y
para llevar Mi Luz, Mi Vida, Mis Enseñanzas, Mi Amor a sus hermanos, son almas
humildes, son almas sencillas, son almas que Me dan Mi lugar, que no se
ensoberbecen, que saben que Soy Yo a través de ellas, que son almas de oración,
que son almas de donación. Para todas estas almas,
Mis Bendiciones continuamente se derraman, porque Somos uno, ellas Conmigo, Yo
con ellas.
Ved Mis pequeños, cómo son Mis regalos Divinos sobre las almas y ya, de esta
forma, empezáis a vivir el Cielo sobre la Tierra, vosotros, las almas escogidas,
las almas donadas a Mí. Sed Mis pequeños, almas de
donación, almas de salvación, almas que dan esperanza y vida a sus hermanos que
han perdido la esperanza y no tienen la Luz de Vida, o porque la han rechazado o
porque no la han obtenido. Dadles esperanza, para
que abran también su corazón a Mí, Mis pequeños. No
despreciéis ningún alma que se acerque a vosotros. Vosotros, las almas
escogidas, dadme almas para su salvación.
Yo os dije en la Cruz, tengo sed, pero sed de almas que viven en la maldad, que
se han llenado de esa maldad de Satanás.
Dadme almas y apagad Mi sed, Mis
pequeños.
¡Oh!, almas escogidas, que habéis tomado la mejor parte, benditas seáis, Yo Me
seguiré derramando en todos vosotros. Os Bendigo, os amo y Mi Amor queda en
vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre
Sobre: Esa debe ser vuestra principal tarea sobre la Tierra, salvación de almas, las necesito, las quiero, ayudadme pues, Mis pequeños, y dadme ese gusto inmenso que Yo recibo cuando vosotros salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
Hijitos Míos, ya os había enseñado anteriormente lo que es el acrisolamiento de
las almas. El Reino de los Cielos se va ganando poco a poco, Mis pequeños, caéis
y os levantáis, cometéis errores y os arrepentís, dudáis, pero regresáis en Fe
hacia Mí. Eso es el acrisolamiento, Mis pequeños, y lo tenéis a lo largo de
vuestra vida pero, lo que más debéis pedirme y
estar pendientes de ello, es la Fe, Mis pequeños.
El acrisolamiento se va
protegiendo con la Fe, porque, ciertamente tendréis muchas pruebas a lo largo de
vuestra vida, pero la Fe, siempre os va a regresar hacia Mí, por más graves que
sean las situaciones que vosotros viváis a lo largo de vuestra vida. Si tenéis
una Fe fuerte, siempre regresaréis a Mí, aceptando Mi Voluntad, aceptando lo que
Yo quiera hacer en vuestra vida, porque el Reino de los Cielos os lo debéis
ganar por la misma Fe que viviréis a lo largo de vuestra vida.
Vosotros, cuando caéis, os levantáis, porque queréis estar Conmigo y sabéis que,
al estar Conmigo, tenéis derecho de regresar al Reino de los Cielos.
Esa es la meta que deben tener
todos Mis hijos. Estáis en
la Tierra para cumplir una
misión de Amor, pero
sabéis que Satanás está entre vosotros y él tratará de destruir esa Fe, esa
confianza en Mí, tratará
de evitar que vosotros os
mantengáis en los valores espirituales que Yo os he pedido que tengáis, no
solamente para vuestra salvación, sino para que vuestra intercesión también
salve a muchas almas del pasado, del presente y del futuro.
Sí, Mis pequeños, vosotros, ciertamente, no conocéis las almas del pasado,
conocéis algunas del presente, no conocéis las del futuro,
pero como Yo Soy Dios para todos
los tiempos, vuestras oraciones abarcan todos los tiempos, como los Méritos de
Mi Hijo también lo son.
Vuestra salvación está en el futuro de vuestra misión sobre la Tierra, vosotros
estáis llamados a vuestra salvación y a vuestro gozo eterno,
pero vosotros también debéis
darles ese regalo a vuestros hermanos,
porque es lo mismo que hizo Mi Hijo por vosotros. Si sois los nuevos Cristos
sobre la Tierra, debéis ver no solamente por vuestra salvación, sino por la de
vuestros hermanos de todos los tiempos, como Mi Hijo lo hizo. Grandes méritos se
ganan con esto, Mis pequeños
y un gusto inmenso Me dais cuando no solamente estáis viendo por vosotros
mismos, sino que estáis viendo por la obra salvadora que debéis llevar a cabo
como Mi Hijo, para todos los tiempos.
