ALÉGRATE DESCENDIENTE DE ABRAHAM
PORQUE ESTOY CERCA DE TI.
Recibe lo que te
quiero dar, abre los sentidos de tu corazón a los llamados de aquel que vive y
reina y es Dios.
El sucesor de Pedro en la Tierra es quien lleva adelante la voluntad que vuestro
Dios ha insertado en su corazón.
Vergüenza debería darle a aquel que su lengua
la utiliza para difamar y calumniar; y no para orar por aquello que considera un
error. Tan orgulloso se ha vuelto el hombre que pone en tela de juicio mis
designios desparramando confusión sobre aquellos que poco oran y nada me
conocen.
Juicios que nacen de un corazón herido por el pecado sólo permiten dar palabras
que nacen de vuestra razón, mas no de una comunión espiritual que forjáis a la
luz de mi Espíritu;
se convierten en jueces,
de lo que no os corresponde,
cargando sobre vuestras espaldas culpas ajenas que os hacen reos de condenación.
El mundo lo habéis dejado al revés, cegados por vuestras propias culpas habláis
de lo que está lleno el corazón, que corrompido por la desobediencia alucina en
lo que cree y lo hace actuar como un ser radical y sin misericordia para con
vuestros semejantes,
os habéis vueltos fríos
y fundamentalistas
en aquello que vuestra razón os convence y más vuestro paso en medio del mundo
va creando división y rivalidades pues no aprenden lecciones y la comodidad os
hacen aceptar cualquier calumnia; más debéis saber que cualquier ofensa siempre
termina en pecado; y es el pecado el que os aparta de la verdad y os condena.
No pueden seguir viviendo para complacer vuestros desórdenes, avergüenzan a un
Dios que os ha creado a su imagen y semejanza para que siendo purificados de
todas vuestras rebeldías, os preparéis para ser partícipes del banquete del
cordero, pues aquel que voluntariamente se decide a despojarse del hombre viejo
que lleváis dentro, seré yo mismo quien teja con mis manos el ropaje de santidad
que debéis llevar puesto para ser un habitante santo en la nueva Jerusalén.
La vida no termina con la muerte en la carne, ella empieza con la resurrección
que te doy. La vida y la muerte me pertenecen, pues solo yo tengo potestad sobre
ellas. La desobediencia es consecuencia de agresiones, división y muerte. La
contaminación en que se mueven hace que muchas almas terminen enfermas. Nada hay
cubierto que no llegue a descubrirse, desde el cielo se les está viendo el fruto
de sus obras, más acaso olvidáis que os pediré cuentas y que en el atardecer de
vuestras vidas seréis juzgados en el amor.
Descendiente de Abraham, dices conocerme pero no oras, dices conocerme pero las
palabras que salen de tu boca sólo expresan los caprichos y egoísmos que guardan
tu corazón.
No te fíes de tu suerte porque ella se terminará y puedes partir a
la eternidad sin haberte acogido a la misericordia que hoy pongo en tus manos;
confía en Mí que soy el que entrega gracia y bendición
al que arrepentido me
busca,
permanece en Mí y se queda para siempre.
No te alejes del camino que con mi sangre vertida en la cruz, he trazado para
ti. Hoy es tiempo de buscar reconciliar vuestro corazón con la verdad y el amor;
reconciliación que os dará fortaleza, gracias nuevas y bendición para llegar a
vuestra casa eterna.
Yo Jesús os hablo.
Mensaje de Jesús dado a María Rocío.
20/05/19 (Asunción-Paraguay)
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