Esa debe ser vuestra
principal tarea sobre la Tierra, salvación de almas, las necesito, las quiero,
ayudadme pues, Mis pequeños, y dadme ese gusto inmenso que Yo recibo cuando
vosotros salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio,
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Así os lo prometí, que Satanás no iba a destruir Mi Obra sobre la Tierra y ya que vosotros sois Mi Obra, Mis pequeños, vosotros Me debéis mantener Vivo, para así cumplir Mi Profecía.
Hijitos Míos, ciertamente tenéis, pudiéramos decir, dos vidas sobre la Tierra.
Lleváis vuestras obligaciones del mundo y lleváis también vuestra vida
espiritual, pero vosotros
las dividís. Dividís estas
dos entidades, cuando
debieran ser una sola. No
debéis vivir para el mundo y apartar lo espiritual en vuestras acciones del
mundo.
Cuando estáis en vuestras obligaciones del mundo, también Yo debo estar con
vosotros, Yo no apartaba lo espiritual en Mi Vida, con lo del mundo. Al estar
entre vosotros, os manifesté Mi Divinidad en Mis Obras, en Mis Palabras, en todo
momento. Mi Divinidad actuaba en Mí y así lo veían vuestros hermanos de aquél
tiempo. Yo no era Jesucristo hombre en algún momento y Dios en otro momento,
Yo era una sola entidad y
así debéis ser vosotros.
Mis actos se santificaban en Mí Mismo, vosotros debéis ir santificando también
vuestros actos dejándome vivir en ellos. Si vosotros estáis llenos de Mí, Me
tengo que manifestar, necesariamente, en todo momento a través de vosotros y así
aprenderéis a ser más cuidadosos en lo que pensáis, en lo que actuáis, en lo que
decís. Ya no podéis ser
solamente vosotros y, de esta forma, al actuar Yo, a través de vosotros, la
santidad, necesariamente llega a vosotros, porque dejáis que Mi Voluntad, Mi
Vida, Mi Espiritualidad, Mi Divinidad se dé en vosotros, vuestra alma se
purifica, vuestra alma se santifica, porque de esta forma ya vosotros y Yo,
vuestros Dios Jesucristo, seremos una sola entidad.
Por eso, os he pedido tanto el ser Cristos sobre la Tierra, para que no actuéis,
solamente, humanamente en algunos momentos y actuéis con los defectos del mundo
que os ha enseñado Satanás, sino que actuéis según como Yo actué, a pesar de que
Satanás estaba alrededor, pero que Yo no permití, como Dios, que echara a perder
Mis Obras.
Vuestras obras tampoco se deben de echar a perder dejando que vuestra humanidad,
que es vuestra voluntad, caiga en el mal, vuestra voluntad debe estar unida a
Mí, vuestro Dios.
Esa es
vuestra misión sobre la Tierra, dejadme a Mí actuar, para que Yo siga enseñando
a vuestros hermanos, para que Yo siga salvando almas, para que se sigan dando
almas santas sobre la Tierra.
Así os lo prometí, que Satanás no iba a destruir Mi Obra sobre la Tierra y ya
que vosotros sois Mi Obra, Mis pequeños,
vosotros Me debéis mantener Vivo,
para así cumplir Mi Profecía. Os amo, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio,
Habla La Santísima Virgen María
Sobre: Os pido no le falléis a Nuestro Dios, invocadme en todo momento, para que Yo os acompañe, enjugue vuestras lágrimas, os dé fuerza para que sigáis adelante, os dé ésas palabras de aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él quiere.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Cuando vosotros Me
invocáis, Mis pequeños, Yo ya estoy ahí, junto a vosotros.
Una Madre nunca desoye las
peticiones y necesidades de sus hijos.
He aprendido de Mi Hijo, Nuestro Dios, Mi Dios, la donación del Amor que hay que
tener hacia Nuestros pequeños. Él se dio por vosotros,
Yo Me doy por vosotros, una Madre
enjuga las lágrimas de los hijos, una Madre comparte las alegrías de los hijos,
una Madre enseña a los hijos, los guía, los lleva por buen camino, los protege
de todo mal.
Sabéis que estos son Mis momentos para salvaros, para cuidaros, para protegeros
contra las garras de Satanás, invocadme en todo momento, Mis pequeños, porque
son tiempos de una gran prueba para el Universo entero.
Son momentos culmines para la
salvación de las almas. Son momentos en que se va a manifestar la calidad
espiritual en todas las almas.
Se os ha dado la Evangelización de Mi Hijo, se os han dado las Leyes del Padre,
se os ha dado el Amor del Espíritu Santo. Son armas que vosotros tenéis para
luchar contra las fuerzas de Satanás y éstos son los momentos de la gran lucha,
donde no iréis desarmados en ningún momento, si os habéis mantenido con Nuestro
Dios, si os habéis mantenido Conmigo, vuestra Madre, que Me doy, también en
totalidad por vosotros. Unidos, Mis pequeños, venceremos las fuerzas de Satanás.
Primeramente, os debéis vencer a vosotros mismos,
debéis apartar toda maldad de
vuestro ser, debéis dejar
que el Amor, la Voluntad, la Vida de Nuestro Dios, habite en vosotros
y al estar libres, vosotros
mismos, de la maldad de Satanás, podréis luchar más fuertemente contra él,
porque Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, os proveerá de toda la Fuerza
Espiritual necesaria para poder vencer al mal.
La batalla ya está alrededor de vosotros, en los Cielos, en el Universo entero,
vosotros apenas la empezáis a sentir, pero ya está fuertemente y, pronto caerá
sobre vosotros también y deberéis estar preparados, Mis pequeños y, como os
dije, primeramente, abandonaos a la Voluntad de Nuestro Dios
y purificaos de toda maldad, al
dejar la maldad fuera de vosotros mismos.
Recuerden que Nuestro Dios
no os puede obligar a nada,
vosotros os debéis soltar perfectamente a Su Voluntad. Pedid a Nuestro Dios, que
por Mi Medio, Yo os pueda ayudar a crecer y a purificaos, para que estéis
preparados, para que El Santo Espíritu os invada y os dé todo lo necesario para
vuestra protección y para que vosotros deis protección también a vuestros
hermanos. Sois los
soldados espirituales de este tiempo, sois la vida espiritual de este tiempo, de
este momento de la eternidad.
Os pido no Le falléis a Nuestro Dios, invocadme en todo momento, para que Yo os
acompañe, enjugue vuestras lágrimas, os dé fuerza para que sigáis adelante, os
dé esas palabras de aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él
quiere que deis para el bien de vuestros hermanos y para que se dé la Luz ya en
el Universo entero.
Mis pequeños, ¿no os dais
cuenta de la importancia tan grande que es vuestro momento, en la eternidad?
Ciertamente sois pequeñitos, pero podéis hacer grandes cosas cuando Nuestro Dios
os invade. Vuestra pequeñez se engrandece con la presencia de Nuestro Dios en
vosotros. No dudéis de esto, Mis pequeños, grandes obras, milagros, podéis hacer
porque seréis en estos momentos la fuerza que vencerá a Satanás. Nosotros, a
través de vosotros, venceremos. Cuidad vuestra alma, cuidad del regalo que se os
da, que es la Espiritualidad Divina, que es la que os acompañará en estos
momentos tan difíciles de la humanidad y del Universo entero.
Yo nunca Me apartaré de vosotros, os repito, invocadme en todo momento, que Yo
estaré ahí, Soy vuestra Madre, Soy vuestra protectora, Soy vuestra Guía, Soy
vuestro aliento para que sigáis adelante, sirviendo a Nuestro Dios, como Yo Lo
he servido.
Os amo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Nota nuestra: Hemos notado en estos últimos años, una mayor fuerza en los ataques de los demonios a los hijos de Dios. El mayor ataque es en lo espiritual, en nuestras mente. Distracciones, pérdidas de tiempo para demorar nuestro trabajo espiritual, nuestras oraciones, etc. Obsesiones, recuerdos del pasado que llevan varios días dando vuelta.
Las tentaciones y también su actuar en lo material que ya en otras ocasiones les hemos contado en detalle. Cuidado con la mente, detecten cuando los esté atacando. Todo lo que sea desviarse del camino al Cielo y de la Voluntad de nuestro Padre, vienen de él. Piensen un poco en las cosas que les han sucedido, analicen, manténganse alertas. Cuidado, porque esto irá en aumento. Sueña con apoderarse de nuestras almas, pero no las va a tener.
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